Tanto organismos oficiales como entidades vinculadas al sector, afirman que la producción de leche disminuirá durante 2023, como una de las medidas paliativas para compensar la pérdida de precio ante el aumento permanente de los costos de la actividad. Desde la SAGyPN, continúan con los programas para los actores más perjudicados del eslabón primario.
Redacción
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación informó a comienzos de semana, que continua vigente la inscripción para acceder al “Programa Impulso Tambero”. Según la cartera, el mismo reunió hasta el momento a 3.650 pequeños productores tamberos adherentes.
La iniciativa otorga ante la crisis del sector, compensaciones por 4 meses, sobre los litros de leche comercializados diariamente. Según la cartera, hasta el momento, el Programa lleva entregados casi 6.975 millones de pesos.
Hasta el momento, la distribución geográfica de las solicitudes informada por la Secretaría, ubica a la provincia de Santa Fe en primer lugar, con 1.585 productores; seguida por Córdoba, con 1.215; Buenos Aires, con 532; Entre Ríos, con 298; y Santiago del Estero, con 81.
El Programa Impulso tambero, sólo destinado al eslabón primario de la cadena lechera, definió a dos estratos en función a la cantidad de litros de leche «remitidos» de promedio diario, entre las fechas comprendidas del 1 de octubre de 2021 al 30 de septiembre del 2022.
El denominado “Estrato 1”; por quienes comercializaron hasta 1.500 litros diarios, recibirán una compensación de $15 por litro diario durante el periodo de 120 días luego de la confirmación d ela inscripción por parte del organismo nacional. Para el “Estrato 2”; la compensación será de $ 10 por litro diario, e incluye a los tamberos que volcaron diariamente al mercado entre las fechas mencionadas desde 1.501 hasta 5.000 litros diarios.
Algunos datos del sector
Según la información publicada periódicamente por la Secretaría de Agricultura, ganadería y pesca; más la compilada por el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), se afirma que como consecuencia de una serie de factores negativos transcurridos durante 2021 y 2022, durante el año que recién comienza el ordeñe se reduciría en un índice cercano al 0,7% entre empresas del sector proyecta que el ordeñe se reducirá 0,7%.
Más allá de las compensaciones del “Impulso Tambero”, la mayoría d ellos pequeños y medianos productores afirman “haber perdido” contra la suba ininterrumpida de costos. Así, a un ordeñe que había registrado durante 2022, la cantidad de casi 11.560 millones de litros, se prevé que en 2023, dicho ítem apenas alcanzará los 11.475 millones.
Según el Instituto Nacional de tecnología Industrial (INTA), el costo de producción promedio del litro de leche durante 2022, aumentó alrededor del 97%; contra la sube de menos del 93% del valor que tuvo la leche a puerta de tranquera.
Más allá que si se confirma la baja en el ordeñe, habrá menos leche disponible en el mercado y probablemente se convierta en un factor más para el aumento de los precios finales, tanto la Secretaría, INTA y OCLA, afirman que el dato positivo es que la cadena puede “sostener un nivel de producción”, a raíz de la incorporación de tecnología y de innovación de metodologías en algunas etapas del proceso de producción primaria.
Mencionan las mejoras en “el bienestar animal”; la “automatización de procesos, encierre de los rodeos con más sombra y agua disponible, aspersores y ventiladores”. Cosas que se traducen en un aumento de las producciones individuales por animal” tienen efectos positivos en la producción.
Debe decirse también que esa cartera de innovaciones ha sido lo que ha dejado a los “chicos” fuera de competencia, máxime tras la quiebra de SanCor y otras cooperativas y asociaciones intermedias que con diferentes instrumentos diarios, “compensaban” las diferencias que podía haber entre productores pares.
Fuente: SAGyPN INTA / OCLA