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Si bien el informe de INDEC arroja cifras malas, las mismas son desastrosas si se analizan en el contexto del último año y fundamentalmente desde agosto de 2023. Despidos, salarios a la baja, y un derrumbe que por el momento no tiene piso.

Redacción

El pasado viernes por la tarde, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), publicó el informe sobre el Índice de Salarios de por el mes de marzo del corriente año. El mismo arrojó que los salarios subieron un 10,3% en el tercer mes del año, por debajo de la inflación del mismo período que llegó al 11%.

Según los segmentos que analiza el organismo estadístico, el Índice de Salarios se compuso de una suba del 10 por ciento en el sector privado registrado; 11% en el sector público y 9,7 por ciento en el sector privado no registrado.

Más allá de que la cifra oficial desmiente los dichos oficiales respecto a que durante marzo los sueldos “le ganaron a la inflación”, lo analistas aseguran que una de las medidas de intervención directa del Ejecutivo Nacional sobre los procesos paritarios, está marcada por la poca diferencia que existió entre los segmentos analizados. Usualmente, los salarios del sector no registrado, figuran considerablemente a la saga tanto del privado registrado como del sector público.

En cuanto a los guarismos del primer trimestre, INDEC especificó que el índice acumuló una suba del 45,5% comparando con diciembre de 2023. Tal porcentaje deriva de subas de 50,5 por ciento entre los trabajadores formales del sector privado; del 43,2% para los empleados estatales y del 29,1 por ciento en el sector privado no registrado.

En el recorte del trimestre, se visualiza la lamentablemente tradicional diferencia entre los tres sectores, pero fundamentalmente entre el trabajo formal del informal.

En cuanto al análisis de los últimos 12 meses, el Índice de Salarios registró una suba de 200,8 por ciento en lo general. A esto corresponden, el 231,7 por ciento en el sector privado registrado; 183,7 por ciento en el sector público; y 129,2 por ciento en el sector privado no registrado.

Los datos cobran dimensión concreta si se los compara con la inflación acumulada en el mismo periodo: 287,9 por ciento. Es decir, hubo una pérdida del 87% en términos generales; pero si se lo analiza respecto del sector asalariado privado no formal, las misma es del 158,7% a la baja.

El poder adquisitivo

En cuanto al “poder de compra” o “poder adquisitivo” del salario, las cifras son preocupantes, aunque los números no parezcan tan grandes. INDEC muestra que los salarios perdieron su poder de compra en el último año, un 22,5 por ciento.

El organismo, también muestra que dicha erosión se pronunció definitivamente a partir de diciembre de 2023, con la fuerte devaluación del dólar oficial en diciembre y su traslado al precio de los alimentos. A eso se sumó la desregulación de combustibles, telecomunicaciones, y la quita de subsidios en servicios públicos transporte, gas, luz, agua que terminaron por hundir el poder de compra de los salarios, entre otros factores.

Mirando los sectores, vemos que INDEC marca que para los empleados formales del sector privado la pérdida real en los últimos 12 meses fue del 14,5 por ciento. Para los trabajadores estatales la misma llegó al 27 por ciento en términos reales. En el caso de los no registrados – un sector con escaso poder de negociación frente al empleador – el deterioro llegó al 41%.

Pérdida de empleo

Según un informe publicado por el responsable del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma – Luis Campos -, con base en datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), entre los meses de diciembre de 2023 y febrero del corriente año, perdieron su trabajo 63.000 personas.

El documento, indica que la caída del empleo comenzó en agosto pasado. Consigna que entre ese mes y noviembre inclusive, la cifra acumulaba algo más de 35.000 empleos. Por lo tanto, tomando el periodo agosto de 2023 y febrero 2024, se acumularon algo menos de 100.000 empleos.

Campos aseguró que según lo que consigna el SIPA, “el empleo registrado en el sector privado acumula seis meses consecutivos de caída”; y que “en poco tiempo va a ubicarse en los niveles de principios de 2018”. “Con una caída en la industria y en la construcción de entre el 20% y el 40% las perspectivas son muy complicadas”, sostuvo el economista a través de una serie de publicaciones en redes sociales.

Campos también especifica que la mayoría de los empleos perdidos entre los meses mencionados los acumuló el sector de la construcción y rubros asociados con 72 mil puestos de trabajo. Además, a febrero, la industria acumulaba 8.000 empleos perdidos.

El analista de CTA, afirmó que otro sector que no encuentra piso es el empleo registrado en casas particulares, ya que dentro del trabajo formal es el que tiene peores condiciones laborales y el que más está padeciendo el ajuste en el mercado laboral.

Por último, agregar que estas cifras de empleo se refieren al sistema estadístico de la cartera de Trabajo de la Nación, sea tanto por el SIPA, como por el índice que elabora la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de la mencionada cartera nacional.

Fuentes: INDEC / SIPA / CTA Autónoma

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