Hay reset, pero no tanto reset. La obra de “Reversión del Gasoducto del Norte”, se llevará adelante tal lo acordaron con el gobierno anterior. La obra pública no se terminó, porque de lo contrario las empresas tendrían que poner la guita. Algo que nunca pasó en Argentina.

Redacción

El diálogo entre Francos y Rocca fue público, y tuvo lugar luego de las medidas anunciadas por Caputo el martes 12 de diciembre. Sí; hace un montón de días.

Todavía la población no tenía conocimientos sobre lo que anunciaría Milei el miércoles 20. Pero, ellos dos sí contaban con la información privilegiada. El primero por ser ministro del Interior; el segundo, porque es el “garante” del equipo de gobierno.

Las siguientes frases fueron pronunciadas en el 22° Seminario ProPyMEs del pasado 13 de diciembre, cuyo mayor impulsor es el Grupo Techint, cuyo titular es Paolo Rocca.

En un diálogo de análisis coyuntural y perspectivas a futuro ante un concurrido auditorio, la figura máxima de Techint dijo que – a partir de los anuncios que hasta ese momento se habían realizado -, el país estaba frente a un cambio estructural, “a un reset de la Argentina que va a abarcar todos los sectores del país».

En este contexto, Rocca le encomendó a su interlocutor, Guillermo Francos que apurase la reforma laboral. Inmediatamente el ministro del Interior, se encargó de remarcar que el nuevo gobierno trasparentaría la “cruda” situación económica del país, y que el objetivo es “quitarle el peso del estado a los privados”.

En consonancia con el reclamo de Rocca, Francos le manifestó al empresariado presente en el evento: “La obligación de ustedes es hacerse ricos, porque generar riqueza da la posibilidad de desarrollarse como sociedad, de generar trabajo”.

Posteriormente, se hizo un repaso de las principales líneas argumentales ya conocidas de retirada del Estado.

Pero este panorama habría cambiado un poco luego de los anuncios del DNU 70/23. Es que parece que el empresariado no estaría dispuesto a invertir todo lo que dijo que habría de invertir. Entonces hay obra pública que no puede ser suspendida, porque habría empresarios que sin la caja estatal no estarían dispuestos a continuar operando.

Se dice que la obra de “Reversión del Gasoducto del Norte”, se mantendría activa porque así lo manda Techint. Es que aparentemente, si tal obra se suspendía, Rocca tenía que responder al resto de los sectores empresarios involucrados quién sería el que pondría la guita para hacer el trabajo. Los compromisos asumidos mandas a corto y mediano plazo; y en el fondo, los problemas se resuelven con guita.

Pero, aparentemente, la guita no estaría.

Se dice que el famoso “Grupo de los Seis», le elevó reclamos a Ferrero – el titular de la cartera de Infraestructura -. Ese agrupamiento, reuniría a la Cámara de la Construcción, la Unión Industrial Argentina (UIA), los bancos, la bolsa, la Sociedad Rural y la Cámara de Comercio.

Si bien Techint, directa o indirectamente está presente en la vida de todos esas entidades y sectores, no alcanzaría su sola presencia para tranquilizar las aguas. Repetimos, en el fondo es una cuestión de guita; no de lealtades o admiración.

Hasta hace dos semanas, la plata la articulaba el gobierno. Pero ahora, como esas son cosas de la “casta”, la guita no estaría disponible.

La obra de reversión del Gasoducto del Norte tiene como fin abastecer de gas a la región norte del país; y sumar volumen exportable del recurso a Brasil vía Bolivia. Asimismo, implica el reemplazo de 2.000 millones de dólares en materia de importaciones.

Pero además, la obra que fuera anunciada por Sergio Massa durante la campaña, está presupuestada en 730 millones de dólares, y ya tiene un crédito adjudicado del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF, por su sigla que responde a la antigua denominación de Corporación Andina de Fomento) por 540 millones.

El proyecto consiste en la reversión del sentido de inyección de gas en cuatro plantas compresoras existentes, para que el fluido provenga desde Vaca Muerta y no desde el caño que baja desde Bolivia cuya producción se encuentra en declino.

La licitación también está lista y según las fuentes, fue adjudicada a la Unión Transitoria de Empresas conformada por el Grupo Techint y el Grupo SACDE (de Lewis y Midlin, cuya empresa insignia en Argentina es Pampa Energía). Éste asimismo, contrata y subcontrata a firmas provenientes de los sectores representados en el “Grupo de los Seis”.

Es decir, una obra y mucha guita proveniente de un préstamo internacional tomado por el Estado nacional, que se distribuye entre un puñado de empresas privadas conducidas directa e indirectamente por Techint y SACDE. Es decir, por Paolo Rocca y Joe Lewis – sí, el de Lago Escondido -.

Está claro que ninguno de los dos está dispuesto a perderse el negocio, pero tampoco a financiar la obra. Mucho menos a contribuir con algún paliativo hacia el quebranto estatal.

Por lo tanto, todo indica que la obra de “Reversión del Gasoducto del Norte”, se llevará adelante tal lo acordaron con el gobierno anterior.

Techint conduce, Francos y Ferraro justifican.

La obra pública no se termina.

Fuente: MIN / LPO / Econojournal / Archivo Chasqui Federal