A causa de una de las disposiciones de Economía y el BCRA previo al tour con rodilleras por China, la provincia más grande de nuestro país, quedará desabastecida de bienes e insumos básicos a partir del 16 de junio. ¿Se puede ser tan inútil?
Por Pablo Casals*
A nivel nacional todavía no ha tenido demasiada repercusión, pero no se puede tapar el sol con las manos demasiado tiempo. La empresa chilena de transporte por agua, Transbordadora Austral Broom S.A. (TABSA), que realiza mediante barcazas los cruces en el Canal de Magallanes desde Tierra del Fuego al continente, anunció que a partir del 16 de junio no aceptará más pesos argentinos a los transportes de cargas que deban utilizar sus servicios.
El Gobierno argentino intenta llevar el tema sin hacer mucho espamento dada su nula preocupación y o planificación del mismo. En un conflicto que va escalando desde hace años por diversas razones, pareciera tener un punto de inflexión.
TABSA argumenta que, a raíz de la nueva disposición del Banco Central que limita la entrega de dólares, no han recibido pagos de las empresas transportistas en los últimos 40 días, por lo que actualmente se acumula una deuda que ronda los 2 millones de dólares. Así las cosas, la firma sólo aceptaría pagos con dólares, pesos chilenos, tarjetas habilitadas para operar de manera internacional.
Hay varias cosas para desarrollar sobre el tema. Intentaremos ser concretos.
El paquete de medidas implementado antes del tour por China por parte del “superministro” casi presidente, pero mandatario muleto en funciones y pre-candidato ma non tropo, Sergio Massa, generó un sin número de problemas en el funcionamiento de las cadenas de producción nacional que – para variar -, sólo afecta de fondo al trabajo y las familias argentinas. Ninguno de los “grandes intereses perjudiciales para el país” que dijo querer restringir con el mencionado paquete”, afecto a esos “intereses perjudiciales”.
De hecho, apagó el fuego con nafta. Una de las medidas estableció a través del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que las empresas de transporte que requieran dólares para pago y cobro de obligaciones en el exterior, deberán esperar 90 días corridos luego de la fecha de facturación para hacerse de las divisas.
Chile, es el exterior; y el cruce por la barcaza que opera TABSA se hace por territorio chileno, tanto para ir hacia la isla como para volver hacia el continente. Es más, fuentes de Tierra del Fuego estimaban que en total, sólo para abastecer la provincia y dar cobertura a las distintas actividades económicas, existe un flujo de 2.400 camiones por semana entre ida y vuelta.
No hace falta aclarar, pero entre esos camiones además de insumos y combustibles, también van alimentos, productos de higiene y limpieza, y medicamentos para prácticamente 200 mil habitantes.
Concretamente, Tierra del Fuego está a las puertas del aislamiento por desabastecimiento de bienes básicos, por una mora en la cadena de pagos de 2 millones de dólares. Una ganga, comparando con los gastos de representación de la comitiva con rodilleras, que se paseó entregando patrimonio nacional por el gigante asiático la semana anterior.
También se puede hacer una enérgica queja diplomática al gobierno de Boric, dado que la arbitraria medida de una empresa chilena, generará conmoción social en la provincia más grande de nuestro territorio nacional.
Pero una de dos: o al mandatario chileno también lo pasan como alambre caído, o manda a su cuerpo diplomático a tomarnos el pelo. Según la fuente, el Consulado de Chile en Río Grande aclaró que la nueva disposición de TABSA no afecta a vehículos particulares, quienes podrán seguir pagando con pesos argentinos. Es decir, los fueguinos podrán escapar de la isla si así lo desean.
Según el Gobierno de Tierra del Fuego, se están llevando adelante gestiones ante el Banco Central de la República Argentina, y ante el Consulado General en Punta Arenas, con la colaboración del Ministerio de la Producción y Ambiente de la provincia y de la Secretaría de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales, para que empresas transportistas puedan regularizar sus pagos a TABSA por el cruce de camiones a la isla.
Es decir, hay que pedirle por favor al BCRA y al “superministro”, que modifiquen un par de disposiciones, así nuestra principal provincia en términos geopolíticos, no queda desabastecida dentro de 10 días.
La condición argentina de sumisión ante cualquier tema que afecte la soberanía en sus territorios y la seguridad de su población, es alarmante.
Tanto el Canciller, como el Ministro del Interior y el de Economía, con el Presidente a la cabeza, tendrían que salir ya mismo a Santiago a pegar un par de puteadas como mínimo. Se supone que el Embajador argentino en la Capital chilena, Rafael Bielsa, la hizo los primeros pechazos.
¿Usted está diciendo que no hay que pagar la deuda con la balsa, Editor? No. La deuda hay que pagarla porque es un vuelto. Lo que no puede permitirse jamás, es que una empresa privada que ya de por sí tiene de rehén a toda una provincia desde hace cuatro décadas, resuelva por un problema de flujo de caja, dejar aislado a la mitad de nuestro territorio nacional.
La solución de fondo para esto es que Argentina realice de una vez por todas, el cruce por aguas nacionales desde el continente hasta la isla, y tal como lo marca la legislación que lo ordena: por la distancia más corta. Es decir: desde Cabo Vírgenes hasta Cabo Espíritu Santo.
Lo que está ocurriendo es estos días en Tierra del Fuego es una bajada de pantalones tan grande como permitir que a los argentinos nos pidan pasaporte internacional para entrar a Malvinas.
Imperdonable.
*Editor Responsable de Chasqui Federal Noticias. DNI 25.554.396.
Fuente: Gobierno de Tierra del Fuego / Consulado de Chile / Crítica Sur