Una serie de estudios ligados a Europa y el Reino Unido, aseguran que la población africana será la cuarta parte de la humanidad para 2050. Ante esa especie de alarma, llaman a “reimaginar” dicho continente.
Redacción
África sufre marginación permanente y estigmatización por parte de la mayoría de los medios de comunicación occidentales; y en la representación colectiva de un buen número de los ciudadanos occidentales. Una tarea que lleva más de dos siglos y medio de abonar día tras día un ideario funcional al saqueo y la colonización europea de esos pueblos, que cada tanto refuerzan con el morbo de las balsas plagadas de migrantes en el Mediterráneo.
Sin embargo, una serie de estudios con principal procedencia en Europa y el Reino Unido, prender las alarmas e invitar a “reimaginar” al África, porque el crecimiento demográfico de ese continente repercutirá en la geopolítica, el comercio mundial, las migraciones y casi todos los aspectos de la vida. Es decir, para europeos y británicos, África es incapaz de pensarse por sí misma y para sí misma
Los mencionados trabajos afirman que en 2022 la población mundial superará los 8.000 millones de habitantes; lo que implica un aumento de un tercio en solo dos décadas. Las proyecciones para 2050 es de 9.500 millones.
En ese contexto, más de la mitad de los 54 países que componen África, duplicará su población a mediados de siglo. Eso implica que en África habite para ese entonces el 25 % de la población mundial. La comparación que realizan es, tomando como base de cálculo el periodo 1950 – 2050, que mientras en algunos países de Asia la población se multiplicará por cuatro, la de África de incrementará por diez.
Las causas asociadas, serían la alta fertilidad y la expectativa de mejoras de nivel de vida en el continente. Lo que esos estudios está denominando “juventud crónica”. Es decir, el hecho de que el 40% de los africanos son niños menores de 14 años y en la mayoría de los países la edad promedia es inferior a 20 años.
Eso implica según el estudio que unos 450 millones de niños nacerán en África entre 2020 y 2030; y que en la década de 2040 a 2050 la cifra podría superar los 550 millones. Es decir, el 40% de los nacimientos. A nivel mundial, el número de nacimientos está en el punto más alto de la historia —140 millones al año— y es poco probable que se produzca un descenso pronunciado en el curso de las próximas dos o tres décadas.
Asimismo, se afirma que dado que África aportará 1.300 de los 2.000 millones de personas que nacerán entre 2019 y 2050, la situación se transformará en “una cuestión controvertida, en disputa y especialmente significativa en la era de la crisis climática”. Por lo tanto, “este lamentable estado de cosas no puede —no podrá— perdurar”.
¿Cuáles serían los riesgos? Que ese crecimiento poblacional repercutirá en la geopolítica y por ello los ingleses claman por “repensar” África.
En este momento, todos piensan solamente en que habrá mayores contingentes de africanos lanzados al mar buscando refugio. Nadie piensa en una integración vertical de ese continente,y mucho meno su independencia política y económica. De allí los nervios ingleses.
Piensen… la incidencia en el comercio mundial, el desarrollo tecnológico, la expansión de sus religiones y el factor migratorio.
Es entendible desde América Latina el horror y pavor inglés ante el posible fenómeno. Ellos aún no pueden aceptar el fenómeno chino; imaginen además una “África-potencia”. Pero, como latinoamericanos también sabemos que la “Vieja Albión” trabajará incansablemente para que los pueblos del África no puedan integrarse y llevar adelante políticas soberanas para ellos y que canalicen el bienestar de su población.
Los latinoamericanos lo sabemos: hace casi 250 años años que Inglaterra tiene incidencia en nuestra suerte.
Los argentinos lo sabemos un poco más: hace 190 que los ingleses invaden nuestro territorio.

Fuente: Edward Paice, “Por qué la demografía africana debe importar al mundo” / Rebelión