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Al INIDEP se le rompieron todos los barcos de investigación y prospección; la flota chino-taiwanesa en la milla 201 alcanza las 400 naves; no estaría habiendo un patrullaje efectivo del Atlántico Sur, y Gran Bretaña no para de “mejorar” las ventajas a sus socios españoles, chinos y coreanos en su faena de  invasión y despojo de nuestros recursos.

Redacción

Desde el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) se informó días atrás que con la avería del buque de investigación “Mar Argentino”, las tres naves que el país posee para prospección observación y estudio de las especies marinas de nuestro territorio marítimo, se encuentran con diferentes averías o problemas de “papeleo” que les impiden cumplir con su tarea.

Semanas atrás, habíamos anunciado que con los problemas de documentación del buque “Holmberg”; más la roturas del “Angelescu”, nuestro país se querría sin las dos principales embarcaciones para la prospección. En el caso del calamar – además – se trata de la tercera temporada consecutiva que no se realiza la tarea. Ahora se rompió el “Mar Argentino”, afectado principalmente al estudio de la pesca variada costera.

Así, el principal objetivo del INIDEP no pude cumplirse, o se realiza a partir de acuerdos con las flotas comerciales. Estas “ceden” sus embarcaciones para la realización de una parte de las investigaciones, a cambio de recursos o consideraciones varias, respecto de licencias y aprestos.

De tal modo que, a la suspensión de la campaña prospectiva del calamar – recurso de interés geopolítico para Argentina y las potencias mundiales -, ahora se suspendió la del variado costero; fundamentalmente la de la corvina, una de las principales especies de esa clasificación, y que además viene entregando mermas consecutivas en la cantidad de capturas desde hace al menos dos años.

Así, a las fallas del “Víctor Angelescu” en uno de sus motores auxiliares; más los certificados de navegación vencidos del BIP «Eduardo Holmberg»; más la rotura de máquinas en el “Mar Argentino”, han empujado al Instituto Antártico Argentino (IAA), en conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, la Cancillería Nacional y el INIDEP, a tener que suspender la campaña de investigación y prospección Austral.

La travesía tenía planificación de más de cuarenta días, y buscaba sumar información a los datos científicos que maneja la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos en una zona próxima a las Islas Georgias del Sur.

Desde los armadores y el empresariado pesquero comenzaron las quejas, encendieron las alarmas, y se hicieron escuchar.

En lo específico al variado costero, la expectativa estaba centrada en la posibilidad de obtener mejores noticias respecto de la corvina, dadas las flojas campañas anteriores. Los datos de la Subsecretaría de pesca de la nación, informan que las capturas vienen cayendo desde 2019, cuando alcanzaron las 30.278 toneladas, hasta las 21.474 toneladas, el año pasado. El año 2022 registró una merma del 26% en relación a 2021 cuando se descargaron 29.683 toneladas. Además, el variado costero viene en descenso en términos generales, significando el año pasado, apenas algo más de 50.600 toneladas; de las cuales casi el 80% descarga en Mar del Plata.

Las quejas de los poteros ya tienen tintes de conflicto internacional, a raíz de que “compiten” con la flota ilegal de la milla 201, más las licencias pesqueras de la invasión británica. Así, entre las bajas capturas y la ausencia de campañas de investigación, lleva a la flota a pescar a “ciegas”.

Los armadores denuncian además que la actividad en la milla 201 de centenares de barcos extranjeros de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), es una amenaza para la actividad y que según ellos, las autoridades nacionales no prestan atención.

Aducen que por carecer de la información científica lo más concreta posible, y no contar con los datos de la prospección ha repercutido negativamente, dado que hace un par de años que no se hace la campaña de febrero sobre los stocks del sur. Es decir, no hay investigación y por ende, no hay pesqueros argentinos marcando la presencia y actividad en las aguas.

Los empresarios aducen que la flota argentina está compuesta por 70 barcos, mientras que en la milla 201 no hay menos de 400; y con actividad permanente a partir del reabastecimiento permanente en alta mar.

El tema lo hemos desarrollado ampliamente en nuestras páginas. Argentina carece de medios para el patrullaje afectivo del nuestro territorio marítimo – 6,5 millones de kilómetros cuadrados -, además de soportar la pesca ilegal de la Milla 201; y fundamentalmente, la invasión británica que otorga licencias a empresas chinas, españolas, coreanas y japonesas.

En criollo, más allá de que los empresarios piensan en los resultados económicos; no es menos verdad que las naciones mencionadas contribuyen a consolidar la invasión británica en nuestro Atlántico Sur.

Y si tras cartón, los tres buques de estudio y prospección están impedidos de navegar por diferentes situaciones, en la época del año clave y estratégica para hacerlo; sumado a una serie de mensajes de ida y vuelta entre la denuncia del INIDEP ante la justicia por supuestas negligencias de Prefectura a la hora de reparar los buques averiados; completa un combo un tanto difícil de hacer pasar por meras casualidades.

Arreglen los barcos y construyan los que faltan. Río Santiago está listo para comenzar las obras.

Fuentes: INIDEP / Pescare / Revista Puerto

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