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Hacerse el “otro”….

A esta altura de las circunstancias, y dada la magnitud de los problemas que atraviesa la sociedad argentina en materia laboral, cuesta digerir que el ANSES, cuantifique las necesidades en función de la capacidad individual de los habitantes para hacer trámites.
Redacción
Según un informe de ANSES y que algunos medios lo repiten como información “exclusiva”, además de los 6.100.000 jubilados que recibieron el Bono-“refuerzo” de 12 mil pesos, otras 7.500.000 personas tramitaron el subsidio; y con lo cual el organismo determina la “informalidad” en Argentina.
Con la excusa de que hasta que no estén publicados los datos provinciales del último censo poblacional, no se puede hablar de cifras exactas, ANSES determinó que la informalidad laboral aumentó en las provincias a partir de las personas que “calificaron” para recibir el ya mencionado “Bono”. Los calificados debían acreditar ser trabajadores informales; monotributistas A, B o sociales; o empleadas domésticas para poder acceder a los $18.000 de subsidio.
Según el informe, ANSES utilizó la información de los requerimientos para plasmar la informalidad, “al no haber datos oficiales que lo registren”.
Así, el organismo informó que en Santiago del Estero, el 28,5% de los habitantes posee condiciones de informalidad laboral; a la que le siguen: Chaco (25,6%), Catamarca (23%), Corrientes (23%), Formosa (21,9%), Jujuy (21,9%), Tucumán (21,2%), Salta (20,5%) y San Luis (20,1%).
Afirman también que la Ciudad de Buenos Aires, posee una informalidad del 7,8%; la provincia de Buenos Aires, el 15,5% de los habitantes; y para Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa le fue otorgado a entre el 12,3% y el 15,9% de la población. En la Patagonia, donde van desde el 8,2% (Tierra del Fuego) a un máximo de 12,7% (Río Negro).

Datos que confunden

Los datos ofrecidos en el informe por ANSES, confunden por dos motivos. En primer lugar, porque solamente contabiliza a las personas que solicitaron el subsidio y particularmente a las 7,5 millones de personas que fueron contabilizadas; dejando de lado a un universo bastante extenso que no llevó adelante las gestiones y que también podría haber sido beneficiario. Sin embargo, el organismo, da por cerrada la cuenta allí y da por sentado que la informalidad es la registrada previamente.
Segundo, el informe menciona porcentajes que involucran a la totalidad de habitantes, sin embargo, los relevamientos de empleo se realizan sobre la población económicamente activa (PEA). Es decir, aquella población entre 16 y 65 años de edad; en criollo, las personas en edad de trabajar.
Según la misma proyección utilizada por ANSES, Argentina posee algo más de 26.100.000 personas en edad de trabajar. Combinando los distintos sistemas estadísticos que el Estado nacional publica para informar sobre empleo público, trabajo privado registrado, y subsidios de ayuda social a desocupados, se desprende que en promedio, un 47% de los argentinos entre los 16 y los 65 años tiene condiciones de empleo informal o precaria; sin contemplar este dato a los desocupados puros. De esta manera, en Argentina, los trabajadores en situación de informalidad superarían los 12.270.000.
El número es más que elocuente: las cifras que anuncian sobre la macroeconomía, no tiene reflejo material en la masa de población trabajadora. Y por el contrario: la precariedad de las condiciones que dicha “macro” despliega, no genera un certero reflejo laboral y social que indique la creación de empleo formal y genuino desde el sector privado.

Fuente: ANSES

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