A través del comercio petrolero, Venezuela se retomó la relación bilateral con la India y reforzó sus vínculos con Rusia. El país hermano se acerca a los BRICS. La posición argentina.

Redacción

India está reanudando las importaciones de crudo de Venezuela por primera vez desde 2020, a raíz de que Estados Unidos levantó la mayoría de las sanciones a la industria petrolera venezolana durante el mes de octubre.

El país asiático es el tercer importador mundial de crudo y con una amplia capacidad de refino de combustible. El petróleo venezolano es bienvenido, dado que parte de la infraestructura hindú está adaptada para procesar el crudo pesado del país caribeño.

El acuerdo de flexibilización del bloqueo económico que Estados Unidos impuso sobre Venezuela en la última década, permite producir, extraer, vender y exportar petróleo o gas desde la nación sudamericana, y suministrar bienes y servicios relacionados; facilitando asimismo la cadena de pagos desde y hacia el aparato productivo venezolano.

Es por ello que parte de las refinerías de India, comenzaron a asegurarse cargamentos de crudo de Venezuela desde que se levantaron temporalmente las sanciones. Entre esas empresas están Reliance Industries, Indian Oil Corporation y HPCL-Mittal Energy. Según se publicó días atrás a través de la agencia Reuters, sólo la primera tiene acuerdos directos con PDVSA, dado que oportunamente era la firma que tenía relación comerciar regular con los venezolanos en épocas previas al bloqueo.

Según estiman los especialistas del mercado petrolero asiático, resta saber cómo se desarrolla la competencia o complementación entre las refinerías hindúes y las chinas, dado que las mismas son demandantes del crudo de Venezuela.

Por último, se espera también que se conozcan los frutos del acuerdo entre Rusia y el país sudamericano. Venezuela suscribiría el Tratado de Asociación Estratégica y Cooperación, herramienta jurídica que establece los términos de asociación y cooperación como paso previo a una posible incorporación oficial a los BRICS.

La región mira expectante tales acuerdos. Desde Asia, el gigante euroasiático es un aliado estratégico tanto de la India como de China. Desde Sudamérica, el vínculo que puedan desarrollar Maduro y Lula Da Silva podría ser clave para la consolidación venezolana en el bloque.

Argentina, con el nuevo gobierno, se estaría quedando al margen del núcleo fundamental de acuerdos. Dependerá de la voluntad brasilera de abrir el juego; o bien, que varias de sus empresas prestadoras de servicios petroleros puedan volverse a vincular con Venezuela.

Lamentablemente, el actual alineamiento argentino, parece marchar en torno a lo impulsado por OTAN + Israel. Eso no será beneficioso para nuestro país y contribuirá a “africanizar” aún más la región. Es decir, la atomización de sus países – lo que podríamos vincular con el término “balcanizar” -, sumado a un proceso de saqueo de recursos naturales estratégicos y empobrecimiento de sus poblaciones.

Fuente: Reuters / IndianPress / TeleSur