Desde el INTA con asiento en Pergamino, se recomienda realizar un correcto monitoreo del forraje sembrado a disponible en suelo, a los efectos que controlas los niveles de nitratos nocivos para el rodeo vacuno.
Redacción
La sequía sufrida en las últimas campañas agrícolas impactó en los principales cultivos y en la oferta forrajera del norte de la provincia de Buenos Aires. El cambio del escenario climático que traería mejores condiciones para la agricultura, no impactaría de la misma forma en la ganadería.
Según personal de la Estación Experimental Agropecuaria Pergamino del INTA, la degradación de los suelos, las pérdidas de plantas, la disminución de la producción de materia seca y el sobre pastoreo son algunas de las consecuencias de la sequía.
A raíz de la difícil recuperación de suelos al corto plazo en el marco de la seca, desde INTA informaron que los números en cuanto a aumentos de peso del ganado y los índices de reproducción dieron bajos. De allí que los productores hayan optado al achicamiento de planteles, liquidando animales y adaptando el rodeo a las posibilidades de los campos.
Por otra parte, el cultivo de forrajes – mayoritariamente alfalfa – , se vio retrasado unas semanas a causa de la falta de lluvias, para lo cual deberá posterga el “primer pastoreo”. Mayor costo tendrán aquellos que siembren en septiembre, dada la necesidad de herbicidas para el control de malezas que compiten con el forraje.
Por otra parte, el organismo observó que, dadas las características mencionadas anteriormente, la sequía pudo haber dejado como saldo adicional en los campos una alta acumulación de nitratos, que se volvería tóxica para el ganado.
La recomendación que da INTA Pergamino, es la de realizar un monitoreo de los forrajes, y “observar si presentan una coloración verde azulada. La mayor concentración se encuentra en los tallos y bases de las plantas, especialmente en estadios más tempranos”.
Fuente: INTA