La explotación de la mina de cobre de Agua Rica, promete para las tres multinacionales que lo llevan adelante un escenario promisorio en ganancias y en bajos costos operativos, comparado con los niveles de inversión que estos proyectos requieren. El secreto está en un despojo anterior: La Alumbrera.

Redacción

Una de las entidades empresarias relacionadas con la minería, y a la vez una de las principales impulsoras del modelo de explotación reinante, eligió nuevas autoridades. Más allá de lo protocolar o administrativo, los festejos tuvieron una unicidad particular: una de las recientes y mayores entregas de metales estratégicos de la Nación, quedó consolidada tras el acto.

La elección de Mario Hernández como presidente del Grupo de Empresas de Exploración Minera de Argentina (GEMERA), podría para nosotros ser netamente anecdótica y no le daríamos importancia informativa, sino fuera que el al mismo tiempo, también es Director de Relaciones Comunitarias del tan anunciado proyecto MARA (Minera Agua Rica-Alumbrera) y presidente de la Cámara Minera de San Juan (CMSJ).

GEMERA – fundada en el año 1993 – esta pasando uno de sus mejores momentos en la historia: por estas épocas abundan procesos de exploración en minas de Oro, Plata y Cobre en nuestro país. Si bien el resultado empresarial no está garantizado, no se asume el mismo “riesgo” que quien explota los yacimientos. De más está decir, que salvo excepciones que confirman la regla, estas empresas pescan en la pecera; siempre encuentran lo que buscan. La confirmación de Hernández en el puesto, es muestra de que el proyecto transita sobre rieles bien aceitados.

¿A qué viene lo de MARA entonces?

El proyecto de Minera Agua Rica-Alumbrera (MARA) consiste en una asociación de empresas multinacionales que buscan aprovechar las instalaciones e infraestructura instalada de lo que fuera la Minera La Alumbrera – activa hasta 2018 -, y adaptarla a las necesidades de la explotación del yacimiento Agua Rica, distante a sólo 30 kilómetros.

MARA es uno de los proyectos mineros más importantes de la Argentina que busca producir cobre, molibdeno, oro y plata en Catamarca. El mismo es operado por tres empresas multinacionales: la canadiense Yamana Gold Inc. (56,25% del paquete); seguida por la británica con sede en Suiza, Glencore International AG (25%); y la norteamericana Newmont Corporation (18, 75%).

Según el Gerente General del proyecto, Nicolás Bareta – a su vez, ex presidente de la Cámara Minera de Santa Cruz, explicó oportunamente así como en Alumbrera se produjeron cerca de 20.000 millones de dólares entre 1997 y 2018 gracias a la extracción de cobre, “poniendo a Argentina en la agenda mundial de la producción”, dio paso también a la llamada “nueva era de emprendimientos mineros”.

Veinte mil palos verdes que se fueron raudos durante dos décadas, sin dejar nada para la industria nacional, ni abaratar sus costos. Solamente, dejó personal técnico y rudimentos suficientes para otro proyecto extractivista; además por supuesto del pasivo ambiental.

Hay que agradecer la honestidad de Bareta: la idea es reciclar los componentes de la planta que utilizaba la Alumbrera, viene fenómeno en un par de cosas: se baja el “costo” ambiental por un lado; y disminuyen los costos de inversión de las multinacionales por otro.

Un paquetito armado a medida del mercado global, pero que pasará raudo por los aduanas nacionales. Una de las patas del modelo liberal que rige a la Argentina, es la explotación masiva de sus recursos naturales estratégicos por empresas multinacionales, y exportarlos a los grandes centros de manufactura industrial.

Lo mismo de toda la vida; pero con un gestor aggiornado al discurso ecologista.

Fuente: SMN / MEcoN / GEMERA