A raíz que los acontecimientos que están teniendo lugar en el país africano, nos pareció interesante compartir el siguiente artículo titulado “El Oro de Sudán… Una lectura de los factores ocultos del conflicto”. Cuando la abundancia de recursos naturales estratégicos pasa de ser una bendición a una maldición. El auge minero en Argentina debe tener en cuenta las realidades que están aconteciendo en el hermano continente.
Por Ibrahim Younis *
Cientos de africanos del Sudán, Chad, Libia, África Central, Sudán del Sur, Eritrea, Nigeria y Níger, y otros de fuera del continente, han venido a Jebel Amir en busca de su oro.
La mayoría de los informes y análisis sobre la situación interna en Sudán mencionan factores políticos y militares a través de las manifestaciones del conflicto en curso entre el ejército sudanés comandado por al Burhan y las Fuerzas de Apoyo Rápido comandadas por Hamidati, pero este artículo se centra exclusivamente en el papel del oro sudanés en el conflicto en curso, basado en documentos oficiales sudaneses.
El suelo de Sudán contiene muchos minerales, además del oro; estos minerales habían sido una maldición y una bendición a la vez; por un lado, las reservas minerales suponen que los países pueden organizar su proceso de extracción, lo que significa la generación de muchos recursos y en particular divisas extranjeras.
Por otro lado, Sudán, debido a su rico suelo, se ha convertido en teatro de conflictos globales a lo largo de nuestra historia moderna; hoy, la lucha se intensifica en el mundo por las fuentes de energía y por las minas de minerales, y Sudán se encuentra entre los mayores productores de oro, lo cual significa al mismo tiempo una posición competitiva de prestigio.
De hecho, la división internacional del trabajo ha llevado a Sudán a especializarse en la producción de cultivos agrícolas y minerales; este estatus presupone, en primer lugar, una relación muy especial con la economía global y, por lo tanto, en segundo lugar, un proceso de desplazamiento de valor desde un Sudán marginal hacia las periferias semi-capitalistas y los centros capitalistas, y asume igualmente, en tercer lugar, que Sudán sufre de atraso económico, y posee una estructura social distorsionada dominada por militares influyentes y hombres de negocios y pandillas que trabajan -todos ellos- no sólo para desplazar el valor, sino también para reproducir las mismas condiciones inmediatas que los han producido.
¡País rico y gente pobre!
Los datos de las Naciones Unidas dicen que la tasa de inflación en Sudán alcanzó el 382,8% en 2021, en comparación con el 10,5 por ciento en Sudán del Sur, el 2,6 por ciento en Libia, el 5,2 por ciento en Egipto y el 5,7 por ciento en Túnez; si bien los informes de la ONU indican que el 46,5 por ciento por ciento la población sudanesa vive por debajo del umbral de la pobreza, algunas organizaciones y medios de comunicación cuestionan la validez de estas estadísticas.
Algunas organizaciones anunciaron en 2020 que el 80 por ciento de los sudaneses viven por debajo del umbral de la pobreza y señalaron que el ingreso per cápita no superaba los 1,25 dólares al día; otros expertos estimaron que la tasa real supera el 80 por ciento.
De hecho, todas las cifras anunciadas sobre los índices de pobreza en Sudán se basan en el índice de pobreza local (1,9 dólares por persona por día), pero si se calcula según el índice de pobreza global (3,5 dólares por persona por día), más del 90 por ciento del pueblo sudanés caerá por debajo del umbral de la pobreza.
Problemas de los datos del oro sudanés
Según las estadísticas del Servicio Geológico de Estados Unidos, Sudán ocupó el puesto 12 en el ranking mundial de producción de oro, con 50 toneladas durante 2022; muchas otras estadísticas indican que las reservas de oro ascienden a 1.550 toneladas y más.
Muchos informes indican que más de dos millones de personas trabajan en la exploración del oro dentro de Sudán y que la minería informal representa alrededor del 80 por ciento del oro total extraído.
En la imagen siguiente podemos observar los lugares donde se distribuye el oro en la mayor parte de Sudán, desde el norte en Wadi Halfa hasta Atbara y a lo largo del Nilo y sus afluentes hasta el centro del estado Río Nilo, y en la mayor parte del estado del Mar Rojo, atravesando las fronteras que separan los estados de Kassala y Godaref, y en la mayor parte del estado del Nilo Azul, y en el centro sur y sureste de Kordofán, y el suroeste y centro de Darfur en la región de Jebel Amir y sus alrededores.
