Uruguay pretende realizar tratados de libre comercio por fuera de las decisiones comunes que deben tomar los demás países. El nudo de la cuestión y quién está detrás; aquí.

Redacción

Un conflicto de estas características estaba al caer en el bloque regional. Primero por la voluntad de Estados Unidos, Gran Bretaña y sus socios de no permitir la integración vertical regional de nuestros países, con el objeto de continuar teniendo influencia sobre nuestros territorios, recursos y mercados internos. Segundo, por el rol que ocupa Uruguay en el MERCOSUR y el formato que está tomando el bloque, donde Brasil ha constituido en economías subsidiarias a sus socios regionales. Tercero, porque el liberalismo conservador de Lacalle Pou manda que debe volver a la tradición de la oligarquía uruguaya y atarse al capital inglés.

Así, durante la semana, nuestro hermano país, presentó la solicitud de ingreso al Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP). Lo hizo ante el ministro de Comercio y Crecimiento de las Exportaciones y responsable de Industrias Primarias de Nueva Zelanda.

Desde la cancillería uruguaya se informó que los puntos coincidentes y de interés están vinculados a las políticas del área agrícola-ganadera. Lacalle Pou comunicó también que dada la agenda común con Nueva Zelanda, es un buen momento para recuperar las relaciones bilaterales. El llamado Acuerdo Transpacífico, tiene como socios a Canadá, Australia, Brunei, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

Pero la iniciativa uruguaya fue vista con malos ojos en el MERCOSUR. Las normas del bloque sólo permiten a los países miembros, negociar en conjunto acuerdos de libre comercio con otros países, y se vetan las negociaciones individuales.

Naturalmente, las quejas elevadas por Argentina, Brasil y Paraguay están dirigidas a los diferenciales arancelarios que el CPTPP conllevaría. Al respecto, el mandatario uruguayo dijo que al país lo “asiste el derecho internacional”; y que avanzará con el trámite. Lacalle Pou señaló que las autoridades de Uruguay han sido “muy frontales en el mano a mano” con los demás países miembros del MERCOSUR, y que el tema será puesto sobre la mesa durante la LXI Cumbre del Mercosur que se llevará adelante en Montevideo la próxima semana.

Argentina, Brasil y Paraguay, por su parte, avisaron que se concretarse la petición, avanzarán en la aplicación de adoptar medidas de represalia en caso de que insista en negociar un acuerdo de libre comercio fuera del bloque.

El MERCOSUR, o cualquier tipo de agrupamientos no es bueno o malo en sí mismo. Sino que depende de la política trazada por el mismo. Uruguay viene manifestando que no le sirve tal como está planteado. A Argentina tampoco le conviene del todo; y ni hablemos de Paraguay. La resignación de tener que exportar a Brasil la mayor parte de nuestra producción sin valor agregado, no es lo que nuestro país necesita.

El MERCOSUR deberá cambiar su idea de integración regional, o ampliar el órgano al menos a todos los países del cono sur. De lo contrario, seguirá atada negativamente a Brasil.

Fuentes: MERCOSUR / El País