El gobierno de Nicolás Maduro, denunció a Estados Unidos de un intento de intromisión militar en la región de Esequibo, y la intentona de instalar una explotación de Exxon Mobil en dicho territorio. Venezuela y Guyana mantienen un conflicto limítrofe por la región desde 1966, y desde al menos un siglo antes con Gran Bretaña por la misma razón.

Redacción

Venezuela denunció a Estados Unidos el pasado fin de semana ante Naciones Unidas. Según el gobierno venezolano, el país del norte intenta instalar una base militar en el Esequibo zona en reclamación con Guyana, “con el objeto de crear una punta de lanza en su agresión contra Venezuela y consolidar el despojo de los recursos energéticos”.

El canciller venezolano, Yván Gil, se expresó de esta manera durante su intervención en el 78º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se celebró en Nueva York días atrás. Gil aseguró además que Washington está interviniendo en la disputa territorial con Guyana que ya lleva más de 200 años.

Gil insistió que el Gobierno de los Estados Unidos “quiere apropiarse de nuestros recursos petroleros usando a la empresa ExxonMobil, la cual ha incorporado en su nómina al Gobierno de Guyana quien está otorgando concesiones petroleras en un mar territorial no delimitado, en violación total del derecho internacional”.

El ministro para las Relaciones Exteriores de Venezuela comentó que a raíz de esta avanzada, la Asamblea Nacional de su país, aprobó por unanimidad la realización de un referendo consultivo sobre la defensa del Esequibo. La región reclamada por los venezolanos, tiene una extensión de poco más de 159 mil km², cuya soberanía es reclamada basándose en el Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Casi en simultáneo, la Asamblea Nacional de Venezuela emitió un comunicado, donde lamenta que el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana, “se comporte como una franquicia de la transnacional norteamericana petrolera Exxon Mobil, cuyos intereses son esencialmente la apropiación del petróleo existente en este territorio, que se encuentra aún pendiente de resolución de controversia, poniendo en riesgo la paz en la región”.

El texto afirma además que “los Estados Unidos de América, el Reino Unido desde la COMMONWEALTH y esa infame caricatura de Ministerio de Colonias denominada la OEA, pretenden legitimar internacionalmente acciones inmorales, ilegales, manipuladas jurídicamente, que han sido presentadas deliberadamente para instalarlas como aceptables en el mundo para perpetrar un nuevo y aberrante robo de territorio, de recursos petroleros e intentar imponer descaradamente el saqueo, el coloniaje y la dominación”.

La reacción provino luego de que el presidente de Guyana, Irfaan Ali, manifestara por redes sociales el rechazo hacia la iniciativa de la Asamblea Nacional de Venezuela. El mandatario guyanés cuestionó el referéndum aprobado el jueves por la Asamblea Nacional de Venezuela asegurando que la decisión del parlamento vecino “tiene el potencial de fomentar la tensión entre los dos Estados”; además de insistir que el “único foro apropiado para que Venezuela plantee su reclamo territorial es la Corte Internacional de Justicia en La Haya”.

La respuesta del presidente Maduro no se hizo esperar, y convocó a su par de Guyana a una conferencia de alto nivel sobre el Esequibo. “Si es genuino y sincero su interés por la Paz le propongo una reunión promovida por la Comunidad del Caribe (CARICOM) para retomar el Acuerdo de Ginebra de 1966”, escribió Maduro.

El mencionado acuerdo fue firmado entre el entonces gobierno venezolano y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, semanas antes de que la corona le concediera la independencia a Guyana. Por entonces conocida como Guayana Británica, y por ende colonia inglesa, celebraron un acuerdo donde se comprometían los pasos a seguir para la resolución de la controversia limítrofe-territorial sobre la Guayana Esequiba.

Problema que a su vez, databa desde al menos un siglo antes, teniendo como consecuencia negativa para Venezuela el denominado Laudo Arbitral de París de 1899 que emitió el Tribunal Arbitral de París y que definió la frontera común entre Venezuela y Guayana Británica.

La historia es larga hacia atrás, y promete ser prolongada hacia adelante. Hay una invariante que atraviesa los tiempos con la cual nos topamos una y otra vez: la intromisión inglesa y la de sus hijos, los yanquis.

Fuente: Gobiernos de Venezuela y Guyana / TeleSur / El Universal / TREATIES