Los informes del sector detallan una caída general de la actividad del 23% sólo en 2023, aunque hay rubros y segmentos que rondaron el 43%. Dadas las paupérrimas ventas, se habla de un 55% de caída en la producción en lo que va de 2024.

Redacción

En una entrevista publicada días atrás, el titular de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), Enrique Bertini, describió el momento del mercado de maquinarias agrícolas, “muy bajas, casi nulas”.

El año 2023 viene de arrojar los peores registros de ventas de maquinaria agrícola del último lustro. Según los analistas del sector y los actores implicados en la cadena, el principal factor de la situación fue la sequía; así como también la marcada caída de los precios internacionales y el incumplimiento por parte de la gestión de Javier Milei de su promesa de bajar las retenciones.

Según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en 2023 las máquinas de acarreo y almacenaje de granos cayeron 43% en las ventas; las cosechadoras 37%; las sembradoras 36%; y las pulverizadoras autopropulsadas y de arrastre 31%. El rubro de menor caída fue el de tractores con una baja del 9%.

Tal caída en las ventas repercutió en la producción de máquinas, que se redujo hasta 55%, según cifras de enero, lo que significa la mayor baja desde 2018. En total, y para obtener un parámetro general, durante el año pasado se vendieron 16.720 unidades, lo que representó una disminución del 23% con respecto al año 2022.

La división de maquinaria agrícola de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) informó que los patentamientos de cosechadoras, tractores y pulverizadoras bajaron 51,1% interanual en marzo. En el primer trimestre la caída fue de 41,5%. Dato que confirma la tendencia de la industria.

El titular de CAFMA describió que “el escenario es complejo” y consideró que se trata de un cuadro de situación que tiene múltiples facetas. “La realidad de la industria es dramática porque no hay ventas. Hay varios factores que están dando vueltas, algunos suman y otros restan. Hay un listado de cosas positivas como, por ejemplo, que el agua fue muy buena, que la soja está hermosa y se está cosechando con buenos rindes. Si bien está la chicharrita y algunas partes están muy castigadas, el agua acompañó. En el 2023 no tuvimos agua. Lo negativo son los precios internacionales en picada”, señaló. Agregó asimismo, que “el productor agropecuario apoyó este esquema de gobierno y estaba esperanzado de que le iban a quitar las retenciones pero eso no pasó hasta ahora. Y como tiene un margen bruto bajo, poca rentabilidad, ve como muy negativo que no le hayan bajado las retenciones”.

En cuanto a la sostenibilidad de las empresas y las fuentes de trabajo, Bertini consideró que “en este escenario de quietud terrible cada uno trata de estirar lo más que puede” pero adelantó que hay muchas empresas que ya entraron en régimen de suspensión a la semana. “Se trata de alguna manera tratar de disminuir las horas de trabajo y también de no consumir energía eléctrica, no se puede abrir las empresas para no vender y generar unos gastos terribles. El salario hoy no afecta tanto al costo, lo que ocurre es que no se vende. Una cosa es el costo de la máquina y otra cosa es no tener ventas para hacer que la rueda camine. Todos esperamos que esto se reactive”, subrayó.

CAFMA por su parte, integra la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), organización que nuclea a 62 cámaras empresarias del sector metalmecánico nacional. A través de ese ámbito, es que pueden tener cierta llegada al Ejecutivo Nacional.

Allí es donde tratan de que reforzar su propuesta de que el gobierno debería “tener política industrial, que hoy no está. Hoy no hay ninguna línea que plantee la creación de puestos de trabajo. El gobierno estima que el fin del déficit fiscal va a generar la posibilidad de que las empresas crezcan”.

Y agregó: “Hoy tenemos insumos mucho más caro que otros fabricantes en el exterior y competitivamente frente a una mercadería que ingrese de Brasil mi mercadería quedaría internamente más cara. Hasta que no nos acomodemos, hasta que no nivelemos la cancha en lo nacional, vamos a tener cierta presencia de los extranjeros más fuertes, y eso también es preocupante”.

Fuente: AgroClave