Desde hace un año a esta parte, y desde que comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania se dió con más intensidad, los alineamientos extra-dólar se vienen multiplicando, y ya no sólo es una medida que impulsan el gigante euroasiático y China. La propuesta está prendiendo en los países no europeos de segundo orden.

Redacción

Rusia y China ya utilizan rublos y yuanes para las transacciones comerciales. Este paso de abandonar el dólar como referencia de comercio exterior, implicará según los expertos, que otros países se sumen a este tipo de medidas; y que además, la moneda estadounidense va perdiendo paulatinamente valor en todo el mundo.

De hecho, el mandatario ruso, durante el Foro Económico Oriental, destacó el proceso de la desdolarización en la política mundial como tendencia contemporánea y señaló el creciente papel de los países de la región Asia-Pacífico en el mundo.

El ejemplo está dado por los acuerdos de gas natural entre la empresa rusa Gazprom y la china CNPC han firmado un acuerdo complementario sobre el comercio de gas natural en monedas locales, rublos y yuanes. Asimismo, Rusia y Turquía acordaron utilizar parcialmente los rublos rusos para el pago del gas, tras el encuentro de los mandatarios Vladímir Putin y Recep Erdogan en Sochi; y por otra parte, los bancos centrales de Rusia y la India negocian transacciones bilaterales en sus divisas nacionales.

Más allá del rol internacional que ha cobrado el gigante euroasiático en esta coyuntura de crisis energética, el hecho de que éste y China desestimen considerar al dólar como moneda de reserva, implica un desafío muy importante para la hegemonía comercial y financiera actual, porque nos e trata de dos países cualquiera, sino de dos de las cinco economías más fuertes del mundo.

En el caso ruso, es un gigante energético que posee un rol gravitante; y China, tal vez sea a esta altura, la principal potencia industrial del globo.

Si a ellos se sumara definitivamente la India, que también posee una presencia estatal fuerte y en materia económica se ubica entre los países líderes, significará que los países de tamaño medio – tanto de Asia como del resto del globo – opten por sumarse a estos nuevos alineamientos. De hecho, Turquía mira con buenos ojos, el entablar relaciones con sendos gigantes.

De crecer hacia ese lugar las relaciones comerciales y las cadenas de valor internacionales, es dable pensar que Asia, se convierta definitivamente en el centro gravitacional del planeta; tras varios siglos de protagonismo del mundo Noratlántico.

Veremos qué pasa. Esperemos, América Latina se integre verticalmente en sí misma. No sea cosa de salir de una relación de vasallaje hacia otra.

Fuente: SputnikNews