La obra uniría el Mar Caribe con el Océano pacífico. Pretende ser complemento del Canal de Panamá, aunque el cruce se realizaría por tren.

Redacción

En México lo llaman Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT). El proyecto estima que de aquí a una década podría ser complemento del Canal de Panamá; y probablemente una competencia si los procesos logísticos se complejizan en el mediano plazo.

Esto último es bastante probable, dados los avances en la materia durante los últimos 60 años. En México proponen que los barcos lleguen a los puertos de Salina Cruz, sobre el Pacífico, o de Coatzacoalcos, sobre el Atlántico; y que el cruce continental de cargas se realice por ferrocarril.

La cuestión de unir logísticamente ambos océanos es un viejo anhelo mexicano que data incluso desde la época de la conquista española. Con López Obrador en el gobierno, la iniciativa cobró nuevo impulso, y ya lleva invertidos 2.800 millones de dólares en trenes de carga para unir esos puertos, y se estima que cuando el proyecto esté definitivamente en marcha signifique una suba de 3 a 5 puntos del PBI mexicano.

La apuesta se orienta a lo logístico y lo comercial, sobre todo en momentos donde el Canal de Panamá muestra dificultades operativas por falta de agua, lo que dificulta el paso de grandes cargueros. Por dicho cruce se canaliza el 3% del comercio mundial, mediante una demora de 8 a 12 hs – sin contar la estadía de los buques en rada – a lo largo de 80 kilómetros.

La propuesta mexicana implica la maniobra de carga y descarga entre las cabeceras portuarias y el ferrocarril. Este último supone una duración de 6 horas para recorrer 300 kilómetros. Asimismo, dos líneas adicionales conectarán al CIIT con Palenque -y, a la vez, con el llamado Tren Maya- y con Ciudad Hidalgo, en Guatemala.

Desde el CIIT esperan que para 2028 se muevan 300.000 contenedores anuales, para llegar a 1,4 millones cuando alcance plena capacidad operativa, en 2033. El proyecto del tren se complementa con el armado de cinco primeros parques industriales, con los que el Gobierno confía en atraer inversiones por 7.000 millones de dólares. Asimismo, deben reestructurarse algunas partes de las cabeceras portuarias

Según la agencia Télam, el plan tiene sus detractores, porque el corredor atravesaría zonas de residencia de pueblos originarios, que advierten sobre las negativas consecuencias ambientales que podría generar. Además, el sur de México es la puerta para el paso de millares de migrantes irregulares, cuyo éxodo atrae a cárteles dedicados al tráfico de personas y la extorsión.

La agencia AFP, informó sobre el aumento en la especulación del precio de tierras y el despojo violento de propiedades en Salina Cruz y otros municipios por parte de grupos mafiosos.  El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) por su parte, reportó 21 casos de intimidación, 11 de violencia física y tres homicidios contra defensores del territorio entre octubre de 2022 y julio de 2023, todos vinculados al CIIT. La mayoría de las víctimas fueron indígenas.

Otros proyectos

La búsqueda de “pasos” interoceánicos que terminen con la posición dominante de Panamá, tuvo hace una década su impulso desde Nicaragua, aunque no llegó a concretarse. Ese país impulsaba un proyecto fluvial que consistía en un nuevo canal que aprovecharía el Lago Cocibolca (Gran lago de Nicaragua). El paso contaría con una longitud de 278 kilómetros y un ancho de 230 a 520 metros, con 30 metros de profundidad.

Finalmente, eso no ha vuelto a reimpulsarse, a pesar de que se trata de una obra de 50.000 millones dólares, y que supuestamente llevarían adelante capitales chinos a través de la firma Kong Nicaragua Canal Development (HKND) Group.

Fuente: Télam