Según las fuentes consultadas, todo apunta a una victoria del “Apruebo” que consagre el cambio del periodo iniciado con las movilizaciones sociales de octubre de 2019. El domingo 4 de septiembre, 14 millones de chilenas y chilenos inscritos automáticamente en el padrón electoral, y por primera vez con voto obligatorio aprobarán o rechazarán la Propuesta de Nueva Constitución.
Redacción
Por primera vez en la historia del país sudamericano, se adoptaría una Carta Magna redactada por 154 miembros de una Convención Constitucional elegida directamente por la ciudadanía, paritaria y con representantes de los pueblos originarios. Está en juego el fin de la Constitución impuesta en Dictadura (1980) y cuyos cerrojos impusieron la continuidad del modelo neoliberal-extractivista e instalaron un sistema político de democracia limitada.
Según el informe, por un lado la campaña del “Rechazo”, ligada a los sectores de l derecha conservadora y liberal chilena, estaría desarrollando principalmente campañas de impacto comunicacional en los medios masivos del país trasandino. Sus ejes estarían dados por el desprestigio hacia los miembros de la Convención Constitucional, adquiriendo ribetes racistas y clasistas. En el sector opositor a la Propuesta de Nueva Constitución (PNC) están los partidos tradicionales, llamados de centro-derecha: Renovación nacional, Unión Demócrata Independiente y Evopoli. A ellos se agregaron los nuevos partidos de ultraderecha, Republicanos y el Partido de la Gente que se niegan a cualquier cambio constitucional. También la democracia cristiana.
Por el lado del “Apruebo” hacia la PNC, se nuclean los sectores denominados progresistas, vinculados o cercanos al presidente Boric: movimiento feminista, estudiantil, educadores, profesores, No+AFP, pobladores, organizaciones en los territorios, pueblos originarios, por los trabajadores de la salud, por los científicos, las organizaciones de derechos humanos, los trabajadores de la cultura, entre otros.
Son los sectores que han incorporado a la propuesta constitucional, ejes que – según el informe – cambian “el marco de las relaciones entre Estado y sociedad, incorporando los derechos sociales a la salud; a la educación; a la seguridad social; a una vivienda digna; la paridad, reconocimiento de diversidades y por la reconciliación de Chile con su carácter plurinacional, crea las condiciones para terminar con el extractivismo neoliberal y las zonas de sacrificio fijando como objetivo combatir la crisis climática. Abre también la puerta al fin de la corrupción y la impunidad de las elites y con las iniciativas populares, la participación y mayor autonomía en las regiones y comunas, terminan con el sistema político de democracia restringida de la actual constitución”.
Una de las principales incógnitas que se abren para el domingo próximo, es el comportamiento de los tres a cuatro millones de nuevos electores que se agregarán a los participantes en la elección presidencial de diciembre del año pasado, producto del nuevo régimen de inscripción automática y voto obligatorio. El Servel (sistema estatal chileno electoral) señala que más de 12 millones de electores han verificado el lugar en que les toca votar.
Basados en los antecedentes electorales recientes, más la movilización social que inundó al hermano país en los último tres años, se estima que triunfará la propuesta del “Apruebo”. Las consultoras y encuestadoras privadas, ponen en duda dichos antecedentes y operan sobre las deficientes garantías de transparencia que podrían tener los comicios.
No queda más que esperar a los resultados del domingo.
Fuente: ALAINET (en base el trabajo de Marcelo Solervicens)