El Ministro de Defensa de la Nación, declaró días atrás, que no se había registrado pesca ilegal en aguas argentinas del Atlántico Sur durante 2022. Luego aclaró que el relevamiento consignado abarcó un terció del ciclo anual. Además, está negando una condición de país invadido.
Redacción
Arrancaremos como siempre con lo oficial. En este caso, las declaraciones del Ministro de Defensa, Jorge Taiana, quien se refirió a la pesca ilegal en el Atlántico Sur, y afirmó que “entre la Armada y la Prefectura ha impedido que barcos no autorizados sin licencia entraran furtivamente a depredar y afectar en la zona económica de Argentina”. Dijo también que según la información disponible relevada durante 105 días de navegación, no se habían consignado ni detectado ingresos ilegales a la zona de pesca.
El ministro admitió que a partir de la milla 201 existen embarcaciones y flotas pesqueras, pero en ese caso se trata de aguas internacionales, y Argentina no posee autoridad para la custodia de las mismas, ya que son el límite de la denominada Zona Económica Exclusiva.
Taiana conoce el asunto. Oportunamente, cuando cumplía tareas de Canciller, fue quien encabezó las presentaciones ante la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (ConveMar), respecto de los derechos argentinos sobre la plataforma submarina, cosa que permitió a nuestro país, transformarse decididamente en un país esencialmente marítimo: el 63% de nuestro territorio está integrado por las aguas del Atlántico Sur.
Los periodos exactos entre los cuales se desarrollaron dichas campañas de patrullaje no fueron especificados. Sin embargo, hay algunos indicios a raíz de otros comunicados oficiales, donde la mayor parte de la misma, se habría efectuado principalmente entre los meses de junio en adelante.
El punto alto del año donde la ciudad flotante integrada por las flotas pesqueras china, taiwanesa, española y coreana, transcurre durante el periodo de fines de enero a principios de junio de cada año. Es en esa época, donde el recurso más buscado por los saqueadores de nuestras aguas – el calamar loligo -, realiza su periodo migratorio y recorre las costas patagónicas y aguas adyacentes a Malvinas.
No es casual por lo tanto que desde mediados de noviembre y durante todo el mes de diciembre, comiencen a llegar a las redacciones, reportes de – por ejemplo – la flota china que navega por Galápagos (Ecuador) y los litorales marítimos peruanos y chilenos sobre el Pacífico, mientras los medios de estos países hermanos, denuncian el saqueo de dicha flota sobre sus recursos pesqueros. Además, llegan informaciones sobre la flota española que a mediados de diciembre, entre en la última fase de alistamiento de naves para encarar las campañas del calamar.
Es decir, es muy probable que pasado el mes de junio, nuestro Mar Argentino sea más sencillo de controlar y monitorear. No hay ninguna duda. De allí a afirmar que “no se registró pesca ilegal” durante el 2022 es harina de otro costal.
Por último, más allá de la flota china, taiwanesa, coreana y española que saquea ilegalmente, el pueblo argentino soporta otra cosa más grave: las licencias pesqueras que Gran Bretaña otorga a empresa principalmente españolas y coreanas por 25 años, para pescar en nuestras aguas invadidas.
Esto es doblemente ilegal: primero por la invasión británica de nuestro territorio insular y marítimo que se financia con el despojo de nuestros recursos; y segundo, porque la corona inglesa “terceriza” la invasión y el saqueo, otorgando licencias de captura sobre recursos que no son propios.
Entonces, no es verdad que no se registraron situaciones de pesca ilegal durante 2022. Se registró la de la “ciudad flotante” apostada en la milla 201 entre febrero y junio, y acontece todos los días en la porción de territorio invadida por Inglaterra.
Para que quede claro: cualquier kelper que se pare en la costa malvinense con su caña y pesque un pejerrey, ya está afanando por la mera condición de que su presencia allí es producto de la invasión.
Señor Ministro: una cosa es la propaganda de la gestión y otra cosa es la resignación. En estos casos, mi madre nos diría. “hay momentos donde es mejor callarse la boca y agachar la cabeza”.
Fuente: MinDefensaN / Portal Defensa / Agenda Malvinas