El mandatario iraquí hizo referencia a su posible paso al costado, mientras la resistencia urge a la formación rápida de gobierno.
Redacción
Las fuentes internacionales dan cuenta de que Irak está inmerso en una crisis política desde las elecciones parlamentarias de octubre de 2021. Durante los últimos meses, a la injerencia extranjera y las divergencias entre los partidos políticos iraquíes, se suman las medidas del líder Muqtada al-Sadr, que habrían obstaculizado la formación de un nuevo gobierno.
Así, el líder del grupo iraquí Asaib Ahl al-Haq pidió por una rápida formación de un nuevo gobierno para poner fin a la crisis política que vive el país desde octubre. Mediante un comunicado conocido ayer, Qais al-Jazali, líder del movimiento mencionado —que forma parte de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe)—, ha elogiado el restablecimiento de la calma en Irak tras días de disturbios ocurridos días atrás, y ha exigido medidas para acelerar la formación de un gobierno lo antes posible.
“El parlamento debe convocar y formar un nuevo gobierno de acuerdo con la Constitución. El statu quo es muy crítico, porque la legislatura permanece cerrada y el gobierno se ha derrumbado”, manifestó. Por otro lado, alabó a las fuerzas de Al-Hashad Al-Shabi por su papel como garantes de la seguridad nacional, al tiempo que ha subrayado la necesidad de hacer rendir cuentas a todos los que violaron la ley, así como a los que dispararon contra las fuerzas de seguridad iraquíes.
Las declaraciones de al-Jazali, se realizaron luego de que los partidarios del líder del Movimiento Sadr de Irak, Muqtada al-Sadr, abandonaran la llamada Zona Verde de Bagdad, (capital) —que alberga el Parlamento y las sedes de ministerios y embajadas occidentales como las de EE.UU. y el Reino Unido—, tras ocupar la referida zona y causar disturbios que dejaron al menos 30 muertos y 700 heridos.
En otro orden de cosas, el primer ministro de Irak, Mustafa al-Kazemi, amenazó el pasado martes con presentar su dimisión si persiste el “caos”. Señaló que no tiene intención de renunciar a sus actuales responsabilidades y que, en cambio, es partidario de un traspaso de poderes al uso; sin embargo, insistió en que no mantendrá esta postura si se disparan las tensiones actuales.
Tras afirmar que no ha sido nunca “parte del problema” político en Irak, Al-Kazemi apostilló que ha sido “paciente” con quienes, a su juicio, han buscado debilitar a las instituciones públicas a golpe de “chantajes”.
Fuentes: Almayadeen / HispanTV