El “perdón chino” y el cipayismo criollo

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Hace unos días, nos enteramos que desde el pasado 14 de febrero, 31 plantas procesadoras de productos pesqueros argentinas, recibieron el “visto bueno” condicional, para volver a vender mercadería a China… Es decir, nos afanan por un lado y nos sancionan por otro. Y los funcionarios argentinos aceptan pasivamente.

Redacción

La información tiene cerca de una semana de antigüedad, pero hemos resuelto publicarla hoy por cuestiones de “tiempo y espacio”: dimos “tiempo” para que algún funcionario se quite el saco del cipayismo, y se hiciera un “espacio” para explicar tamaño disparate. Ninguna de las dos cosas sucedió.

Usted se preguntará ¿qué pasó ahora? Nada nuevo. Algunas cosillas vienen aconteciendo desde hace al menos década y media, y de otras – aunque nos enteramos ahora – datan desde hace más o menos dos años.

Antes de explicar, es nuestro deber volver a recordar los siguientes puntos: uno, hemos hablado y dado cuenta de los documentos públicos de la cancillería china, donde manifiesta y declara a los caladeros del Atlántico Sur y del Pacífico Sur como “territorios de abastecimientos estratégicos de ultramar”; y por ende, el Gobierno del gigante asiático destina anualmente numerosos recursos para financiar flotas y subsidiar a armadores para que pongan barcos para venir a pescar a nuestras aguas. Entre la pesca en la milla 201, más los acuerdos anglo-chinos por dispensa de licencias truchas de pesca, los chinos están saqueando en nuestras aguas y co-invadiendo nuestro territorio insular y marítimo, desde hace una cantidad de años considerable.

El segundo punto, es que – agárrese – China suspendió unilateralmente las compras a 31 plantas procesadoras y exportadoras pesqueras argentinas, a causa de que algún operario había contraído COVID 19 durante el verano de 2021.

En criollo, los chorros y co-invasores, sancionaron el trabajo argentino, con recursos argentinos, que además, los argentinos no vemos ni en las fotos, a causa de la posible proliferación de un virus que podía controlarse con análisis sanitarios de la mercadería, momentos previos a su embarque.

Indignante. Por un lado nos afanan, y colaboran con la invasión británica reconociéndoles sus licencias truchas de pesca; pero por otro lado, nos sancionan afectando miles de puestos de trabajo, arguyendo derechos y previsiones que se podría haber tomado genuinamente la India por el mero hecho de que no nos afana.

Pero como peor que el gringo que nos compra es el criollo que nos vende, los que saltan de alegría porque “China nos perdonó”, son los funcionarios de la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca; la Subsecretaría de Pesca; la Cancillería – que en su momento tendría que haber mandado a ya saben donde a China, pero no podíamos pedirle eso al por aquél momento ministro Felipe Solá con los antecedentes de entrega que posee -; y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).

Entre todos estos organismos se arrogan haber logrado “levantar la suspensión” dispuesta oportunamente por la Administración General de Aduanas de la República Popular China (GACC).

Pero eso no es todo… Siendo coherente con la doctrina que expresan los “Acuerdos de Madrid”, Argentina deberá “presentar informes quincenales sobre el estado de situación de casos de COVID-19 en los establecimientos pesqueros habilitados”, para la comercialización de recursos pesqueros ese país.

¡Y estos tipos a cargo del Gobierno dijeron que sí!!!

Es más, el santacruceño, Subsecretario de Pesca de la Nación, Carlos Liberman – nombrado en el ambiente portuario como “Pipo Pescador” -, declaró recientemente que el desagravio chino, “es una gran noticia haber recibido esta notificación, que abre una gran ventana de oportunidad para fortalecer el ingreso de divisas a nuestro país”.

Luego de estas declaraciones que espero atesoren, vino la chorrera de toneladas y dólares que explican la pasividad ante la entrega y los agravios. China es el segundo importador de pescado – en el circuito comercial legal – detrás de la Unión Europea. En 2022 Argentina vendió a ese país y por ese concepto 223.500.000 dólares; y supero las compras de 2021 por casi un 25%.

El “perdón chino” es visto como una gesta patriótica por los funcionarios actuantes. Su argumento es difícil de rebatir: “estaban en juego 100.000 puestos de trabajo”. Puestos que podrían cuadruplicar rápidamente ejerciendo una política pesquera soberana.

En fin; cipayos de la semicolonia liberal.

Fuente: SSPyAN / SENASA / Cancillería Argentina

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