México rompió relaciones con Ecuador tras el operativo policial en su embajada en Quito para capturar al exvicepresidente Glass durante la madrugada del 6 de abril. Ecuador adujo abuso “de inmunidades y privilegios”.
Redacción
Tras la irrupción de la Policía de Ecuador en la Embajada de México con sede en Quito, con el objetivo de capturar al ex vicepresidente Jorge Glass, el presidente centroamericano, López Obrador ordenó la suspensión de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Glass, ocupó la vicepresidencia de Ecuador entre 2013 y 2018, fue condenado por la justicia ecuatoriana por corrupción y se encontraba refugiado en la embajada mexicana desde diciembre, tramitando el asilo político para llegar a ese país.
El mandatario mexicano, caracterizó la situación como “una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”. López Obrador confirmó que “policías de Ecuador entraron por la fuerza a nuestra embajada y se llevaron detenido al exvicepresidente” Glas.
Más tarde, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, anunció que “en consultas con el presidente López Obrador, ante la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador, México anuncia el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador”.
Bárcena, consideró asimismo que, ante un hecho sin precedentes, Ecuador violó la convención de Viena, por lo que acudirán a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y a todos los organismos multilaterales “porque lo ocurrido es insólito, es algo que no tiene ningún precedente en la historia diplomática”. Además, informó que de inmediato todo el personal diplomático de la embajada de México en Quito abandonará el país, por lo que espera que Ecuador ofrezca las garantías necesarias para la salida del personal mexicano.
Bárcena señaló que “estamos en un retroceso en las relaciones internacionales (…) Estábamos conversando con Ecuador el tema de la migración bajo una mirada regional, pero Ecuador está en una situación gravísima en la que no se puede colaborar.
El asalto a la embajada de México en Quito ocurrió horas después de que el gobierno de López Obrador informara que le había concedido asilo político a Jorge Glass. La canciller manifestó al respecto que “el derecho de asilo es sagrado y estamos actuando en congruencia plena con las convenciones internacionales”; por lo que las autoridades mexicanas aguardaban que el gobierno de Ecuador dispusiera del salvoconducto a la brevedad posible.
Sin embargo, el gobierno del presidente Daniel Noboa rechazó entregar el salvoconducto para que el exvicepresidente pudiera viajar a México, y horas después se produjo el incidente en la sede diplomática en Quito.
En un comunicado de la presidencia de Ecuador confirmó la detención de Glass y precisó que el exvicepresidente había sido “puesto a las órdenes de las autoridades competentes”; además de acusar a la embajada mexicana de haber “abusado de las inmunidades y privilegios” y denunció que el asilo diplomático concedido a Glass era “contrario al marco jurídico convencional”.
“Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad”, asegura el comunicado oficial del gobierno ecuatoriano.
Desde la oposición, Luisa González, ex candidata a la presidencia de Ecuador por la RC5, denunció que Glass ha sido secuestrado y llevado a una cárcel de máxima seguridad, después de ser torturado; aunque esto último no se ha podido confirmar al cierre de la presente edición.
Fuente: Gobierno de México / TeleSur / Resumen Latinoamericano