El “dólar maíz” ya mostró los dientes y comenzó a manifestarse la suba general de costos de producción para las cadenas productoras de pollos, porcinos y ganado bovino. Por ende, subió la carne.
Redacción
La implementación del denominado “dólar maíz” de entrada causo estupor en el mercado interno. Los cálculos más conservadores, indicaban la semana pasada que los precios locales del maíz destinado a forraje aumentaría al menos un 15%. Los más osados, hablaban del 20%.
Es decir, los pollos, el cerdo y la carne de vaca proveniente del feed-lot, utilizan una gran proporción del mencionado cereal. Si sale más caro darle de comer a un animal, más elevado será el recio de sus carnes y subproductos.
No hay que ser especialista en economía o ingeniero astrofísico para deducir que, por más atrasado que esté el tipo de cambio la divisa norteamericana tiene un precio oficial de $ 280, y para el maíz pasa a cotizar 340% (el 21,4% más), es lógico que los productores se vuelquen a exportar. Por ende, aquellas existencias de maíz en el mercado interno tenderán a fijar precios cercanos a los de los valores de venta externa y su traslada el incremento al mercado interno.
Además, habrá menos stock disponible de maíz, ya que el Gobierno Nacional estableció la ampliación del saldo exportable de 20 a 26 millones de toneladas y se le restaron casi seis millones al mercado interno.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, consideró como “previsible” el aumento de los costos de las cadenas mencionadas y al mismo tiempo que se anunció el nuevo tipo de cambio específico, comenzó a negociar con la Cámaras del sector un sistema de compensaciones que ayude a “amortiguar” los aumentos.
El uso forrajero del maíz ronda entre el 70 y 80 % de la demanda interna, de los cuales un tercio se destina a la industria ganadera, otro tercio al sector avícola, un 12% sería para los porcinos y la lechería consumiría el 19% del forraje. Al mismo tiempo, el cereal integra casi el 80% de las fórmulas de las raciones para los animales, y por ende tiene una amplia participación en la estructura de costos de los establecimientos.
Por eso desde Agricultura se apuraron en iniciar las reuniones con los empresarios porcinos y avícolas para establecer un esquema de compensaciones que les el alza del maíz, y por ende del precio de comercialización general de la cadena.
Nada nuevo. Un permanente romper del mundo del trabajo.
Fuente: SudoesteBA