Datos oficiales y privados coinciden en que las exportaciones alcanzaron las 254.600 toneladas en los primeros siete meses del año, con cifras que superaron los 1.000 millones de dólares. Más del 40% de las operaciones se colocaron en el mercado asiático.
Redacción
Según un informe sobre exportaciones basado en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) relevado por la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPECA) las ventas externas pesqueras totales fueron de 254.599 toneladas por 1.003 millones de dólares. Las colas de langostino el producto que más divisas generó, seguido por el calamar illex y en tercer lugar el langostino entero. Los filets de merluza se ubican en el cuarto lugar.
El principal destino fue Asia, con ventas por 427 millones de dólares, seguido por Europa que aportó 261 millones de dólares y en tercer lugar América del Norte con 126 millones de dólares. América del Sur se ubica en el cuarto lugar con 86 millones de dólares.
Los datos corresponden al periodo que va de enero a julio del corriente año, y en función de la base comparativa con 2022, los números dan a la baja. La caída en las exportaciones pesqueras se debe fundamentalmente a una baja en las ventas de langostino entero del orden 31,9% y del calamar en un 24%, a pesar del repunte en las capturas que tuvo durante la última etapa de la zafra. Los valores positivos los aportaron los filets de merluza que aumentaron las ventas en un 5,2% y las colas de langostino que tuvieron un crecimiento del 53,8% comparado con los primeros siete meses de 2022.
Son estos números los que explican la preocupación en el sector tangonero congelador, que junto con una situación macroeconómica crítica han llevado a solicitar, por ejemplo, la declaración de emergencia por parte de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) a las provincias de Chubut y Santa Cruz.
Merluza hubbsi
La demanda de filet creció un 6% pero la recaudación en dólares tuvo un crecimiento del 5,2% porque el precio promedio cayó un 0,8%, quedando en 3.216 dólares el precio promedio de la tonelada.
El principal país comprador es Brasil, pero bajando la demanda: este año requirió un 18% menos, mientras que España aumentó en un 100% comprando un volumen similar al requerido por el mercado brasileño. Pero la recaudación fue mayor en las ventas a Brasil: pese a cotizar un 6,4% más bajo que el año pasado, se mantuvo por encima de los precios que pagó el mercado español, que está por debajo del precio promedio. Aunque es uno de los productos que muestran signos positivos, la demanda ha caído en varios países como Estados Unidos, Polonia e Israel.
Para los productos congelados de merluza que no incluyen el filet la situación es diferente: el volumen de ventas cayó un 2,7% pero ayudado por una suba del precio del 1,8% el ingreso de divisas solo cayó un 0,9% durante el período en análisis. El principal destino de estos productos es Rusia al que se le vendió un 16% más que en 2022 y a un valor 3,4% más caro, ubicándose en 1.669 dólares la tonelada.
Este valor es superior al precio promedio de 1.535 dólares la tonelada; más cerca de ese valor pagaron sus otros dos principales mercados, Jordania e Israel, pero en ambos casos además la demanda cayó, un 6% en el primer caso y un 11% en el segundo. En total se exportaron 18.566 toneladas, generando el ingreso de 28 millones y medio de dólares.
Langostino
El langostino entero es el patito feo de las exportaciones desde hace unos años. Las ventas, comparadas con el año pasado, cayeron un 16,8 % en volumen y un 32% en divisas porque el precio cayó un 18% comparado con igual período de 2022, quedando en 5.500 dólares la tonelada. En total se exportaron 26.586 toneladas por 146 millones de dólares.
España, el principal mercado, ha reducido la demanda en un 34% requiriendo unas 11 mil toneladas y aunque en China la demanda creció un 52% los volúmenes todavía no alcanzan ni a la mitad de lo que representó el mercado español. En cuanto a los precios, España pagó el precio más bajo, inferior al promedio, mientras China lo superó, llegando a 5.735 dólares la tonelada.
Los mercados de Italia y Rusia se han recuperado, comparados con la baja demanda de 2022; pero Japón, que es uno de los destinos más importantes para este producto, redujo su demanda en un 57% pasando de ocupar el segundo lugar en importancia el año pasado al quinto.
