Según estimaciones oficiales, la oleaginosa viene generando buenos resultados y expectativas cuando recién se alcanzó la cuarta parte de la cosecha. Los rendimientos son menores que la campaña anterior, pero, se compensan con un aumento considerable de las hectáreas sembradas.
Redacción
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca informó que las proyecciones de resultados para la campaña de girasol son auspiciosas en comparación con los arrojado hasta el momento por los otros tres cultivos de escala internacional como son el trigo, la soja y el maíz. Según el parte informativo de la cartera, la oleaginosa alcanzaría en la totalidad de la campaña 2022/2023 un total de 5 millones de toneladas.
Esto implica un rango que supera a la campaña anterior en 1 millón de toneladas, teniendo en cuenta lo consolidado del ciclo 2021-2022 que fue de 4.000.000 de toneladas. La estimación publicada, obedece a la primera consideración oficial, aunque las entidades privadas que también realizan informes periódicos, dan números un tanto menores.
Las coincidencias se dan en el terreno del sentido común respecto del mercado del girasol, particularidades biológicas del cultivo y las regiones donde se produce. En el primer caso, si bien los valores por tonelada no son los mismas que el año pasado – a poco de desatarse la guerra entre Rusia y Ucrania -, los mismos rondan en un promedio de 1.200 dólares por tonelada, contra los 1.450 de promedio que cotizó el año anterior.
El segundo aspecto, obedece a que el girasol naturalmente es más resistente a las deficiencias hídricas dadas las características específicas de la planta. De allí que el famoso desarrollo de las líneas de transgénicos HD4, deriven de un gen del girasol que se incorpora a la estructura de los otros cultivos, como ser la soja, trigo y maíz, que ya tienen recorrido y aplicación en Argentina.
El tercer factor, fue que en las zonas donde se realiza principalmente el cultivo del girasol, fueron las menos afectadas por la falta de lluvias; o los niveles de precipitaciones fueron más elevados al promedio general dentro de un contexto de sequía.
Los tres elementos fueron tenidos en cuenta por los productores, fundamentalmente los que están situados por fuera del centro de gravitación de la zona núcleo. Además, el girasol es – tal vez -, el cultivo con mayor espectro en periodo de producción. En la zona sur, La Pampa, provincia de Buenos Aires, y algunas áreas santafesinas y cordobesas, el cultivo se realiza durante en invierno, para ser cosechado a partir del mes de enero y febrero. Sin embargo, en el NOA, la siembra finalizó durante la última semana de enero; por lo cual las proyecciones, recién se están realizando en función de la cantidad de hectáreas sembradas en comparación con los rendimientos promedio.
Así, hasta el momento, el total país da como resultado, 2.300.000 hectáreas implantadas. Los rendimientos hasta el momento, son un tanto más bajos que la campaña anterior. Con aproximadamente, 550 mil hectáreas cosechas entre Chaco y Santa fe, se están dando rindes que oscilan entre 12,2 a 16,4 quintales por hectárea. Es decir, de 1,2 a 1,6 toneladas.
Fuentes: SAGyPN / Télam / BCBA