Columna destinada a mover la cabeza. Si temes hacerlo, no la leas. Compartimos el siguiente artículo de Ariel Rolfo*, titulado originalmente “La cuarta transformación mejicana y el Tercer Movimiento Histórico Argentino”, donde se analizan los paralelismos históricos y contemporáneos de dos pueblos hermanos: Argentina y México.
Por Editor Federal
PARALELISMOS HISTORICOS
Al igual que la Primera Junta el 25 de mayo de 1810 en Argentina el Grito de Doloresdel padre Miguel Hidalgo el 16 de septiembre 1810 en México proclaman la lealtad al rey Fernando VII de España, pero ambos son considerados el principio de la emancipación patria.
Ambos países sufrieron las turbulencias políticas del Siglo XIX entre aquellos que querían un gobierno nacional centralizado y los que querían reconocer la autonomía de las regiones, fueron las luchas de unitarios y federales en argentina o la de centralistas y federales en México.
Ambos países sufrieron el embate imperial durante el siglo XIX: la invasión directa francesa los mejicanos y el neocolonialismo ingles la argentina.
Y también durante el Siglo XX ambos países tuvieron sus procesos políticos inclusivos para dar derechos políticos y sociales a las mayorías limitando las prerrogativas de las elites.
En México fueron los 10 años de la Revolución Mejicana los que los posibilitaron, en Argentina fue el proceso que mediaron el Yrigoyenismo con la clase media y el Peronismo con la clase obrera los que posibilitaron la inclusión política de las clases populares.
Es de hacer notar que ambos países sufrieron también el injerencismo interno anglosajón aliado a las elites u oligarquías nativas donde se repite la lógica política latinoamericana de procesos políticos de dignificación social y soberanía política nacional ligado a los pueblos contra procesos antinacionales y antipopulares ligaros a oligarquías nativas cipayas aliadas a poderes externos.
En su devenir histórico también ambos países latinoamericanos, excolonias españolas, sufrieron la acción negativa y depredatoria territorial de potencias imperiales anglosajonas. La Argentina del Reino Unido con la usurpación de Malvinas, México con la perdida de la mitad de su territorio (Texas, Nuevo México, Arizona, Alta California, etc.) a manos de EE.UU.
PARALELISMOS CONTEMPORANEOS
La Contemporaneidad Mexicana
La ‘Cuarta Transformación’, el proyecto político defendido por Morena (Movimiento Regeneración Nacional) del presidente Manuel López Obrador (AMLO), se presenta como la continuadora de un proceso histórico con tres momentos clave que definieron la construcción de México: La Independencia en 1810, la Reforma de 1854 y la Revolución mexicana de 1910.
El México de la etapa colonial fue desmontándose a través de estos hitos históricos, desde las reformas liberales de Benito Juárez hasta el México posrevolucionario, que iniciaría un proceso de industrialización, de nacionalización de recursos y de creación de empresas públicas. Todo acompañado por un proyecto ideológico que se planteaba en términos de soberanía económica y política tanto en la esfera interna como internacional.
Este proceso no ha tenido un recorrido pacífico y en línea recta, sino que ha estado atravesado por una constante pugna y lucha contra los sectores más reaccionarios del país, que siempre, utilizando distintas estrategias, lo han rechazado. Y también por el intervencionismo extranjero, sobre todo del país vecino, EE.UU., que en muchas ocasiones ha actuado como aliado de esos mismos sectores de la reacción en el interior de la nación. El proyecto soberano de México históricamente se ha entendido como la mayor amenaza para el proyecto expansionista de la Doctrina Monroe que aún controla el régimen estadounidense.
Tras el triunfo de la Revolución, durante setenta años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), utilizando hasta tres siglas distintas en el proceso, gobernó el país. La disputa ideológica pasó al seno de este partido, presentando líderes antagónicos entre sí, como el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940), que acogió a los españoles exiliados del franquismo, nacionalizó el petróleo, aprobó la reforma agraria e intentó integrar a los sectores campesinos y obreros dentro de la política institucional mexicana; y su opuesto, Miguel Alemán (1946-1952) anti obrerista que fortaleció (incluso a través de cambios constitucionales) la acumulación de capital de los grandes propietarios. El fraude electoral, la corrupción y la represión fueron constantes desde 1942, y el sistema mexicano pasó a ser considerado como el modelo para una dictadura perfecta.