El precio del langostino entero no para de caer. En julio de 2021 se vendía a 7.346 dólares la tonelada y ese mismo año tocó los 7.680 dólares, pero a partir de noviembre comenzó a caer y si bien durante un breve período de 2022 logró recuperarse, este año comenzó desde un piso tan bajo (5.291 dólares) que pese a los aumentos que ha experimentado, los valores de 2021 se presentan como un techo inalcanzable.
Esta situación del mercado del langostino congelado a bordo, combinada con la coyuntura macroeconómica nacional, ha llevado la cámara patagónica, CAPIP, a solicitar a las legislaturas y los gobiernos de Chubut y Santa Cruz la declaración de emergencia. “Exponemos la situación en que se encuentra el sector pesquero para que implementen medidas de asistencia y si tenían pensando algún incremento impositivo o carga que no se lleven adelante”, sostuvo el gerente de la cámara, Luis Pérez.
Otra situación muy distinta se vive en el mercado de las colas de langostino, que por oposición este año son la estrella dorada de las exportaciones. La demanda en el período analizado creció un 62% en volumen y un 54% en ingreso de divisas, diferencia debida a que el precio mantiene una curva descendente, alcanzando una caída del 5,3% siendo el valor promedio de venta de 7.555 dólares.
China, que los últimos años no estaba comprando, despertó y con la compra de casi 14 mil toneladas aumentó su demanda en un 297% convirtiéndose en el principal mercado de destino. Pero además no fue el único que requirió más colas de langostino ya que España, segundo en importancia, aumentó la demanda en un 30%; Perú en un 15% y Tailandia en un 113%, ocupando el tercer y cuarto lugar en importancia respectivamente. En cuanto al valor al que se ha vendido, salvo España, los demás pagaron por debajo del precio promedio.
El mercado que tuvo una caída importante fue Estados Unidos, donde van los productos con mayor valor agregado. En este caso la demanda bajó un 21% y en divisas la caída fue del 14% dado que el precio subió un 9% comparado con el año pasado, ubicándose en 11.314 dólares la tonelada.
Calamar
El illex terminó su temporada de pesca con una zafra que mantuvo en vilo al sector potero hasta último momento cuando las capturas repuntaron, mejorando sustancialmente los volúmenes de captura y salvando a varias empresas de una crisis. Pero pese ello no lograron alcanzar las 165 mil toneladas de la temporada 2022 y eso se ve reflejado en una baja en las exportaciones.
De las 149 mil toneladas capturadas este año, al 31 de julio se llevaban vendidas 97 mil toneladas, mientras que para esa misma fecha en 2022 se habían exportado 131 mil toneladas, lo que equivale a una baja del 26% en volumen. Pero en divisas la caída fue menor, en el orden del 24%, dado que el precio aumentó casi un 3% probablemente como efecto de la menor cantidad de producto disponible, colocándose en 2.199 dólares la tonelada.
El principal mercado fue Corea del Sur, seguido por China, Tailandia y Singapur. España está en quinto lugar en importancia, pero es el que ha pagado el precio más caro por el molusco, a razón de 3.472 dólares la tonelada, lo que podría explicarse en parte por el tipo de producto. En los otros mercados el precio se ubicó por debajo del promedio, con la excepción de Tailandia que pagó 2.296 dólares la tonelada. En total, en divisas se llevan recaudados 213 millones de dólares.
Merluza negra y centolla
Las exportaciones de merluza negra muestran signos positivos en volumen con un aumento de la demanda del 6,5% pero la caída en el precio del 3,3% da por resultado un crecimiento en el ingreso de divisas del 3%. De las 1.350 toneladas vendidas, 892 fueron al mercado de Estados Unidos a un precio de 25.664 dólares, un 3% más bajo que lo que se pagó el año pasado.
Para la centolla, los problemas no están en el mercado, sino en el mar con el inicio de las actividades sísmicas, que afectan áreas de concentración, puesto que las ventas han aumentado en un 48% y el precio subió un 14% colocándose en 21.109 dólares la tonelada. El mercado que se lleva toda la centolla que sale de Argentina es Estados Unidos.
Fuente: Revista Puerto