Se veía venir prácticamente desde que este gobierno asumió funciones en diciembre de 2019, el cambio – o el intento de modificación – del circuito interno de la carne vacuna, sea en el traslado, faena y venta al público.

Redacción

Allá por los primeros gestos de 2020, la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, puso fin a la tradicional media res por Resolución. La normativa establece, que “toda manipulación, transporte, distribución, carga y/o descarga de productos cárnicos, cuyo peso sea superior a los 25 kilos, que realicen trabajadores y se lleven a cabo en empresas y/o establecimientos dedicados a la faena de ganado bovino, ovino, porcino, equino, caprino, animales de caza mayor y/o menor o industrialización de los mismos, o en su cadena de transporte y distribución mayorista o minorista, se deberá realizar con la asistencia de medios mecánicos adecuados”.

Una de las primeras discusiones, giró en torno al peso del troceo, y la división de la media res en cuatro   partes de 35 kg cada una como máximo. La otra, era la posibilidad de poder utilizar medios mecánicos para la manipulación de las medias reses, atento a las dificultades de los establecimientos de poder adaptar sus locaciones al sistema de troceo. Sin embargo, la propuesta no fue aceptada por las autoridades nacionales: la orden era “implementar el troceo”

¿Quiénes se benefician con este sistema? Según los actores del sector, los exportadores que habrían impuesto la modalidad al gobierno, dado que el troceo se utiliza en las ventas externas. Pero estos frigoríficos desean “cubrirse la espalda”, en caso de que la demanda principalmente china comience a descender o a variar, dados los aumentos permanentes de fletes y energía. Si la exportación disminuye su volumen, estas firmas correrían el riesgo de no poder siquiera volcar la carne al mercado interno atento al fraccionamiento. Teniendo el mercado interno adaptado a su conveniencia, para utilizarlo como manera de salir del paso o compensar costos, a la empresa le resulta un negocio más que espectacular.

Según se informó durante todo el fin de semana, las cámaras que agrupan a la industria cárnica de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe,  no recibirán hacienda durante el día de hoy, ni faenarán animales mañana martes.

FIFRA (Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas), CAFRISA (Cámara de Frigoríficos de Santa Fe) – AFIC (Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne de Córdoba) y CICER (Cámara de Industrias Cárnicas de Entre Ríos), comunicaron que no se trata de un “paro” sino que lo que ocurre es que no pueden faenar, porque no fueron instruidos de cómo realizar el troceo a partir del 1° de noviembre, al tiempo que se expresa el descontento por la falta de autorización de utilización de medios mecánicos para su descarga las medias reses.

Por otro lado, desde los abastecedores del mercado interno agregan que “hay una discriminación en la norma entre mayoristas y minoristas; no está claro a cuáles consideran de qué manera. Se interpreta que mayorista es un Ciclo II (que implica faena y desposte), pero la norma no lo dice claramente”. Para las industrias que pertenecen a FIFRA, “esto es un ataque claro y llano al modelo de carnicerías, y que genera desigualdades tremendas en todo el país”.

Sepan lectoras y lectores, que si no se resuelve rápidamente el conflicto, podría haber desabastecimiento de carnes y por ende, aumentos de precios.  La medida fue anunciada por tiempo “indeterminado”; y el sector ganadero teme que los valores de la hacienda liviana destinado al mercado interno podrían experimentar una caída sustancial por un período de tiempo trascurrido.

Fuente SAGYP N / FIFRA