Hay que prestar atención desde Nuestra América, de cara a buscar alternativas de integraciones logísticas regionales que potencien entre países sus aparatos productivos, mercados internos e incluso, tratados conjuntos de comercio exterior, y dejar de depender de las multinacionales exportadoras de siempre. No son tontos los rusos, miren lo que están haciendo en conjunto con Irán, la India y Azerbaiyán.
Redacción
La Federación Rusa continúa avanzando en la construcción de redes logísticas para afianzar su posición en Asica Occidental y Central, África, y Europa. A través del ramal ferroviario Rasht-Astara que forma parte del corredor de transporte internacional Norte-Sur, ese país avanza en una integración regional que le permite consolidar su posición geopolítica en la región, y consolidar su ecuación económico productiva con sus países socios y aliados.
El mencionado ramal, desempeña un papel clave en el desarrollo de las infraestructuras de transporte entre Europa y Asia. El tendido pasa por Irán, el mar Caspio y Rusia, conectando la India con el mar Báltico y facilitando el comercio internacional y el tránsito de mercancías. En el mapa que se encuentra más abajo, el trazado se encuentra marcado con color rojo.
Asimismo, como complemento del transporte ferroviario, el corredor de transporte también incluye rutas por carretera y por mar. Tres rutas principales apuntalan al ferrocarril: la occidental (a través de la República de Azerbaiyán); la oriental (a través de la República de Kazajistán y Turkmenistán, en Asia Central); y la transcaspiana (utilizando el ferrocarril y los puertos del mar Caspio).
Específicamente para el tramo Rasht-Astara, la longitud total de este tramo ferroviario es de aproximadamente 164 kilómetros. Según las autoridades rusas, es el último ramal de la ruta occidental del corredor Norte-Sur, necesario para el pleno funcionamiento del ferrocarril en toda la ruta. Una vez finalizada su construcción, será posible organizar el tráfico de contenedores desde la ciudad puerto iraní de Bandar Abbas —situada en el sur del país, en el golfo Pérsico— con transbordo de contenedores o reubicación de vagonetas en la estación de la ciudad azerí de Astara, fronteriza con Irán en el este.
En 2005, Azerbaiyán, Irán y Rusia firmaron un acuerdo sobre la construcción de la carretera Qazvin-Rasht-Enzeli-Astara, que conectó las partes nórdicas con la oriental de Irán. En 2022, se habían construido y estaban en funcionamiento algunos tramos de la carretera Qazvin-Rasht (dos ciudades iraníes en el norte) de 205 km de longitud.
La construcción del ramal Rasht-Astara, viene siendo impulsada por los tres países con distintos mecanismos, acuerdos y programas de financiación. Según la fuente, en 2018, Bakú concedió a Teherán un préstamo en condiciones favorables de 500 millones de dólares para este fin. A mediados de octubre de 2022, los mismos tres Estados firmaron un acuerdo para lanzar este ramal que une a la ciudad azerbaiyana de Astara con la iraní Rasht (en el noroeste).
El 17 de mayo de 2023 se firmó un acuerdo ruso-iraní sobre la construcción conjunta de este tramo. Rusia concedió un préstamo de 1.407 millones de dólares para la construcción de esta línea. Según las autoridades rusas, se estima que para 2030, el tráfico de mercancías por ese ramal, ascendería a 15 millones de toneladas.
El corredor de transporte Norte-Sur irá desde el puerto indio de Bombay (oeste) hasta el iraní de Bandar Abbas, en el golfo Pérsico (donde también participa el Sultanato de Omán). El ferrocarril Astara-Rasht-Qazvin se está construyendo como parte del proyecto. Estiman que la nueva ruta será una alternativa más barata y corta que la ruta a través del canal de Suez.
Fuente: Russia Today