Río Negro planifica el futuro de Punta Colorada
28 agosto, 2024
Kursk, un desastre latente
29 agosto, 2024
ver todo

Se viene la siembra del maíz y en medio de ferias, eventos, congresos y campañas de venta de insumos y servicios de cara a la siembra, se intensifican las precauciones contra la chicharrita que tanto daño hizo el verano pasado. INTA impulsa una propuesta en el centro del país.

Redacción

Mientras en nuestro país está comenzando la tercera cumbre internacional del maíz, un cónclave donde se reúnen a discutir las perspectivas de la cadena relacionada al cultivo las principales empresas y entidades del sector que actúan en el país; y mientras está comenzado a caminar fuerte la publicidad de distintos bienes y servicios de cara a encarar los próximos planteos de la gruesa.

El maíz en Argentina se cultiva entre septiembre y octubre, y se cosecha entre los meses de marzo y mayo según la región. El maíz tardío o de segunda, se cultiva entre noviembre y diciembre. Por lo tanto, estamos en la etapa definitorio donde los productores toman las decisiones para los planteos de primavera.

La última campaña maicera se vio altamente castigada por la plaga de nominada “chicharrita” Dalbulus maidis. Este es un insecto succionador que transmite varias enfermedades virales y bacterianas que afectan al cultivo. El común denominador durante el verano pasado fue la proliferación a través de esta plaga de la bacteria de Spiroplasma, que es la causante del «achaparramiento del maíz» y por lo tanto de la pérdida del cultivo.

La preocupación por el posible rebrote de esta plaga en la campaña venidera, puso en alerta a todo el complejo maicero, y por lo tanto se están llevando adelante diversas estrategias para combatir al insecto transmisor – de alto ritmo de multiplicación -. Entre ellas, en Santiago del Estero, el INTA Quimilí lleva adelante estudios y monitoreos de esta plaga.

Según la entidad, con el propósito de generar información sobre la estimación poblacional, bioecología y calibración de métodos de muestreo en diferentes ambientes, se está realizando el monitoreo que permitirá caracterizar la distribución espacio-temporal, abundancia y movimiento de chicahrrita en diferentes ambientes en cultivos invernales, como ser cereales, cultivos de cobertura, verdeos, pasturas, posibles sitios de refugio y en el periodo estival durante el cultivo de maíz.

Asimismo, el estudio permitirá calibrar y ajustar la eficacia de captura de las poblaciones Dalbulus maidis mediante la comparación de métodos de muestreo relativo y absoluto, inferir aspectos relacionados con la bioecología de Dalbulus maidis mediante la integración de la información generada por los métodos de muestreo y su relación con variables meteorológicas y evaluar el impacto de factores bióticos y abióticos en la supervivencia del insecto.

Dicho muestreo se realiza a través del uso de trampas de emergencia. Las mismas estiman la abundancia por unidad de superficie y servirán como referencia para el ajuste de los otros métodos relativos.

Además de lo mencionado, la idea posterior de INTA es poder desarrollar un programa de prevención, control, monitores y combate de la plaga de cara a futuras campañas.

Fuente: INTA / Archivo

Invitame un café en cafecito.app

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *