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La tenemos con la pesca estos días; no es para menos. Hace cerca de una semana, en medios españoles fue publicada una nota respecto de la flota china en nuestra milla 201, y la entrega formal de soberanía que se estaría tramando desde algunos sectores, bajo el discurso de “más trabajo para el sector y entrada de divisas”. Algo que favorecería a los españoles, pero parece estarían quedándose afuera de la discusión.

Redacción

A juzgar por el ruido, debe haber mucho movimiento “adentro”, en los círculos específicos de las empresas, servicios y demás actores asociados o vinculados a la actividad pesquera tanto de nuestro país como del resto del mundo. Es lógico además que sea en esta época: comienza la época de la zafra más rentable y la de mayor conflicto geopolítico: la del calamar.

Se sabe, y más allá de lo que se encarga de negar el Ministerio de Defensa, que la pesca ilegal además del saqueo sobre los recursos genuinos del Mar Argentino, implica una “competencia desleal” para el negocio pesquero internacional con intereses en el Atlántico Sur, que preferirían que la actividad además de tolerarse, se regule y se le otorguen servicios.

¿Quiénes son las voces que más fuerte se alzan a favor de que Argentina entregue formalmente su soberanía pesquera? Por un lado, España, cuya sociedad con Gran bretaña y sus licencias pesqueras por 25 años, no alcanzan a contrarrestar el poderío chino, taiwanés y coreano en materia logística. Por el otro, un sector de la cadena pesquera alojada en las costas del Golfo San Jorge (Chubut y Santa Cruz), impulsados políticamente por el SER – partido provincial de Santa Cruz -, cultores de la rama del justicialismo forjada en la década del 1990: aquella que levantando las banderas del trabajo y la justicia social, no tiene ningún empacho en entregar la soberanía política e independencia económica del pueblo y la nación Argentina.

En lo que sigue, iremos repasando el artículo, publicado el pasado 13 de enero por el medio español Faro de Vigo titulado “Estibadores argentinos presionan para crear un “hub” logístico para la flota ilegal que pesca en milla 201”.  La misma también fue replicada en un par de portales argentinos, entre ellos NuestroMar. Vamos a repasar la nota, e iremos destacando en negritas los pasajes textuales del mismo.

Faro de Vigo menciona la problemática que sufrimos los argentinos, dado que “a 200 millas náuticas de tierra (370 kilómetros), centenares de poteros de bandera asiática faenan sin control capturando el calamar del Atlántico sudoccidental, tanto en aguas malvinas, como argentinas e internacionales. Una depredación sin control alguno que lleva años siendo denunciada en el país sudamericano, especialmente desde su sector pesquero, en el que participan más de 60 buques de capital gallego de empresas como Iberconsa, Nueva Pescanova, Videmar, Vieirasa”.

El reciente pasaje tiene dos o tres perlitas para comentar, y conocer cómo desde dónde geopolíticamente nuestro Atlántico Sur. Por un lado, los españoles como socios leales a la Corona británica diferencian entre aguas internacionales, argentinas y aguas de Malvinas, como si no pertenecieran a nuestro país; como si las mismas no estuvieran invadidas. Por el otro lado, denuncia que esa faena ilegal perjudica a capitales españoles que pescan legalmente en nuestras aguas. Lo cual es verdad y con asiento preferencial en la provincia de Chubut.

El problema de los españoles es con los chinos. Días atrás, el mismo diario, publicó un extenso informe sobre la “colonización china” de la costa atlántica africana; en referencia a los capitales del gigante asiático que se asentaron en los enclaves portuarios y están realizando obras de infraestructura y capacidad operativa. En este caso, los chinos compiten contra los súbditos de la corona española por el pescado y la logística pesquera. De hecho, la “ventaja comparativa” española, es que al tener asiento operativo en Argentina – tanto en Chubut y Puerto Rosales, como en los puertos invadidos por Inglaterra en Malvinas -, “aventajan” relativamente a los chinos, que deben movilizar una gran flota tanto de pesca, como de factoría, refeer y abastecimiento.

