SENASA dio cuenta de un nuevo despacho de ejemplares de abejas reina y acompañantes hacia la Unión Europea. Una línea de trabajo más para la apicultura. La carga, provino de la provincia de Río Negro.
Redacción
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) informó que se certificó la exportación de 1.400 abejas reinas y 9.800 abejas acompañantes con destino a Italia y España. Los ejemplares provienen de dos establecimientos de crianza que desarrollan sus actividades en el Valle Medio, provincia de Río Negro.
La exportación de abejas reinas se ha convertido en una alternativa de negocio para los productores locales, y en un complemento al resto de las actividades apícolas especialmente porque en el hemisferio norte existe una demanda estable de ejemplares.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en 2023, las exportaciones de abejas dieron un rendimiento equivalente a 1,3 millones de dólares por tonelada de ejemplares. Naturalmente, las cargas comercializadas rondaron los 150 kilogramos, pero la relación de montos fue la consignada.
SENASA informa que cualquier productor dedicado a la multiplicación de abejas puede exportar, siempre y cuando cumpla con las exigencias solicitadas por el país de destino. Los requerimientos a cumplir para la exportación de abejas reinas están relacionados principalmente con la normativa nacional que establece la propia entidad sanitaria argentina.
La misma, tiene relación por una parte en mantener el registro de los establecimientos de origen. Es decir, el denominado “Registro Especial de Apiarios de Crianza”. A esto se suma, la conformidad en los procedimientos de Trazabilidad de los animales.
Por otro lado, las exigencias sanitarias para exportar las establece el país comprador o de destino y deben ser cumplidas en el país de origen. Es el SENASA, el encargado de fiscalizarlas y de emitir el certificado zoosanitario que acompaña cada embarque.
Según el organismo, previo al embarque se tomaron muestras que se remitieron al Laboratorio de la propia institución, cuyos resultados confirmaron la ausencia de enfermedades y que las abejas fueran originarias de colmenas inspeccionadas inmediatamente antes de su envío.
En el caso del embarque mencionado al principio, la evaluación sanitaria determinó que las abejas no presentaban signos clínicos ni indicios de enfermedades o infestaciones propias de la especie, y que los apiarios de crianza están ubicados en zonas que no presentan la enfermedad Loque Americana y son libre de enfermedades exóticas, tales como el pequeño escarabajo de la colmena (Aethina tumida) o el ácaro Tropilaelaps spp.
SENASA especificó además, que los principales aspectos sanitarios a cuidar son que el apiario no posea signología clínica de loque americana (LA), loque europea (LE) o los ácaros de la varroosis; y que permanezca libre del pequeño escarabajo de la colmena (Aethina tumida).
Asimismo, los apicultores deben estar inscriptos en el Registro Nacional del Productor Apícola (RENAPA) cuyo registro lleva el Ministerio de Agroindustria de la Nación. A través de este registro, el Organismo identifica la ubicación de los apiarios y hace el seguimiento sanitario de forma permanente.
Fuente. SENASA / +P