Todos los días sale un titular nuevo con dimes y diretes al respecto. Lo importante es observar para dónde mueven los pies los actuales funcionarios de la empresa y sus principales accionistas y socios privados. El “cafecito” de Marín en Houston.
Redacción
A veces nos enteramos de las cosas que pasan en nuestro país no por los acontecimientos o las declaraciones, sino por las declaraciones de los funcionarios y ejecutivos en el exterior. Así sucedió con los jugosos considerandos que esgrimió el presidente de YPF, Horacio Marín, la semana pasada en Estados Unidos.
La cosa fue más o menos así: la filial situada en Houston del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) – organismo que está integrado por empresas nacionales y extranjeras del sector-, organizó un “desayuno” de exposición del plan de negocios que impulsa la YPF de la era Milei. El mismo, fue patrocinado por una multiplicidad de firmas, entre ellas SLB, Pan American Energy, Baker Hughes, Chevron, Equinor, TGS, Exxon Mobil, DuxaOil y Halliburton entre otras.
Algo lógico tratándose de un evento de IAPG. La institución está integrada por empresas relacionadas con la industria de los hidrocarburos que desarrollan actividades en Argentina. Prácticamente todas las grandes multinacionales del sector son miembros activos de la misma e integran su staff y Comisión Directiva. Además, la cadena hidrocarburífera integra – además de las actividades de exploración, producción, refinación, comercialización, transporte y distribución de petróleo y de gas -, a grupos y firmas que prestan servicios logísticos, financieros, seguros, provisión de materiales y de equipos, asesoramiento jurídico y consultoras de temas ambientales. En criollo: en el IAPG están todos los actores relevantes a nivel internacional, y toman decisiones sobre nuestros recursos naturales estratégicos.
Según se supo, entre las “noticias” que Marín compartió en el evento mencionado, reconoció que YPF apuesta prioritariamente por el desarrollo de Vaca Muerta, “con foco a corto plazo en la explotación de proyectos no convencionales de petróleo”. El funcionario aseguró ante los asistentes que nuestra empresa nacional combina “50 y 50” la producción convencional y del sale; pero el proyecto corporativo sería avanzar en el futuro hacia un balance del 80% de shale y un 20% de convencional.
La fuente afirma que entre los dichos de Marín, el ejecutivo habría asegurado que la actual conducción de YPF posee como “misión central” la de crear “rentabilidad para todos sus accionistas”; criticando los distintos “rumbos que la empresa de bandera tuvo en el pasado”.
En criollo: Marín desprecia el rol soberano de YPF, la realización de nuestros recursos naturales estratégicos para el beneficio del desarrollo nacional, el fomento de poblamiento en distintos puntos del territorio y la autonomía energética. El plan de estos tipos es dar por tierra con eso.
El propio IAPG, divulgó que entre los más de 200 asistentes de distintas empresas, circuló la pregunta sobre si la “creación de rentabilidad” implicaba también a los propietarios del 49% del paquete accionario de la firma y si se los iba a privilegiar de alguna forma. A lo que el propio Marín respondió que desde diciembre de 2023 al presente, las acciones de YPF cotizan el doble; y dejando entrever que no tiene ningún compromiso u directiva sobre la protección del patrimonio nacional: solamente, debe buscar la generación de rentabilidad.
Los pozos convencionales
En los últimos días se fue confirmando aquello que venimos tratando hace meses: la venta por parte de YPF de los pozos “convencionales”, fundamentalmente en Chubut y Santa Cruz. Es decir: aquello que no sólo le dio vida y sentido a YPF, sino también aquello que dinamiza las mencionadas regiones petroleras provinciales. Hemos abordado recientemente la inquietud de los gobernadores patagónicos respecto de cómo sería ese proceso pretendido por YPF, y cómo afectaría a las zonas petrolíferas.
En el mencionado evento que tuvo lugar en Houston, el presidente de YPF destacó el programa de salida de alrededor de 55 áreas convencionales, a través de un proceso que comenzará en abril, una vez que se el banco contratado por la petrolera – entidad que se conocería esta semana -, dé a conocer a los interesados la información de los bloques.
Marín aseguró que la venta de gran parte de las áreas convencionales, reducirá los costos de extracción de YPF a la mitad. Asimismo, invitó a que petroleras independientes y nuevas Uniones Transitorias de Empresas (UTE’s), se conviertan en operadores y recuperen la producción de esos campos maduros que YPF pretende abandonar, y que el mismo tiempo es patrimonio estratégico de la Nación.
El GNL con los malayos
Consultado respecto del Gas Natural Licuado (GNL), el funcionario aseguró que a mediano plazo uno de los pilares sobre los que trabajará la empresa será la construcción de una planta de licuefacción. Para ello, se confirmaron los inminentes trabajos de ingeniería en conjunto con la petrolera (anglo)malaya Petronas.
Marín aprovechó a convocar a las empresas a sumarse al proyecto. Dijo que, si bien Petronas es el “socio estratégico”, YPF necesita incluir a otros productores, de cara a elevar la escala en infraestructura común – gasoductos, plantas de acondicionamiento de gas y puertos -, y conformar un núcleo “competitivo a escala global”.
Es decir, mejorando (en realidad empeorando) lo realizado por las tres gestiones anteriores de nuestra empresa de bandera, YPF, el Gobierno de Milei tiene dos objetivos claros: venderla o desguazarla. Qué mejor que despojarla de sus activos estratégicos como pozos, plantas e infraestructura operativa.
¿O alguien es tan ingenuo para creer que los extranjeros van a poner guita sin llevarse nada?
Fuente: IAPG / Econojournal / Archivo Chasqui Federal