Uno tras otro, los distintos sectores de la producción se van pronunciando respecto de la aplicación gubernamental de los tipos de cambio específicos. Ahora lo hizo toca al sector forestal.

Redacción

Y siguen las firmas…. Ahora, tras algunas referencias del secretario de Agricultura de la Nación, la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) reclamó la implementación del “dólar madera”. De esta forma, un nuevo sector de la producción se suma al encadenamiento de solicitudes de tipos de cambio específicos para su actividad. Algo que no nos extraña en absoluto. Desde que se anunció la primera edición del famoso “dólar soja”, era lógico que esto sucediera.

Así, desde la Federación que nuclea a la mencionada actividad que tiene como epicentro principal a las provincias mesopotámicas y parte del noreste argentino, expresó que varios segmentos de la cadena detuvieron su actividad o disminuyen sus ritmos de producción al estar limitados por la imposibilidad de importar insumos y materias primas, o directamente, no poseer precios competitivos tanto para el mercado interno como para la exportación.

El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, mantuvo su postura al respecto. Argumenta que los tipos de cambio específicos son de aplicación temporal y estacional; y que las economías regionales como la forestal, poseen ciclos anuales. Sin embargo, ni este sector ni otros de pequeña o mediana escala, encuentran solución en la conformación y mantenimiento de una matriz de costos, que requiere al menos de mercados.

Si bien no es lo que piden los sectores que encadenadamente están solicitando tipos de cambio específicos, no creemos que ninguno reniegue de un repunte del mercado interno; baja de los costos energéticos y logísticos; y cierta previsibilidad al menos a tres o cinco años vista.

Los principales reclamos del sector forestal son similares al resto de las actividades: un dólar diferencial para destrabar el segmento exportaciones y la quita de retenciones al respecto que para la actividad forestal es del 4,5%. Según FAIMA, las condiciones vigentes hacen correr en desventaja respecto de sus pares de Brasil y Paraguay hacia los principales mercados de exportación que son Estados Unidos y Asia.

Piden también la exención de obligaciones patronales por 6 meses, y la regularización de la importación de insumos que se utilizan como parte del proceso productivo y agilizar los pagos en el exterior. Al mismo tiempo, piden un programa de consumo subsidiado para aplicación en el mercado interno, como pueden ser los “Ahora 12” o similares.

Por otra parte, tanto en la foresto industria como en el segmento muebles, los números que fueran alentadores durante 2020 y 2021, están mostrando signo negativo en el año que ya finaliza.

Desde esta Redacción vemos repetirse los argumentos en la medida que repasamos cada sector. Consideramos que el Gobierno nacional no está ajeno a los mismos. Tal vez sea de conducir en forma estatal la distribución en centros de consumo como forma indirecta de subsidiar la producción.

No hay otra forma.

Fuentes: SAGyPN / FAIMA / EconoMis