YPF anunció que avanzará firmemente con el Oleoducto Vaca Muerta Sur, que tendrá como destino el Puerto Punta Colorada, y está esperando se concreten los acuerdos con sus “socios” aunque no se anuncia cuáles serían. Deben ser los mismos de siempre, pero por el momento, dejemos que jueguen al misterio.

Redacción

Uno de los más altos Gerentes Generales – CEO según su sigla en tilingo – de YPF, Pablo Iuliano, anunció días atrás en un evento empresarial de la actividad energética, que la empresa de bandera nacional viene haciendo “importantes avances”, en la realización de la terminal exportadora de crudo que se montará en el Puerto de Sierra Colorada, cerca de Sierra Grande, provincia de Río Negro.

Para las lectoras y lectores que pueda sonarle familiar el enclave geográfico, el Puerto de Punta Colorada es donde se localiza el pontón mineralero que estaba operativo mientras funcionó HIPASAM, la firma estatal que se encargaba de extraer el mineral de hierro, luego de ser entregada a los chinos para su fondeo y baja operativa. Además, es el puerto que tras ser convertido en Zona Franca por parte del impulso del Gobierno provincial – a cargo de Arabella Carreras – y del nacional – a cargo de Alberto Fernández -, se espera que la multinacional anglo australiana Fortescue, monte las estructuras productivas del famoso hidrógeno verde.

Volviendo al oleoducto, tal como se anunció meses atrás, el proyecto de YPF y sus “socios”, es realizar una vía “sur” para la exportación de crudo, que complemente al ducto OlDeval, que llega a Bahía Blanca, y su segundo brazo en construcción a Puerto Rosales (Punta Alta). El denominado Oleoducto Vaca Muerta Sur, que irá desde Añelo (Neuquén) hasta Punta Colorada, en la costa de Río Negro.

Según Iuliano, YPF tiene cerrado “un preacuerdo con la mayoría de nuestros socios y operadores para trabajar en conjunto”, refiriéndose supuestamente a la financiación del caño. El gerente, remarcó que lo urgente es “monetizar rápidamente el petróleo para financiar los proyectos renovables del futuro”. Es decir, exportar a más no poder ampliando el sistema de transporte de hidrocarburos de la cuenca neuquina.

El recorrido específico sería desde Añelo hasta la zona de Lago Pellegrini – ya en Río Negro -, para atravesar toda la meseta del norte de esa provincia, y luego bajar hacia la zona costera y llegar hasta Punta Colorada, en el Golfo San Matías. Es decir, un oleoducto de 700 kilómetros; más un predio en el puerto con 20 tanques de almacenamiento de crudo; y una terminal con monoboyas offshore ubicadas a unos 6 o 7 kilómetros de la costa en pleno Golfo.

Una de las cosas que se menciona poco respecto de Punta Colorada, es que se trata de un puerto con calado natural que permite el acceso de grandes buques petroleros de ultramar cerca de la costa – cosa que no es posible en Puerto Rosales -. Se allí que se pretende que Punta Colorada se convierta en el enclave de despacho petrolero más grande del país.

El oleoducto tendría una capacidad de transporte de 360.000 barriles, y su construcción demandaría unos 2.500 millones de dólares. De allí que el Presidente de YPF, Pablo González anunció días atrás que la iniciativa será abierta a empresas interesadas en sumarse, pero a un sistema que será gerenciado por la misma YPF.

Por eso causa gracia que YPF juegue al misterio respecto de los “socios”. Hasta aquí, la empresa de bandera estatal tiene un puñadito de firmas que planifican todos los negocios petroleros tras la fachada de nuestra firma nacional: la norteamericana Chevron; la angloholandesa Shell; PAE (Argentina) y Petronas (Malasia) – subsidiarias y o socias de British Petroleum -, y la francesa Total.

Luego, en lo que respecta a lo específicos de las obras de construcción y montaje, las mismas las realiza siempre la misma Unión Transitoria de Empresas integrada por Techint (Grupo Rocca) y SACDE (Lewis y Mindlin).

Si aún no se anuncian los socios inversores y operativos, será que no está cerrado el acuerdo de reparto. O, tal como pasó con el Gasoducto “Néstor Kirchner” y Brasil, se estará buscando un “país-socio-interesado” que financie parte de la obra, a cambio de cuota de mercado.

Ya veremos. No podemos detener la tómbola, pero al menos, ir cantando los números que salen.

Fuente: YPF / Archivo