El fideicomiso para la harina de trigo, el FETA, actualizó sus índices y precios. La resolución de la Secretaría de Comercio publicada en el Boletín Oficial, habla de un aumento de las compensaciones que alcanzará el 7,9%.
Redacción
En el día de ayer, la Secretaría de Comercio de la Nación, mediante la resolución 1327/2023 publicada en el Boletín Oficial, actualizó como cada mes, los valores del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA) con el supuesto objetivo principal de proteger el precio del pan y los productos derivados de la harina de trigo más consumidos por la población.
A partir de ahora, el precio de referencia de la bolsa de 25 kilos de harina 000 común a la salida del molino es de $2.471. Además, la normativa indica que durante julio, se incorporó al fideicomiso la bolsa de harina 000 calidad 24/26 gluten y la harina 000 calidad 26/28 gluten que tendrán un precio de hasta $2.718 y $2.965, respectivamente.
En función de los sucesivos aumentos que han tenido tanto el pan como los derivados que se producen en la industria alimenticia, la historia político económica nacional vuelve a certificar que este tipo de fideicomisos no sirven de cara a mantener un precio accesible a los alimentos; a menos que el Estado ponga en práctica un mecanismo de oferta de productos que condicione la escalada de precios. En criollo, que el Estado venda por sí mismo pan, pastas y demás derivados de la harina de trigo.
Las quejas y análisis negativos hacia el FETA se multiplican. Y no es para menos. Una de las últimas, deriva de la resolución de ayer. Apenas una semana atrás, luego de la devaluación, el Gobierno autorizó a las empresas comercializadoras que de aquí a finales de octubre podrían aumentar sus precios finales un 5%. Sin embargo, si hacemos la cuenta – y esto también está reflejado en otros medios como por ejemplo Bichos de Campo – el aumento autorizado para el fideicomiso es del 7,9%.
No hay que ser muy inteligente para hacer el siguiente razonamiento: si el Gobierno compensa en un 7,9% a los molinos harineros, los precios se trasladarán al resto de la cadena (panaderías, fábricas de pastas, industria de la alimentación). El lector, dirá que tendría que ser al revés, que por definición el pan debería estar más barato. Pero no. Mire los índices de precios que publica INDEC mensualmente: desde agosto de 2022 a julio de 2023, el precio del pan aumentó un 131%. Más que la inflación.
Otros dirán que no todos los molinos harineros cobran o participan del FETA. Lo cual es verdad. De alrededor de 150 empresas solamente obtienen las compensaciones el 13% de ellas. Según una de las fuentes, el 70% del dinero que reúne el FETA es derivado a una sola firma: Molino Cañuelas. Es más, ese porcentaje implicaría la suma de 35.000 millones de pesos, sobre los 50 mil millones que viene otorgando el mecanismo desde su creación en abril de 2022.
Conclusión: el pan seguirá aumentando con o sin FETA. Además – cosa que habría que chequear debidamente -, desde la industria aseguran que en el precio final del pan, el costo de la harina no supera el 155 del total. Es resto se carga en otros insumos y servicios como la energía, los gastos de personal y alquileres.
Fuente: Sec. de Comercio de la Nación / B.O. / Bichos de Campo / FADA