Durante la noche del sábado y las primeras horas del domingo, se dieron a conocer una parte del “paquete de medidas” que tomaría el Gobierno Nacional de cara a combatir la inflación y estabilizar la economía, en función de las pretensiones de las grandes empresas y entidades financieras. ¿Y el laburo? ¡Nop! El laburo está fuera de agenda para el FTD.
Por Pablo Casals
La confusión de información, interpretaciones, propagandas e intentos de pesca a río revuelto que han llenado el espectro político y mediático de las últimas 72 horas, hacía mucho tiempo que no se vivía. Intentaremos no sumar imprecisiones o incertidumbres ante la situación. Las líneas de hoy solamente enumerarán las medidas anunciadas, y la explicación de algunas de ellas en particular que requieran especial detalle.
En principio, esta nota estaba pensada como un repaso a las cifras oficiales sobre la inflación, que divulgó INDEC la semana pasada. Pero consideramos que no vale la pena. Argentina tiene un gran ejército de relevadores de precios que son las familias que adquieren lo que pueden para llevar adelante la diaria. Ellos saben del aumento de precios y desfasajes permanentes entre el trabajo y el costo de vida.
Por lo tanto, nos metemos en las medidas trabajadas por el “superministro” casi presidente y virtual candidato que no se anuncia porque seguramente va al muere, el liberal autopercibido justicialista Sergio Massa, junto a su equipo de funcionarios de primera y segunda línea ministerial – también autopercibidos -. Como paraguas le avisamos a las lectoras y lectores que volveremos sobre el tema en la medida que las nuevas disposiciones vayan siendo publicadas en el Boletín oficial. Según trascendió, las mismas se irían sucediendo durante toda la semana.
Tasas de interés: el Banco Central, elevaría la tasa para los plazos fijos en 6 puntos. Es decir, llegaría al 97% anual nominal, cuya proyección a doce meses implicaría superar los 120. Es criollo, poner dinero “a tasa” arrojaría beneficios que rondaría un 300% más alto que cualquier inversión industrial de mediano plazo y con ganancias suculentas. En definitiva, va en contra del trabajo y la producción nacional.
Mercado de cambios: el equipo de liberales autopercibidos justicialistas, implementará un esquema que en la jerga financiera se denomina como “crawling peg”. En criollo, el Gobierno pretenderá implementar y conducir una devaluación progresiva de la moneda respecto del dólar.
Acuerdos con el FMI, China y Brasil: en lugar de proteger el trabajo, la industria y la producción nacional, reforzarán y diversificarán las maniobras de mangazo/endeudamiento. Es decir, apurar los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, el swap con China y la obtención de una garantía crediticia a través del Nuevo Banco de Desarrollo de los países que conforman el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Se dice que Massa viajará a China cerca de fin de mes, para abordar estos temas. No se dieron precisiones aún sobre si las rodilleras de las colocará en Buenos Aires o una vez que pise terreno asiático.
Deudas con la AFIP: la Administración Federal de Ingresos Públicos implementará un nuevo plan de pago de deuda corriente de hasta 84 cuotas y un alivio fiscal para la moratoria de las cuotas con tasa Badlar (la que se aplica a plazos fijos), en respuesta a un pedido formulado esencialmente por las entidades pymes. Lo que se busca aquí es ampliar el plazo de ejecución de deuda, estirando el periodo de recaudación y desacelerando el periódico incremento de la suma adeudada a partir de los intereses punitorios. Es decir, un “reperfilamiento”, que estira la agonía.
Importaciones: se acelerará la aprobación de los pedidos presentados en el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) para la importación de bienes de capital, a través del mecanismo denominado SIRA a 360 días. En criollo, se relajarán los controles sobre las compras externas, “corriendo” del teatro de operaciones, a posibles ofertas del mercado interno que pretendan cubrir la demanda de bienes o servicios importados. La medida, atenta contra la producción y el empleo nacional con tarea real.
Creación de la Unidad de Análisis Comercio, Seguimiento, Trazabilidad y Promoción de las Operaciones de Comercio: tendrá por objetivo monitorear las operaciones de compra y venta de bienes y servicios en el comercio interno y externo; promover con equidad las operaciones comerciales, evitando posiciones dominantes; verificar la trazabilidad de los bienes objeto de comercio y la correcta tributación en cada etapa y orientar al consumidor atendiendo las variables obtenidas en el proceso de seguimiento.
En criollo, se supone que se intentará instrumentar una agencia antimonopolios y oligopolios, que además regule y controle la composición de precios y combata la evasión tributaria, de cara a beneficiar a los pequeños y medianos empresarios, productores y comerciantes. Sin embargo, analizando esta medida con las anteriores mencionadas y las que faltan enumerar, existirá una franca contradicción de instrumentación y funcionamiento real.
Suspensión de acciones antidumping: se publicará una Resolución ministerial suspendiendo la aplicación de Derechos Antidumping por “circunstancias atinentes a la política general de comercio exterior y al interés público”. Así se favorecerá la importación de bienes intermedios e insumos difundidos que podrían competir por precio con los de origen local.
Nuevamente, en criollo, se permitirá formalmente la importación de lo que venga, incluyendo alimentos y bienes básicos de la canasta familiar. Es decir, la medida reventará no solo al pequeño fabricante, productor y comerciante argentino; sino que también beneficiará alas grandes cadenas de supermercados que en general, además de la venta al público son firmas importadoras asociadas a los fabricantes extranjeros.
Mercado Central: jugará un rol más importante en la referencia de precios y se le permitirá la importación de alimentos sin pagar aranceles a fin de que desde allí se abastezca a los supermercados de cercanía, autoservicios y almacenes.
Ahora 12: sobre las distintas medidas para subsidiar el consumo masivo sin un correlato de igual proporción en la generación de trabajo industrial, las decisiones tomadas pasan por bajar la tasa de interés del programa Ahora 12 en 9 puntos porcentuales en la compra de productos de origen nacional. Es decir, las medidas que datan desde hace una década apuntadas al endeudamiento masivo de las familias fomentando la economía en negro, tendrá una “desaceleración” en materia de aumentos y variación de cuotas. Es probable por tanto, que el Ahora 12 se transforme en Ahora 6 o siga con su actual denominación pero con cuotas más altas en pesos.
Tasas de interés en tarjetas de crédito: el Banco Central ordenará la reducción de las tasas de interés para los saldos impagos de tarjetas de crédito. En criollo, dará un poco de aire a las familias endeudadas, y margen de compra.
Reintegros a compras con débito: también se dispondrán medidas de incremento en los reintegros de compras hechas con tarjetas de débito por sectores vulnerables. Como corresponde, una medida que solamente beneficiará a las grandes cadenas supermercadistas, y no tanto a los comercios de cercanía.
Veremos cómo evolucionan las cosas, pero estamos en condiciones de decir que el paquete de medidas propuesto, es una combinación entre lo implementado por Celestino Rodrigo y Martínez de Hoz entre 1975 y 1982, pero con derechos humanos, autopercepción justicialista e inteligencia artificial.
Podríamos escribir mucho más y profundizar el análisis. Preferimos ir dando la información en la medida que obtenemos mayores certezas y observamos cómo se desenvuelven los hechos. Le han puesto al moño al reviente del trabajo argentino; eso es lo que podemos concluir en este momento.
Fuente: Télam / MEcoN / Motor Económico