Se viene la siembra del trigo y la cebada, y todo el mecanismo que implica ese ciclo productivo está tomando protagonismo. Un insumo estratégico en este sentido son los fertilizantes. Si bien la necesidad real del producto no es la habitual tras la sequía, lo que nunca debe detenerse es el flujo de importación. Y ahí radica el problemita…
Redacción
En el marco del “Simposio Fertilidad” que la Asociación Civil Fertilizar (ACF) está realizando en Rosario, y donde participan actores de los distintos eslabones de la cadena agropecuaria y funcionarios de distintos niveles de gobierno, se expuso la posible “crisis” o “alarma” que implicaría la falta de fertilizantes de cara al inicio de “la fina” (trigo y cebada”) durante el mes de junio.
Recordemos que en materia de agroquímicos – donde se incluyen fertilizantes y fitosanitarios -, nuestro país importa el 85% de la demanda interna; y ésta alcanza las 6 millones de toneladas. En lo que respecta a fertilizantes, Argentina aplica anualmente cerca de 400 mil toneladas, de las cuales sólo la cuarta parte se produce en el país.
La preocupación de los organizadores del evento – y que se cuentan entre los principales operadores del mercado interno de dichos productos -, es que no lleguen a aceitarse los mecanismos de importación para cubrir un faltante actual del 40% de lo necesario para los cultivos de invierno. Reclaman que el Gobierno nacional otorgue con mayor fluidez los permisos de ingresos de importaciones; y de realice una “planificación” de dicho flujo.
Es un tanto disparatada la pretensión, pero dado el poder de maniobra que el sector posee dentro del complejo económico-productivo nacional, cualquier cosa que se diga desde estas esferas, parece tener un halo de sensatez y veracidad. Si apoyamos la lupa en el asunto, nos damos cuenta que más que sensatez se trata de una velada extorsión que el Ejecutivo Nacional permite que suceda.
Desde la ACF se asegura que además de las previsiones productivas, las empresas importadoras – y por ende toda la cadena de distribución interna – se organiza a partir de una serie de “proveedores de diferentes orígenes”, y para las cuales, es necesaria una “planificación del flujo comercial” de cara a cubrir la demanda en tiempo y forma. Para eso, se necesita “previsibilidad y reglas de juego claras. Eso te asegura de abastecerte de producto cuando lo necesitás”. Por efecto contrario, todo cambio de normativa respecto de cualquiera d ellos factores que participan e inciden en un proceso de importación “quita previsibilidad y te puede afectar al sector”.
Por lo tanto – atenti ahora -, lo que necesita el sector importador de agroquímicos y específicamente ahora es de fertilizantes, de cara a no afectar el “bolsillo y la capacidad de compra de insumos por parte de los productores”. Es que se establezcan mecanismos previsibles de financiación.
Entonces, “habrá que refinanciar, con las empresas, porque también juega el factor de los alquileres de los campos. La relación insumo producto el año pasado cerró en un 16% menor al año 2021, y este año se espera que la misma sea un promedio entre esos dos años”, se remarcó. Además, se hizo hincapié que a causa de la sequía, el año pasado hubo una menor necesidad de aplicar fertilizante; y por ende esta campaña, se requerirá menos cantidad de producto para cubrir la misma superficie que otros años.
Esto último es visto como un argumento válido para agilizar las gestiones que el sector importador de fertilizantes está entablando con el Gobierno Nacional para poder lograr todas sus pretensiones. Unos fenómenos. Las quieren todas.
Hay un factor más que fue admitido oficialmente por Estados Unidos durante la jornada de ayer: no viene bien la fina yanqui destinada al mercado externo, justamente por el factor climático adverso. Ellos levantan cosecha en mayo y junio. Lo cual, en teoría, debería aumentar el precio del trigo y la cebada de cara a noviembre.
Pero ya sabemos que los mercados no son libres. O al menos nos sobra evidencia en Argentina para inferir que si lo son, en la perra vida han jugado a favor nuestro por voluntad y representación de intereses.
En fin; ya veremos cómo evoluciona el asunto…
Fuente: ACF / AgroFy