Wafles de capiquí

Cocina Salvaje 63. Recetas simples y remedios naturales. Buenos, bonitos y baratos. Animate, buscá, juntá, prepará, comé y saná. Otro “yuyo” que anda por todos lados y con el cual se pueden preparan ensaladas, rellenos y mezclas. Además tiene propiedades medicinales.

El Editor Federal

El capiquí – conocida también como stellaria media – es de esas hierbas que comenzamos a ver en el otoño y que prolifera hasta bien entrada la primavera. Es una panta rastrera, por lo que a veces hay que prestar atención para localizarla. Su sabor es muy parecido al de la espinaca. Su textura es suave, por lo que no requiere cocciones prolongadas y ningún otro proceso.

Las partes comestibles son las hojas, tallos tiernos, flores y frutos (toda la parte superficial de la planta). Pueden usarse en preparaciones crudas como ensaladas, jugos, sándwiches y otras preparaciones frías. Cocidas, también: guisos, sopas, tortillas, sofritos, rellenos de empanadas y tartas. En estado fresco o deshidratado también pueden consumirse en infusiones.

Se encuentra fácilmente en terrenos modificados, jardines, viveros, huertas y praderas. Prefiere suelos húmedos, de pH neutro a ligeramente ácido y ubicaciones parcialmente sombreadas.

¿Qué propiedades medicinales se le atribuyen?

USO INTERNO: antiinflamatoria, saciante, diurética, depurativa, antioxidante, energizante. Ha sido usada históricamente para limpiar el sistema linfático y como remedio para tratar asma, anemia, estreñimiento, y obesidad. Se utiliza en tintura para disolver quistes de ovarios.

USO EXTERNO: cicatrizante, analgésica. Se utiliza para tratar la conjuntivitis y afecciones de la piel como eczema, rosácea, psoriasis, cicatrices notables e inflamación.

Antes de pasar a las recetas, agradecemos al grupo Cocina Salvaje*, por permitirnos difundir este material que llega a ustedes por la producción de Patricia Mina**.

Para nosotros es importante poder divulgar el potencial alimenticio, curativo y también gastronómico que poseen los árboles y plantas silvestres; sean autóctonas y naturales de nuestro país o región, como así también las que han ido trayendo las distintas corrientes migratorias, y se adaptaron a nuestro suelo.

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WAFLES DE CAPIQUÍ

Ingredientes

– 125gr, capiquí

– 280cc, leche o agua

– 30gr, manteca derretida o aceite

– 10gr, polvo de hornear

– 250gr, harina de trigo o mezcla sin TACC

– 2 huevos

– 10gr, azúcar

– Una pizca, sal

Procedimiento

– Lave las hojas, trocéelas y blanquéelas sumergiéndolas en agua hirviendo durante un minuto. Escurra.

– Coloque en el vaso de una licuadora las hojas, la leche y los huevos. Procese hasta homogeneizar, o casi (según su gusto). Si el capiquí tenía partes muy fibrosas, cuele la preparación para retirarlas.

– Agregue el resto de los ingredientes y unifique (en la licuadora o con un batidor de mano).

– Vierta porciones sobre una waflera enaceitada y cocine hasta que se despeguen del recipiente.

– Si no cuenta con una waflera puede utilizar esta masa para preparar panqueques inflados, sobre una sartén antiadherente o enaceitada.

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*Puede conocer más de Cocina Salvaje en sus redes sociales. Participe también del grupo de discusión «Cocina salvaje – recetas e identificación», donde exploramos el potencial culinario de las plantas silvestres y otros ingredientes no convencionales.

** Patricia Mina es colaboradora permanente de Chasqui Federal Noticias. Preside la Asociación de Cosmética natural Argentina (ACNA); y realiza trabajo de CM en múltiples ámbitos.

Fuente: Cocina Salvaje / Las Cuatro Estaciones