Siguiendo con el artículo, los españoles dicen que todos los pescadores ilegales, es decir, los propios, los chinos, coreanos y taiwaneses, “podrían acabar accediendo a muelles de Argentina. Al menos eso es lo que pretende la Cámara de Trabajadores del Golfo San Jorge, estibadores de cuatro puertos del sur del país que urgen la creación de un corredor para hacer de hub logístico para atender a estos buques, en especial a los asiáticos, que ahora utilizan el puerto uruguayo de Montevideo”.

No se trata de un rumor, la manifestación pública del sector existió y las reuniones también. De hecho, varios actores de la cadena pesquera han dejado entrever la posibilidad de darle asiento de reparaciones a la flota china que saquea nuestros mares, como manera de contrarrestar al puerto de Montevideo, enclave que hoy presta esos servicios a los asiáticos junto con los invasores ingleses, mientras construye sus propios talleres navales en costas africanas.

Los estibadores, con apoyo de la oposición a la gobernadora Kirchner – el diputado por Santa Cruz, Claudio Vidal (SER) -, y con un silencio beneficioso desde Chubut, han mantenido reuniones y comunicaciones cruzadas entre ambas provincias. De hecho en Chubut, vienen pugnando porque tanto chinos o españoles, se hagan cargo de muelle operativo y astillero situados en Comodoro Rivadavia. Dice la nota: “fue ofrecido a Armón en al menos dos ocasiones, la última durante la pasada feria Conxemar. Allí, un despacho de abogados que representaba a cuatro armadoras chinas llegó a enviar una carta de intenciones para invertir en la ciudad y crear un polo logístico. Quedó en nada”.

Las dos cosas son ciertas y las cubrimos oportunamente desde esta Redacción. En las negociaciones con Armón, participaron altos funcionarios provinciales, aprovechando la comitiva que viajó en representación a la mencionada feria encabezada por el gobernador Arcioni; el caso del ofrecimiento a las firmas chinas también fue acreditado.

Los estibadores entretanto, avanzan con el ofrecimiento de “un corredor de servicios para los barcos que operan en la llamada milla 201”. En un comunicado, firmado también por la Federación de Estibadores Portuarios Argentinos (FEPA), afirman que desde las autoridades “ponen trabas para que no podamos desarrollar un proyecto viable y a largo plazo con ingreso de divisas, empleo y promoción de riqueza en los puertos del Golfo San Jorge”.

La indignación de los periodistas españoles, no se estaría dando tanto por un sentimiento de solidariadad hacia los argentinos, sino porque: “No se menciona, de momento, la posibilidad de recibir también a los barcos gallegos que están en la zona y que, estos sí, están controlados por el Gobierno español. Sería una opción más que la habitual Montevideo, donde la propia Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) valoró la posibilidad de establecer un puerto para atender a sus barcos”.

Es decir, los chinos podrían llegar a ofrecer algo que los españoles no necesitan poner en negociación, porque tienen garantía de operatividad en asociación con Gran Bretaña, en y desde Malvinas.

Finalmente, lo vergonzoso del asunto, no estuvo dado por los trabajadores. Equivocados o no, los tipos piden por la movilización de sus fuentes de sustento. Obviamente, las cúpulas sindicales, empresariales y políticas de la región, recogen el guante y utilizan el conflicto. Lo vergonzoso fue protagonizado por el subsecretario de Pesca de Nación, Carlos Liberman.

El funcionario priorizó la interna política patagónica y polemizar públicamente con el diputado santacruceño Claudio Vidal, del partido provincial SER; antes de contrarrestar políticamente una cuestión de producción, pero también de soberanía nacional. Liberman destacó la calidad y protección del sector pesquero nacional.

Sin embargo, el mismo Subsecretario sabe que el nivel de empleo en la cadena viene descendiendo años a año, a partir de la extranjerización del sector. En lugar de proponer una salida laboral-productiva de largo plazo para el arco pesquero del San Jorge, se detuvo en la interna santacruceña, de la cual forma parte.

Desde Chasqui Federal, no creemos que la propuesta del “hub logístico” para chinos, coreanos, taiwaneses y españoles se concrete en lo inmediato, y menos aún en un año electoral. Pero 2023 pasará rápido, y la pesca ilegal continuará. Consideramos entonces, que en 2024 habrá novedades al respecto.

Fuentes: Faro de Vigo / Crónica de Comodoro / NuestroMar

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