En 1989, con la consolidación del triunfo neoliberal en el seno del PRI, surgió el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), a manos de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo del expresidente Lázaro Cárdenas. Tanto Andrés Manuel López Obrador como la presidenta electa Claudia Sheinbaum provienen de la tradición del PRD. Las derivas de esta formación, llevaron a la creación del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en 2012.
En el año 2000, el PRI perdió las elecciones a favor de Vicente Fox, del PAN. Igualmente ocurrió en 2006, cuando el PAN revalidó seis años más de mandato, en unas controvertidas elecciones, donde el candidato Felipe Calderón se impuso frente a Andrés Manuel López Obrador (entonces en el PRD), en unos comicios en los que hubo acusaciones de fraude.
En 2012, el PRI recuperó el poder con la victoria de Enrique Peña Nieto, sin embargo, apenas se notaron las diferencias con los gobiernos anteriores. Confirmando que la «dictadura perfecta» simplemente había diversificado sus marcas electorales, pero seguía marcando en solitario la agenda del país, estos gobiernos neoliberales pusieron en venta al país y cerraron acuerdos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre Canadá, EEUU y México (primero TLCAN y luego T-MEC) que merman por contrato la capacidad de decisión soberana de la nación. La victoria de Andrés Manuel López Obrador en 2018 supuso la ruptura con el régimen de alternancia cuestionado del PRI y del PAN:
El proyecto soberanista que inicio contemporáneamente Manuel López Obrador (MLO) entraña el enfrentamiento entre el movimiento nacional-popular en construcción llamado ‘Cuarta Transformación’ y los sectores reaccionarios del país en una batalla histórica dentro de la propia historia de la nación mexicana.
El Gobierno de López Obrador ha diversificado sus socios comerciales internacionales como un elemento contra la dependencia estadounidense, ha cosechado importantes éxitos, como la creación de un ingreso universal para jóvenes desempleados, personas de la tercera edad y discapacitados. El fin de las privatizaciones de la empresa pública, incluso reflotando algunas empresas estatales como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex). Y a su vez, la nacionalización de la muy estratégica industria del litio. Aunque quedaron pendientes otras reformas necesarias en el plano de la salud o del sistema judicial.
Sin embargo, llegar al gobierno no es conseguir el poder y mucho menos controlar el aparato del Estado. La primera fase de la ‘Cuarta Transformación’ fue la simbólica y tuvo concreciones, mientras que esta segunda etapa deberá ser la de construcción, organización y articulación política. Un proceso lento que requiere de la implicación del movimiento popular a través de la profundización de la ‘Cuarta Transformación’ en todas sus esferas: política, social, económica y cultural.
El triunfo de Claudia Sheinbaum tendrá el desafío de ser la sucesora de AMLO en México donde uno de ellos es mantener el posicionamiento soberano en las relaciones con Washington; AMLO mantuvo una relación bastante pragmática, pero siempre puso por encima la defensa de la soberanía de México y de los pueblos de América Latina.
Internamente Morena es un nuevo sujeto político que fortaleció su adhesión popular en el país y se perfila como el nuevo actor de poder para los próximos años, mientras su competencia se empequeñece.
PARALELISMOS, CONTEMPORANEIDAD ARGENTINA Y EL TERCER MOVIMIENTO HISTÓRICO
El proceso de independencia, de organización federal de la república, de irrupción de movimientos populares a la política y el manejo de estado ocurrido en México (Inicio del germen emancipatorio con Grito de Dolores en 1810, la Reforma de 1854 con la posterior organización Constitucional de 1857 y la Revolución mexicana de 1910) también se dio en la Argentina (Inicio del germen emancipatorio con Revolución de Mayo de 1810, la organización constitucional de una argentina liberal con un federalismo aparente en 1853, movimientos populares en el Siglo XX como el Yrigoyenismo y el Peronismo que lograron la inclusión política y social de los sectores populares).
