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La plaza está seca

INDEC dio a conocer la situación del sistema de Índices de Precios Mayoristas. El aumento no superó el 3,5%, cosa que tiene contentos a los sectores gubernamentales. Sin embargo, teniendo en cuenta el conjunto de la marcha de la economía, el dato es vehículo de malas noticias.

Redacción

El pasado viernes, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), publicó el informe sobre el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM). Este indicador, se toma habitualmente como un pronóstico anticipado para la inflación del mes siguiente; en este caso la que el organismo publicará en unas semanas relativa al mes de mayo.

Según INDEC, el IPIM consignó un aumento del 3,4% durante el mes de abril. Lo cual implicaría que la inflación continuaría descendiendo. Asimismo, el organismo sostiene que la variación de mayoristas es consecuencia de la suba de 3,8% en los «Productos nacionales» y de 0% en los «Productos importados».

Por otra parte, el nivel general del Índice de Precios Internos Básicos al por Mayor (IPIB) mostró un ascenso de 2,9% en el mismo período. En este caso, la variación se explica por la suba de 3,1% en los «Productos nacionales», compensado parcialmente por la baja de 0,2% en los «Productos importados».

Además, el nivel general del Índice de Precios Básicos del Productor (IPP) registró un incremento de 3,0% en el mismo período, como consecuencia de la suba de 2,7% en los «Productos primarios» y de 3,1% en los «Productos manufacturados y energía eléctrica».

El acumulado anual de este índice es del 316,5%, informó INDEC el pasado viernes. Otro dato también medido por el organismo es que la pobreza en números oficiales está cerca del 50%.

La pobreza se mide por el poder adquisitivo de las familias y su capacidad de consumo, en función de su nivel de ingresos. Atento a la enorme escala de precios de los últimos doce meses, que bajo ningún punto de vista se correspondió con el aumento de salarios o de facturación general en la actividad económica, todo indica que la baja de la inflación de debe más que a virtud empresarial, productiva y gubernamental, a la imposibilidad de las familias de sostener el poder de compra.

En criollo, no hay un mango en la calle. Por lo tanto, cuando se caen las compras, los precios comienzan a descender o al menos a no aumentar.

La plaza está seca. No fue magia. Fue a propósito.

Fuente: INDEC

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