Según un informe publicado por la autoridad agropecuaria del gigante asiática, la planificación de ese país, está orientada a aumentar su producción local y dejar de depender del mercado internacional. Para ello, impulsa y proyecta una serie de iniciativas para contener, asistir y darle precio sostén a sus propios productores.

Redacción

El objetivo de Pekín radica en poder controlar la influencia y variaciones de las cadenas de suministro internacional y las tensiones comerciales con Estados Unidos. Para ello se propone para 2025, aumentar en un 40% su producción nacional de soja y alcanzar la autosuficiencia respecto de ese cultivo. El principal proveedor de la oleaginosa que poseen es Argentina y en segundo lugar se encuentran los estadounidenses.

Con el objetivo de alcanzar los 23 millones de toneladas de soja que consume cada año, un 40% más de lo que se produce actualmente en ese país, confeccionó un plan quinquenal de agricultura, revitalizar su actividad nacional en el sector, dotar de seguridad a los cultivos, y reducir la dependencia comercial con Estado Unidos. La crisis interna se manifestó, habida cuenta de que una nutrida porción de los productores chinos abandonaron la soja para producir maíz, dado que el cereal posee mayor cotización.

Por lo tanto, según informó el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, el plan quinquenal agropecuario, planea la utilización de tierras específicamente para el cultivo de soja; ampliar los programas de rotación de soja y maíz; y se centrará en aumentar el rendimiento de la semilla oleaginosa durante el período 2021-25.

Asimismo, Pekín también ampliará la superficie de cultivo y producción de colza y el maní, para satisfacer la creciente demanda de aceites de cocina y proteínas. La producción de colza aumentará un 29% a 18 millones de toneladas, mientras que la producción de maní llegará a más de 19 MTn, frente a los 17,99 Mtn de 2020.

Fuente: Gobierno Chino