Así lo anunció el Secretario de Agricultura de la Nación, Sergio Iraeta. La medida tenderá a hacer lo mismo que en el INTA e INTI, pero sin recurrir a decretos presidenciales.
Redacción
Durante la gestión de Martínez de Hoz a cargo del Ministerio de Economía en la última dictadura cívico, eclesiástica y militar o en los gobiernos de Carlos Menem, Argentina aprendió a que se denomina el eufemismo “modernización” aplicado sobre algún organismo estatal: la gestión de turno desguaza algún área de funcionamiento primordial para la producción, la industria o el desarrollo comunitario, con el argumento de que funciona mal.
No hay que ser un cientista político supra-diplomado para discernir que mejorar lo que no anda bien, siempre es mejor que romper. Sin embargo, las diversas continuidades de aquellos modelos de Estado como lo fue el gobierno de Macri o lo es el actual, no abandonan el recetario. Así, según anunció Iraeta en una actividad realizada en el marco de la Exposición Rural de Palermo, se buscará optimizar la eficiencia del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) en el mismo sentido a lo implementado en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) pero sin recurrir a un decreto gubernamental.
Iraeta explicó que “el objetivo de la modernización es optimizar el funcionamiento del SENASA”, aunque no profundizó en el asunto. Dijo lo de siempre en estos casos: que el organismo “es fundamental para la sanidad agroalimentaria del país”; y que “está trabajando de manera eficiente, pero como toda gestión, siempre es susceptible de mejorar”.
Por lo tanto, de no variar el itinerario seguido en INTA -con o sin decreto-, lo que veremos en los próximos meses será un alejamiento progresivo del organismo de la línea de frente al productor donde habitualmente se ha desempeñado, para dar lugar a la tercerización de prestaciones; o bien, como banco de pruebas de iniciativas privadas extranjeras.
Asimismo, se refirió a la flexibilización de las barreras sanitarias y a la decisión gubernamental de permitir la importación de carne con hueso a la región patagónica libre de aftosa sin vacunación. Iraeta afirmó respecto de la disconformidad generada entre los productores patagónicos, que algunos planteos son válidos, aunque sostuvo que si se demuestran las condiciones sanitarias necesarias tales aspectos deben ser discutidos a nivel político.
Fuente: SAN