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Un sabor agrio tras el primer intento

En Tucumán se intentó impulsar un ente estatal para proteger, fomentar y diversificar el agregado de valor de la cadena limonera. Por el momento, la iniciativa quedaría en stand by hasta que soplen mejores vientos. Argentina y Tucumán en particular, son los principales comercializadores internacionales de limón y sus derivados.

Redacción

El Gobierno de la provincia de Tucumán hizo el intento de conformar rápidamente el Instituto para el Crecimiento y Fomento del Limón (IFL). La medida fue apoyada por un importante sector de la cadena productiva. Sin embargo, encontró resistencia en varios de los actores de peso de la política provincial, tanto en la Legislatura como en Diputados Nacionales tucumanos.

Según las fuentes consultadas, el proyecto habría quedado en stand by, probablemente hasta que se tranquilicen las aguas, o cuando transcurra la zafra 2024 del cítrico. Debemos recordar que Tucumán es el principal productor y comercializador mundial de limón, y desde hace al menos una década viene intentando asegurar mercados y agregar valor a la cadena.

El proyecto de ley impulsado por el gobernador Osvaldo Jaldo, intentaba obtener la declaración de “interés público”, hacia la producción sustentable de limón y sus derivados. Iniciativa que incluía la creación de un ente autárquico como el IFL.

La fundamentación en principio no era mala. Postulaba “dar sustentabilidad a la actividad limonera y mantener la posición de liderazgo de esta en los mercados internacionales”. Insistía en que durante los últimos años, la cadena viene decayendo en facturación cosa que implicó pérdidas tanto para los actores de la cadena como también en la recaudación tributaria derivada.

El reflejo de esta situación ha sido la reducción de superficie implantada y por ende, el descenso de la demanda de trabajo. Para el gobierno de Jaldo, esto es el paso inicial para que Argentina y Tucumán en particular, pierdan el liderazgo internacional alrededor de la producción limonera. Esto último, al final del camino, también repercute en la caída del ingreso de divisas por ventas externas.

Así, en conjunto con la Asociación Citrícola del NOA (ACNOA) – representando al sector privado – y la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) – ligada al INTA -, comenzaron a delinear el proyecto del IFL.

Debe recordarse que ambas entidades, trabajan para lograr la instalación de una planta para la obtención de ácido cítrico, azúcares naturales, bioflavonoides y otros derivados del limón; de cara a agregar valor y ampliar la gama de productos a ofrecer.

Según ACNOA, una de los factores principales de la crisis del sector, es la situación de superproducción mundial de limones y la pérdida de competitividad de Argentina respecto de otros países productores. Alineados con el resto del sector empresario del agro, la falta de competitividad de nuestro país, es asociada a las características del tipo de cambio y la incapacidad de no sellar importantes acuerdos comerciales para la cadena.

Sucede también que, si existe la condición de abundancia del cítrico, los precios tienden a bajar y los circuitos logísticos a simplificarse. Ambos factores restan volumen de actividad y facturación.

ACNOA, afirma en un documento preparado para el Gobierno tucumano, que la participación de los derivados industriales de nuestras industrias, “representan como mínimo, un 60% de las ventas mundiales”. Sostienen que si la situación pudiera revertirse ordenada y eficientemente, la cadena tiene un potencial de demanda de 50.000 puestos de trabajo directos.

La entidad empresaria, dirigida por Pablo Padilla, afirma que 11 mil hectáreas de plantaciones fueron abandonadas en Tucumán, y otras 6.000 se encuentran estado crítico.

Según se supo, luego de una serie de reuniones de cara a poder impulsar formalmente el proyecto de ley, varios sectores de la oposición a jaldo e incluso sectores de la cadena limonera, se opusieron a la iniciativa, o al menos plantearon sus dudas hacia la necesidad del IFL.

Más allá de la negativa, el proyecto está lejos de descartarse. Algunos apuestan a mejorarlo y convocar a todos los sectores que se manifestaron en desacuerdo para construir un proyecto más sólido. Otros, con mayor sagacidad, estiman que la zafra limonera que se avecina, no tendría los resultados de comercialización deseados. Eso motivará a que varias cosas que el proyecto propone se vuelvan a poner en el tapete, y de esa manera, reimpulsar el proyecto del IFL.

Fuente: Gobierno de Tucumán / ACNOA / FAC / La Gaceta

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