Otra función del Consejo de la Explotación
22 marzo, 2023
Ruge el Colorado
23 marzo, 2023
ver todo

La industria de productos electrónicos e informáticos, tuvo días atrás la asignación de aranceles de importación de cara a proteger al sector de parte del comercio extranjero. Sin embargo, hay pasos que no se han dado previamente, lo cual hará fracasar la medida.

Redacción

La semana pasada, el Gobierno Nacional anunció la imposición de aranceles a la importación de una serie de productos electrónicos, fundamentalmente notebooks y tablets. La medida fue plasmada en el Decreto 136/23 firmado por el “supeministro” casi presidente, Sergio Massa. Las razones del mismo estarían basadas en que el “impacto económico y social, el desarrollo y promoción de una industria nacional productora de equipamientos informáticos portátiles resulta una prioridad en las políticas desarrolladas por el gobierno nacional”.

Así, tal consta en el Boletín Oficial, los aranceles a la importación de cuatro clases de notebooks se elevaban de 0 a 16%, y de un modelo de tablet, de 0% a 2%. De esta manera se volvieron a establecer alícuotas para la importación de estos productos, luego de que fueran quitadas por la presidencia de Macri en 2016.

Sin embargo, y como era previsible, la reacción del “mercado” fue disímil ante la medida, pero al parecer, la misma habría sido adoptada con cierta falta de sustento real y fáctico, habida cuenta de la situación de la situación de dicha área en nuestro país.

Por un lado, datos del viejo Ministerio de Desarrollo Productivo – hoy Secretaría -, afirmaba que los precios de las computadoras, habían caído un 35% en dólares. Sin embargo, desde la industria local afirmaban en sus informes de sector que sólo habían bajado un 5% entre noviembre de 2016 y junio de 2018. Por entonces, estos equipos oscilaban entre 650 y 620 dólares. Al mismo tiempo, se perdieron alrededor de 400 puestos de trabajo, y se dejaron de fabricar notebooks en Tierra del Fuego.

¿Cuáles son las firmas supuestamente “protegidas” con la medida? Newsan, BGH, PC Art, EXO, Núcleo y Mirgor. Se supone al mismo tiempo, que con los aranceles, más productores se incorporarían al mercado dado que son condiciones más favorables para competir con las máquinas que llegan vía importación.

Mientras tanto, el “mercado” reaccionó ante la acción: según las fuentes, las plataformas de comercialización digital treparon los precios durante las primeras 48 a 72 hs desde un 5 al 80% según el artículo; y no fue un “golpe” de efecto que se pudiera neutralizar. De hecho, en apenas una semana, el “piso” de valores generales aumentó considerablemente.

En defensa de esta reacción, salió la Bolsa de Comercio cordobesa, argumentando que dadas las “barreras impuestas al comercio” una serie de computadoras aumentaron automáticamente sus precios: la Dell Inspiron 3515, subió 4,7%; la segunda, que es la Asus X1502, 14,2%; la Dell Vostro 3401, 46,2%; la Asus X1502 (con un mejor procesador que el anterior), 13,4%; la HP 14-dq2024la, 76,9%; la Lenovo N5030, 47,4%; la Asus Vivobook 14, 11,8%; la Lenovo IdeaPad 15ITL05, 74,4%; la Dell Inspiron 3515 (un moldelo mejorado al anterior), 42,9%, y la Asus X515EA, 42,7%. La Bolsa, además, afirmó que este tipo de medidas, derivarán en “mayores costos afrontados por toda la población en su conjunto, atenta contra la inserción del sector productivo en el resto del mundo y, por consiguiente, disminuye la generación de divisas”.

Desde Argencon, también criticaron la medida. La entidad que reúne a empresas prestadoras de servicios en la denominada “economía del conocimiento”, aseguró que los equipos informáticos importados, “lejos de ser artículos suntuarios, son tecnologías indispensables requeridas por las industrias en general, y particularmente por las industrias del conocimiento”. Por ende, las restricciones arancelarias, retasarían el desarrollo del complejo industrial nacional, encareciendo sus operaciones y sus procesos de capitalización.

Lo que no se dice

Mañana nos saldrán a cruce diciendo que no es cierto. Bueno, demuéstrenlo con industria, tarea laboral real, desarrollo de cadena de proveedores, y fundamentalmente con precios finales.

Buscando y consultando montos y características para realizar la nota, nos encontramos con que la notebook más barata – y que según los expertos “no conviene comprar ahora” aunque es una “superoferta” -, asciende a los 215.000 pesos (580 dólares reales y U$S 1.015 a valor oficial). Pero ese no sería el mayor problema.

La dificultad real y por la cual la imposición de aranceles no sería exitosa, es que en Argentina no se producen los componentes de dichos dispositivos. Salvo algunas partes de caucho, plástico y aluminio, el resto de las piezas proviene de la importación; incluso pudiendo fabricarse en el país.

Por lo tanto, salvo en pequeñas unidades, las empresas nacionales (o instaladas en el país) cumplen la función de fase “terminal”, es decir ensamblan piezas importadas, y el porcentaje de integración de componentes nacionales es ínfimo. Por lo tanto, el producto de estas ensambladoras “compite” con el artefacto terminado que llega en contenedor.

Asimismo, los distintos Gobiernos han dejado a criterio de mercado la inversión necesaria para sustituir dichas importaciones. Se puede comprender que tal vez lo más difícil y costoso de desarrollar sean los mini procesadores y semiconductores (aunque Argentina tiene el potencial para hacerlo ahora mismo); pero es un tanto inconcebible que a esta altura, no se hayan puesto el foco en la fabricación de componentes de cara al desarrollo y diseño de una computadora nacional conveniente.

Allí radica entonces el problema central y de fondo. Lo ideal sería, anunciar un plan de desarrollo progresivo del sector, el cual se iría acompañando proporcionalmente con una política arancelaria mientras sea necesario. Al final del camino, quien desee una computadora extranjera por una nacional de similares características, podrá comprarla a un precio que no atente contra la industria local.

Expusimos aquí las notebooks y tablets porque tal vez sen los artículos de mayor conocimiento para el lector. Pero el “universo” de equipos informáticos aplicados a la industria, la producción y la prestación de servicios, son más grandes y complejos. Pero la lógica de fondo es la misma que hemos descripto: Argentina ensambla, arma el castillito; no fabrica las piezas del castillito.

La calificación, a calidad, los precios y la mano de obra calificada se desarrollan con conducción político industrial sobre el sector. Hay dos maneras para concebirlo: o lo hace el Gobierno para beneficio de la población; o lo hace el mercado para beneficio de sus mandamases.

Fuente: Boletín Oficial / CAMOCA / ADIMRA

Invitame un café en cafecito.app

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *