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Así nos planifican desde afuera I: litio y regalito

El Gobierno de Jujuy anunció dos proyectos vinculados al litio, cuya explotación y planificación principal quedará en manos de empresas multinacionales chinas. Un regalo para el mundo logístico estratégico.
Redacción
En los últimos quince días, ocurrieron dos cosas graves en Jujuy. Primero, la instalación de una multinacional china en la zona franca de Perico con el objetivo de fabricar baterías de litio para la exportación. La segunda cosa, es la firma para que la provincia reciba por parte de otra multinacional china, dos duplas para el ferrocarril que se alimentará con energía solar y propulsión a litio.
En el primer caso, el gobernador Morales cerró el acuerdo con la firma Gotion Inc.. Ésta se instalará en la Zona Franca de Perico – sur provincial -, para fabricar carbonato de litio y celdas para baterías. La planta comenzaría funcionar durante los primeros meses de 2023. En principio se abocará a la producción y exportación de carbonato; para luego transformar la línea de fabricación hacia las celdas de batería que luego se utilizarán en las sucursales de la empresa radicadas en Alemania, India y Estados Unidos.
Según se informó oficialmente, la iniciativa va en línea con “la línea de desarrollo tecnológico que propone el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA) para potenciar el material en el país”. Gotion es la quinta fabricante mundial de baterías de litio para la industria automotriz, además de ser comercializador internacional carbonato de litio grado baterías y celdas.
Para el segundo caso, el mismo mandatario provincial, celebró un acuerdo con la empresa CRRC Tangshan para recibir dos duplas para el tren que se alimentará de energía solar con baterías de litio. Según la crónica informativa oficial, la firma china “proveerá de tres cargadores para las mismas” (menos mal, sino sería como comprar un teléfono sin cargador). Además, cada una de ellas poseerá cabinas en ambos extremos y tendrá una capacidad máxima para 72 pasajeros. La formación podría alcanzar los 60 kilómetros por hora; y gracias a la propulsión a baterías de litio, podrá aprovechar al máximo la gran radiación solar que tiene Jujuy por su ubicación.
¿Cuál es la gravedad de ambos proyectos? Si bien en ambos se enuncia que la mano de obra que se tomará será “100% jujeña”, y será asistida con la capacitación y los medios suficientes, existen una serie de factores que los hacen contraproducentes.
En el primer caso, Argentina, abandona de entrada la posibilidad de planificar la explotación soberana del recurso para beneficio de su propia industria, al permitir que la materia prima se exporte con un mínimo de valor agregado y alimente la factoría industrial allende los mares. Además, la explotación del litio se destina como insumo para una tecnología que no necesariamente es conveniente para nuestro país: una cosa es un vehículo eléctrico en países donde las distancias a recorrer son de cortas a medianas; y otra realidad es para nosotros, donde las grandes distancias nos circundan.
Salvo que, se esté pensando en un producto para consumo preferencial, caro y para la ciudad. Eso lo hace menos conveniente todavía: es un crimen de soberanía estructurar una cadena de explotación de recursos estratégicos a gran gran escala para ser el primer eslabón de la cadena internacional, y que su producto final solamente llegue a un puñado de familias de nuestro país.
Respecto del segundo proyecto, la problemática posee una profundidad que el modelo económico reinante caracteriza de “estructural”, como que no tiene solución posible, y por lo tanto hay que hacer “lo que se pueda”.
Readaptar traza ferroviaria preexistente para fines turísticos y con una tecnología de propulsión no conveniente para las necesidades de transporte que Argentina padece desde hace medio siglo, es una falta de respecto a la historia del trabajo de nuestro pueblo. Constituye también un crimen de soberanía: readaptar en zona limítrofe un vector logístico para la región, con el fin de llevar gente a pasear, dejando de lado el transporte de cargas, y por ende, el vector de desarrollo y vinculación que el tren significa, no es más que un forma de entrega del patrimonio pero con moñito tecnológico. Máxime, teniendo en cuenta que cerca de allí, los Talleres de Tafí Viejo – Tucumán -, especializados en ferropartes están funcionando a un mínimo de capacidad potencial.
No es un chiste lo que encierran ambos proyectos. Por cuatro monedas y un poco de propaganda el Ejecutivo jujeño está entregando patrimonio natural y estratégico de la Nación y continúa cediendo territorio e infraestructura logística al extranjero.
Es decir, planifican nuestro futuro con nuestros recursos, territorio y trabajo. Los beneficiarios reales, estarán en China.

Fuente: Gobierno de Jujuy / Diario Río Negro

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