Representantes de las áreas de Comercio China y Estados Unidos se están reuniendo en Beijing, de cara a establecer pautas conjuntas para el comercio bilateral entre ambos países, los distintos mercados de mutua afluencia, pero fundamentalmente, acordar pasos a seguir en los sectores clave para las próximas décadas: la microelectrónica y las telecomunicaciones.

Redacción

Estados Unidos y China acordaron ayer, la conformación de un grupo de trabajo con el objetivo de “buscar soluciones a cuestiones comerciales y de inversiones”. Eso al menos difundió el Departamento de Comercio yanqui. Según el reporte, la reunión se llevó a cabo en Beijing, y definieron que los acuerdos apuntarán hacia sectores como “semiconductores e inteligencia artificial”.

Ambos Gobiernos estuvieron representados por el responsable de Comercio del gigante asiático, Wang Tao, y su par estadounidense, Gina Raimondo. El parte de prensa difundido, especifica que ambas potencias y los grupos de trabajo conformados en el marco del acuerdo, se reunirán dos veces al año. La próxima reunión será durante los primeros meses de 2024.

Las excusas de la reunión por el lado chino, habrían sido que de cara a “reducir” los “malentendidos” de las políticas de seguridad nacional de Estados Unidos, por ello los asiáticos habrían impulsado el intercambio de información sobre las distintas medidas en materia de control de exportaciones. Del lado norteamericano, se habría afirmado que el propio presidente Biden impulsó la orden de restringir las inversiones de Estados Unidos en algunas áreas vinculadas a la alta tecnología en China.

Por tanto, el encuentro habría estado apuntado a reconstruir consensos para la continuidad de la relación comercial entre ambos países y determinar áreas de cooperación. Según los propios estadounidenses, en comercio con China engloba operaciones por 700.000 millones de dólares anuales, y la mayoría de los ítems de esa relación bilateral no afectaría a las cuestiones de “seguridad nacional” yanquis.

Las reuniones continuarían hasta el día de mañana. Marco en el cual, Wentao, el alto funcionario chino, mostró conformidad en construcción de acuerdos económicos y comerciales.

Está claro que el ítem de conflicto está puesto en el avance chino sobre la cadena electrónica, telecomunicaciones y sus componentes estratégicos: chips y semiconductores. Las rencillas con Taiwán y Corea del Sur están emparentadas con ello, además de que el gigante asiático se ha establecido de forma preponderante en mercado antes cautivos por Estados Unidos, como ser el sudeste asiático, India, África e Iberoamérica.

Asimismo, el avance chino sobre relaciones bilaterales con algunos países de Centro América genera inquietud en Washington; lo mismo que el liderazgo asiático en los BRICS y los aliados que ese bloque va juntando.

La cumbre no se trata de un “pacto de caballeros” ni tampoco de establecer cotos de caza para cada potencia. Tal vez estén ligadas a establecer acuerdos de convivencia entre las cadenas de valor, logísticas y comerciales que ambas potencias dominan en el mundo.

Para las naciones de Nuestra América, es importante comprender el rol asignado por parte de ambos países. Sólo estamos considerados en tanto proveedores de materia prima barata y mercados de consumo para sus bienes manufacturados.

En criollo: nosotros vendemos mercaderías baratas y ellos nos venden productos industriales. Eso se nos propone desde los BRICS y las ya conocidas alianzas comerciales Nor-Atlánticas, como la Unión Europea o el célebre NAFTA.

Abramos los ojos.

Fuete: AFP / Xinhua / Télam