El invierno europeo avanza y los problemas de suministro de gas son recurrentes. El bloque de países resolvió un tope al precio para contrarrestar posibles especulaciones, aunque temen un shock de mercado.
Redacción
Según la información oficial difundida por la Unión Europea, los ministros de energía de las naciones que integran el bloque acordaron un tope en el precio del gas, que regiría a partir del 15 de febrero de 2023 y en tanto se den algunas situaciones de tipo bursátil.
El informe especifica que el acuerdo se activaría, si los precios en el contrato del centro de gas de la Instalación de Transferencia de Títulos de los Países Bajos superan los 180 euros por MWh durante tres días consecutivos de operación de cotización. Dicho tope podrá activarse a partir del 15 de febrero; y no se aplicará inicialmente a las transacciones extrabursátiles.
Si bien, en la votación se habría obtenido consenso de los principales países de la Unión Europeo, parte del debate circuló en torno a que la medida adoptada se suspenda en caso de que el bloque no pueda atraer oferentes del suministro a causa de los precios establecidos.
Las “dudas” tienen cierto asidero. Oficialmente, circula otro informe que afirma que el bloque tuvo que destinar cerca de 1 billón de dólares adicionales, para poder completar su capacidad de acopio y contrarrestar en la población los efectos tarifarios de la falta estructural de gas a partir de las sanciones contra Rusia. Las mismas han traído como consecuencia la cada vez mayor restricción del suministro del gigante euroasiático hacia los países del bloque.
Según el informe, solamente en subsidios a empresas y consumidores domiciliarios, se llevan asignados en algo más de 10 meses más de 700 mil millones de dólares. Plantea además, que el escenario de inestabilidad energética para el continente acarreará, una alza de precios y tensión en el mercado de gas licuado hasta por lo menos 2026.
La fecha tiene un significado claramente geopolítico de dos vías. Por un lado, la supuesta disponibilidad del suministro que Estados Unidos tendría disponible a partir de los negocios en Qatar. Por otro, la presión que se ejercería sobre las arcas de los países de la Unión Europea cuyo promedio de endeudamiento supera en la actualidad el 60% del Producto Bruto Interno (PBI).
El analista de Bloomberg advirtió que el año que viene para los gobiernos será mucho más difícil hacer frente a esta crisis, ya que la capacidad presupuestaria de estos países ya está agotada. Aproximadamente la mitad de los Estados miembros de la Unión Europea tiene deudas que superan el límite del 60% del producto interior bruto (PIB).
La Unión Europea afrontaría un déficit de gas para el año entrante de 27.000 millones de metros cúbicos, esperando que los escasos suministros rusos caigan a cero, y las importaciones de GNL de China vuelvan a los niveles de 2021. Recordemos que el gasoducto Nord Stream interrumpió sus actividades luego de los sabotajes sufridos en aguas del Báltico; y sólo queda operativo el suministro ruso a través de Ucrania.
Fuente: Unión Europea / Reuters / Sputnik