Un federalismo de signo negativo somete a las provincias a la división internacional del trabajo y entrega los recursos naturales estratégicos del país al extranjero. El oro y la plata que se extrae de Santa Cruz, podría ser el recurso vital para atesoramiento y resguardo de valor para el Tesoro Nacional, e insumo fundamental para la industria. No es lo que está sucediendo.

Redacción

“Proyectos hay”, afirmó un alto dirigente del sector minero argentino y específicamente santacruceño. La sentencia estaba antecedida de una serie de argumentaciones expuestas de cara a justificar el por qué la minería en esa provincia corre peligro de continuidad y por qué estaría dejando de ser rentable.

La pregunta sobre la rentabilidad o no de los yacimientos, va de la mano con la de rentable ¿para quién? En Santa Cruz se explotan el oro y la plata. Esa provincia encabeza el ranking de producción y exportaciones mineras del país, concentrando el 50% de las operaciones. Además, en referencia a esos dos metales, el 75% de todas las ventas externas nacionales provienen de ambos recursos.

Las inquietudes en Santa Cruz pasan porque supuestamente se ha dejado de explorar lo suficiente de cara a mantener a futuro cierta regularidad en la explotación. Otras voces, afirman que explorar, “se explora”, pero que los resultados “no son buenos”. No es que falten recursos metalíferos en Santa Cruz, sino que el tipo de estudios que se realizan arrojan resultados “no rentables” desde el punto de vista de la industria y de cara a la exportación.

Según la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), de las siete minas en explotación que tiene la provincia, sólo Cerro Negro, tiene proyecciones de vida útil hasta 2034. Las otras seis, se prevén cerradas antes de 2030.

De allí que el interés esté puesto en la exploración y los reclamos del sector giran en torno a eso. Afirman que durante 2023 sólo se buscó oro y plata en un área de 75.000 metros cuadrados en la provincia y que los recursos estimados en ellas no son suficientes como para justificar la explotación.

Lo que se manifiesta desde la industria es que entre el declino y madurez de los actuales proyectos en explotación, sumados a la inestabilidad fiscal y macroeconómica del país, es “complicado que las inversiones lleguen a la provincia”.

Desde la CAEM sugieren que la actividad exploratoria mínimamente debería incrementarse al doble anual – llevar al menos hasta los 150.000 m2 -, de cara a que en el corto plazo se puedan ir reemplazando los yacimientos que se encaminan a cerrarse.

Según las voces del sector, los recursos explotables que se han encontrado, son de menor calidad a los ya encontrados, por menor volumen o ley, o bien, porque están más distantes en términos logísticos y por ende se encarecen.

La fuente afirma que cada metro explorado demandó una inversión de unos 280 dólares; costos que en plena cordillera pueden llegar a triplicarse. Para poder llegar a los parámetros mínimos de exploración anual, la inversión debería ser de al menos 42 a 45 millones de dólares.

¿Qué le demandan las mineras al Estado de cara a poder trabajar? Lo de siempre: estabilidad fiscal; el tipo de cambio competitivo y permanente; el libre acceso a las importaciones de insumos y maquinarias; y devolución del IVA en un lapso más corto de tiempo al actual.

Es probable que con el nuevo gobierno, las mineras tengan suerte. Según lo informado públicamente, además de los contenidos del DNU 70/23, lo más factible es que la actividad se desregule de tal manera que la favorezca. Las empresas sacaron a relucir el trapo de los “genuinos recursos provinciales” y el “federalismo”.

Un federalismo de signo negativo que somete a las provincias a la división internacional del trabajo y entrega los recursos naturales estratégicos del país al extranjero. El oro y la plata que se extrae de Santa Cruz, podría ser el recurso vital para atesoramiento y resguardo de valor para el Tesoro Nacional, de cara a dejar de depender de los vaivenes financieros internacionales. La minería metalífera además es una de las principales fuentes de recursos para la industria.

No es lo que impulsa la gestión de Milei. No es lo que buscan los empresarios mineros locales. Lejos de esto están las firmas extranjeras que están detrás del negocio.

Fuente: INDEC / Opi Santa Cruz / Santa Cruz Produce