Aunque el agua es abundante en el planeta donde vivimos, solo una pequeña parte de ella es apta para el consumo humano, razón por la que es uno de esos recursos naturales sobre los que siempre se resalta la importancia de su cuidado. Asimismo, ante su posible agotamiento, cada vez se estudia e investiga más sobre posibles reservas de agua.
Por Matías Reynoso
Unas de las principales fuentes de agua apta para el consumo humano son las reservas de agua dulce. Contrariamente a lo que se podría creer, estas no se encuentran en los enormes glaciares, sino bajo tierra. Nuestra región tiene la suerte de contar con una de las reservas de agua dulce bajo la superficie de la tierra más grandes del planeta: el Acuífero Guaraní.
Tiene una superficie de 1,194,000 km2 y una profundidad que varía entre las pocas decenas de metros, hasta más de 1,500m. Además, contiene aproximadamente 30,000 km3 de agua.
Debido a ello, estudios recientes la consideran como la tercera reserva de agua más grande del mundo. Sin embargo, no es importante solo para los humanos, sino que también tiene un rol determinante en el ecosistema de la región, así como en la agricultura de la zona.
Por si fuera poco, el recurso hídrico que se encuentra en ella se considera de alta calidad por contar con una baja salinidad y poca presencia de contaminantes. Eso sí, ocupando un área tan grande, la calidad puede variar en distintos lugares. Pero en los mejores de ellos el agua es apta para el consumo incluso sin procesos de por medio.
Desde el punto de vista del cambio climático el Acuífero Guaraní también se perfila como un elemento vital en la preservación de un recurso escaso. Después de todo, el agua potable representa solo el 3% de la superficie del planeta en comparación a los mares, que ocupan el 97%, pero no son aptos para el consumo de las personas.
¿Qué países se benefician del Acuífero Guaraní?
Son 4 los países de la región que tienen acceso a la tercera mayor reserva de agua subterránea del mundo: Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
Entre los cuatro, es Brasil el país con mayor acceso al Acuífero Guaraní. Así que, si bien obtiene mayores beneficios, también tiene una mayor responsabilidad en cuanto a su preservación y adecuado uso de recursos. Le sigue Argentina, que hace uso de las grandes reservas de agua no solo para abastecer sus ciudades, sino también para potenciar su agricultura.
Después tenemos a Paraguay, que utiliza el acuífero para desarrollar su industria de energía hidroeléctrica y también su agricultura. Por último, Uruguay, que, a pesar de ser la más pequeña de las cuatro naciones, aprovecha el agua para proveer a sus pobladores y agricultores.
Por supuesto, todos los países deben colaborar para asegurarse que la reserva pueda seguirlos beneficiando a futuro, así como para enfrentar desafíos entre los que se incluyen la sobreexplotación de sus recursos y la contaminación por actividades agrícolas o industriales que se desarrollan a su alrededor.
Fuente: Noticias Ambientales / Nodal