El sector facturaba hasta 2022, alrededor de 10 mil millones anuales en el mercado interno. Se proyecta, en adelante al crecimiento de la construcción, la infraestructura logística, como al mundo agropecuario. Sin embargo, en 2023, la actividad podría descender a cerca del 70% del volumen promedio.

Redacción

Desde el sector empresario de la minería considerada de segunda y tercera categoría (la no metalífera) se encuentran preocupados por la baja de actividad durante 2023, a pesar de la alta inserción que dicha industria posee en el mercado interno y su virtual potencialidad.

La provincia de Buenos Aires ocupó tradicionalmente el primer puesto en el país en este segmento, incluyendo la actividad minera directa e indirecta. Es decir, lo relativo a los áridos (arenas), arcillas, derivados y combinaciones, cemento, cerámicos, sanitarios, y línea blanca. Es decir, todo lo relacionado con infraestructura y construcciones de todo tipo.

Según la Cámara de la Piedra de Buenos Aires, solamente en la provincia – en un año “normal – se factura en toda la cadena un equivalente a 3.500 millones de dólares; estimándose que a nivel nacional la sumatoria ronda los US$ 10.000 millones.

Según lo que establece el Código de Minería, la segunda categoría involucra entre otras, a las arenas metalíferas y piedras preciosas que se encuentran en el lecho de los ríos, aguas corrientes y los placeres; los salitres, salinas y turberas; y tierras aluminosas, abrasivos, ocres, resinas, esteatitas, baritina, caparrosas, grafito, caolín, sales alcalinas o alcalino terrosas, amianto, bentonita, zeolitas o minerales permutantes. La tercera categoría, comprende a las producciones minerales de naturaleza pétrea o terrosa, y en general todas las que sirven para materiales de construcción y ornamento, cuyo conjunto forma las canteras.

En lo práctico, el litio entraría en estas categorías, aunque la fuente no aborda esa explotación en particular.

La Cámara empresaria, afirma que durante 2023 la industria está trabajando al 50% de la capacidad instalada, dado los parates transitorios en las obras públicas – principal canal de demanda del sector -, dadas la falta de continuidad, o bien reformulaciones de los precios producto de la inflación creciente. Según la entidad, los despachos mensuales bajaron a 1,3 o 1,4 millones de toneladas principalmente en los últimos 45 días; previendo que hacia finde año los mismos caigan un 20%. Por lo cual, temen por el nivel de actividad de varias de las empresas del sector.

Analizaron además que la cadena, posee una gran importancia en materia de valor agregado y que fundamentalmente el mismo se genera y permanece en el mercado interno. Además, sostienen que salvo algunos preparados terminados como granitos, mármoles o sanitarios, la exportación no aportan gran relevancia al sector.

En cuanto a la potencialidad, y al margen de la industria de la construcción, las obras viales y ferroviarios son el principal horizonte para el sector. Sostiene que sólo la provincia de Buenos Aires posee 200.000 Km de caminos rurales que deberían darle sustento a toda la actividad, máxime que tras el cierre masivo de ferrocarriles la conectividad perdió eficiencia, calidad y previsibilidad. Por otra parte, el agro está comenzando a ser un demandante de importancia para el sector, a partir de la producción de fertilizantes y suministros para la producción agropecuaria.

La minería no metalífera aporta cerca del 20% de los empleos del sector a nivel nacional. En provincia de Buenos Aires, se sostienen que genera 4.335 empleos directos, y cerca de 8.000 indirectos.

Fuente: Panorama Minero