No se trata de una nueva saga de piratas, o mitos y leyendas de los mares. Consiste en la innovación de la logística de guerra imperial que Estados Unidos muestra el mundo y a América Latina para perpetuar su política de colonización.

Redacción

Días atrás, la prensa rusa publicó una serie de informes sobre la denominada “Flota Fantasma”. Un desarrollo logístico del Pentágono para reforzar a la Marina de Guerra estadounidense. Según se publicó, esas naves “formarán parte de un escuadrón experimental de buques de guerra de superficie de la Armada que está explorando formas de incorporar embarcaciones no tripuladas a la Marina”.
El Pentágono, desarrolló esa flota desde su “Oficina de Capacidades Estratégicas” (SCO, según sus siglas en inglés), y los asignó al Escuadrón de Desarrollo de Guerra de Superficie experimental de la Marina. Según la agencia periodística RT, durante el pasado mes de diciembre, el Comando de Sistemas Marítimos Navales (NAVSEA) de Estados Unidos, finalizaron las pruebas de mar para determinar la autonomía y confiabilidad de los barcos.

Se informó también que el proyecto cobró vigencia en 2017, y que posee el objetivo de desplegar en los próximos años barcos “totalmente robóticos que no solo puedan viajar de un punto a otro, sino que también sigan las reglas del mar y eviten otras embarcaciones de forma autónoma y hasta cumplir misiones de ataque”.

Así, entre los meses de septiembre y noviembre de 2021, la Marina estadounidense logró disparar exitosamente un misil estándar SM-6 desde un barco de superficie no tripulado, lo que fue considerado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos como un hito histórico para ese país.

Se informó también que las naves realizaron un viaje autónomo durante el año 2020, desde el Golfo de México hasta la Costa Oeste estadounidense -sobre el océano Pacífico; y en mayo pasado, otro barco del proyecto repitió esta ruta, viajando la mayor parte del camino de forma autónoma, salvo en el trayecto que implica el cruce por el canal de Panamá.

Fuente: RT