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Las peonías de Trevelin tienen ese no sé qué…

INTA en conjunto con una PyME regional comenzaron a experimentar con la implantación de estas flores hace casi 25 años. Hoy, se obtienen sólo en la Estación Experimental, cerca de 300 mil unidades y se venden al mundo.

Redacción

En el marco del acuerdo productivo entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la empresa chubutense Flores Patagonia SAS, establecida en la localidad de Trevelin, se desarrolla el cultivo de peonías en su campo experimental. Las mismas están siendo exportadas a Estados Unidos y Holanda.

Según los técnicos del Instituto, en el predio experimental se cultivaron tres hectáreas de peonías que producen más de 300 mil varas; y la producción de ese campo, se vende a los mencionados países, mientras que los rizomas se destinan para abastecer el mercado interno. Los especialistas, explicaron que la especie “se adapta bien al frío”.

El trabajo de investigación para la adaptación de las flores comenzó en 1998, con la introducción de 1.500 rizomas de tres variedades provenientes de Holanda. Transitado el proceso, una vez que se cumple el periodo necesario para la floración, la planta da buenos resultados cuando se calienta la temperatura del suelo a partir de la primavera.

La peonia es una especie floral originaria del sur de Europa, China y Medio Oriente que florece en primavera. Producen grandes flores y de gran duración en exhibición. Los especialistas afirman que esta es una cualidad que aporta ventajas para ser comercializada como “flor de corte”.

Desde INTA Trevelin, aseguran que estas flores “son una alternativa productiva en la zona cordillerana de Chubut, debido a que brinda empleo en plena producción a 15 personas por hectárea por temporada de cosecha”. La producción en esa región se da entre los meses de noviembre y diciembre. Es decir, en contraestación respecto del ciclo productivo holandés. De allí nace parte de la justificación de su demanda desde aquél país.

La especie emerge a fines de agosto. Crece, expande sus hojas y comienza la floración a principios de noviembre, para variedades tempranas, hasta principios de diciembre para las más tardías. La cosecha es enteramente manual; “una por una”. Luego se clasifican en una mesa y se realiza el denominado “acondicionamiento poscosecha”, en cámaras a temperaturas de 0 a 2° centígrados.

Es decir, es un cultivo que requiere mano de obra intensiva y con cierta calificación. De allí su oportunidad productiva. “Una de las labores más grandes es el despimpollado, se sacan todos los brotes laterales de cada vara de la flor y se deja solo un pimpollo por vara”, explica la fuente.

Agrega además que tras la cosecha, el cultivo es regado y fertilizado durante todo el verano y una vez que comienza el otoño sus hojas se marchitan, se cortan y el rizoma continúa el invierno debajo de la tierra, con un nuevo enraizamiento.

Desde INTA aportan que la peonía es un cultivo que se puede utilizar tanto para producir flores como plantas para jardinería, lo cual amplía las posibilidades comerciales. Sus bulbos son demandados por viveros del país, desde Ushuaia hasta el norte argentino.

Si bien se trata de un cultivo que requiere pocos cuidados, es importante tener en cuenta cuestiones vinculadas con la fertilización, el riego, el despimpolle, la sanidad y el control de malezas. En este proyecto, el INTA brinda el asesoramiento técnico; el equipo de especialistas es el encargado de ensayar el cultivo, su manejo, logística y demás factores que inciden en su evolución.

INTA / Bichos de campo

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