También podemos encontrar similitudes de los partidos populares que surgieron al calor de movimientos políticos disruptivos en el proceso de asimilación al Establishment que defiende los intereses de las Elites internas en continua entente con poderes coloniales externos.
En México esto se puede apreciar con la claudicación final del PRI (Partido Revolucionario Institucional) que termino siendo un partido más del sistema partidocrático mejicano servil a las elites económicas internas, cómplices del poder colonial Yanqui.
En el caso argentino esto pudo verse primero con el Primer Movimiento Popular Histórico que fue Radicalismo y su posterior “alvearizacion” que comenzó con Torcuato de Alvear en 1922 y concluyo en el presente con su papel de socio menor primero del PRO de Macri y después de LLA de Javier Milei.
También esto pudo verse con el Segundo Movimiento Histórico que es el Peronismo en la gestión de Carlos Menen que fue el que estableció el paraguas de la soberanía de la Causa Malvinas con los Tratados de Madrid celebrados con el Reino Unido y entablo relaciones carnales con el Imperialismo Yanqui donde aplico internamente los lineamientos neoliberales del Consenso de Washington.
Posteriormente hubo gobiernos justicialistas con la impronta del Kirchnerismo que si bien no tuvieron la profundidad ni la esencia del peronismo fundacional sí trataron de mantener rangos de soberanía nacional, de independencia económica y de justicia social; algo no menos importante en un país colonial como la argentina.
Igualmente, al PRI mejicano, que empezó a perder si identidad política, el favoritismo popular y que fue derrotado electoralmente por noveles partidos que respondían a las Elites (PAN), el peronismo en cierta forma también se fue desdibujando en su identidad, en sus dirigentes y en su favoritismo por parte del pueblo. También ya fue derrotado electoralmente en dos oportunidades por noveles partidos o coaliciones que responden a los intereses de la Oligarquía Contemporánea Argentina (Grupos Económicos Concentrados) primero por el PRO de Macri y ahora por LLA de Javier Milei.
A diferencia del PRI que se halla ya asimilado al establishment partidocrático mejicano que responde al poder de la Elites, en donde además ya ha surgido un Sujeto Político como MORENA que lo ha reemplazado en su funcionalidad histórica, en la impronta revolucionaria y ha ganado la voluntad popular de los mejicanos, en el caso del Peronismo en Argentina, en cierta medida todavía existe una posibilidad que siga siendo la columna vertebral del movimiento nacional por dos razones:
Primero porque no ha sido asimilado en forma irreversible al establishment, sino que en parte de su dirigencia y fundamentalmente en sus bases todavía existe la impronta por imponer un proceso histórico nacional y popular que en forma definitiva modele una Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
En segunda instancia no ha surgido todavía, como es en el caso mejicano con MORENA, un Sujeto Político que lo reemplace en su funcionalidad histórica.
El futuro determinara si el Peronismo seguirá siendo la columna vertebral del movimiento nacional o no, pero para seguir siéndolo inevitablemente requerirá que defina contemporáneamente con claridad -sin ambages- su perfil político, su modelo de país y su proyecto político.
En caso que el Peronismo no esté a la altura de las circunstancias históricas que el momento requiere, en un futuro posiblemente veremos surgir un Tercer Movimiento Histórico que enarbolará nuevas banderas de lucha por la soberanía nacional y la dignificación del campo popular. Pasó en México y también puede pasar en la Argentina, algo que no debería asombrarnos, después de todo hay bastantes paralelismos históricos en el cual mirarnos.
*Ariel Rolfo es periodista, analista y militante político santafesino.
Fuentes y Referencias
https://edomex.gob.mx/revolucion_mexicana_2021
https://lopezobrador.org.mx/wp-content/uploads/2013/02/Declaracion-de-Principios-MORENA.pdf
https://www.tiempoar.com.ar/mundo/amlo-recomienda-que-la-oea-desaparezca-no-sirve-para-nada
Fuente: Pal’Sur y portal del autor arielrolfo.blogspot.com)