Respecto de la producción y las exportaciones de oro de Sudán; la evolución de la producción de oro, que saltó de 14,9 toneladas en 2009 a 70 toneladas en 2013, luego a 107,3 toneladas en 2017, logrando la mayor producción alcanzada por el país en más de una década; algunas estadísticas indican que en 2022 la producción alcanzó las 50 toneladas.
El aumento en el valor de las exportaciones de oro sudanés a los Emiratos Árabes Unidos (según la fuente sudanesa), comenzando de 686 millones de dólares en 2015 a más de 1.487 millones de dólares en 2017, y luego aumentando nuevamente en 2021 a más de 2.000 millones de dólares para caer en 2022 a alrededor de 1.914 millones de dólares.
El valor de las importaciones de oro sudanés de los Emiratos Árabes Unidos (según la fuente emiratí) a partir de 2015 en 1.294 millones de dólares o el 5,07 % de las importaciones totales de oro de los Emiratos, para aumentar en 2017 a 2.385 millones de dólares y caer nuevamente en 2020 a 1.768 millones de dólares y volverá a saltar en 2022, a alrededor de 2.819 millones de dólares.
Existe también una discrepancia en la política de venta y fijación de precios; Sudán exportó a los Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, unas 20,95 toneladas de oro, por un valor de más de 1.175 millones de dólares en 2019, un promedio de 56.085 dólares por kilo, cuando el precio promedio mundial rondaba los 49.118 dólares por kilo, o sea, una diferencia mayor de 6.967 dólares por kilo (Es decir, se suponía que los Emiratos pagarían alrededor de 1.029 millones de dólares, lo que significa que pagó más que el valor -según el precio global promedio- en unos 146 millones de dólares).
Cuando las exportaciones totales de oro de Sudán fueron de 51,1 toneladas, a unos 2.063 millones de dólares en 2021, a un promedio de 40.307 dólares por kilo, el promedio mundial fue de unos 63.514 dólares por kilo, lo cual significa que un kilo de oro se vendió a 23.207 dólares menos que el precio mundial medio en el mismo año.
Según la documentación, aunque el volumen de las importaciones de oro sudanés por parte de los Emiratos no constituye un gran porcentaje de sus importaciones totales de oro, este porcentaje constituye más del 95 por ciento de las exportaciones totales de oro sudanés, que los Emiratos han adquirido, durante una década y medio.
Además, notamos que existe una discrepancia entre los datos de las fuentes oficiales sudanesas sobre las exportaciones de oro a los Emiratos y los datos de las fuentes oficiales emiratíes sobre las importaciones de oro de Sudán, el valor de las importaciones de oro sudanés de parte de los Emiratos ha aumentado (según la fuente emiratí) sobre sus exportaciones a los Emiratos (según la fuente sudanesa) en el periodo comprendido entre 2015 y 2021 – salvo en el año 2019, y por ejemplo, el valor de las importaciones de oro sudanés de los Emiratos aumentó en 2017 por encima de sus exportaciones de Sudán por una diferencia de 897 mil 169 millones de dólares, que es la diferencia más alta entre los datos oficiales de los dos países.
Podemos atribuir la razón de la discrepancia en los datos, a que los Emiratos trata con proveedores sudaneses, que el país de origen no logra calcular las cantidades que exportan, pero la razón principal de la diferencia se debe a las operaciones de contrabando.
El tesoro de Jebel Amir… excavaciones aleatorias y contrabando
Cientos de africanos desde Sudán, Chad, Libia, África Central, Sudán del Sur, Eritrea, Nigeria y Níger, y otros de fuera del continente, han venido a Jebel Amir en busca de su oro; este metal precioso, cuyas reservas se estiman en millardos de dólares, y que sale de contrabando por diversas vías hacia el exterior, dejando tras de sí cientos de muertos en guerras de pandillas, trabajos forzados a bajo precio y miles de personas desplazadas sin hogar.
Según los informes del secretario general de la ONU entregados al Consejo de Seguridad en 2012, el número de muertos por las minas de oro fue más del doble que el número de muertos en el conflicto entre el ejército, los rebeldes y las tribus en la guerra en Darfur.
Jebel Amir está ubicado en el área de Al Sarif Bani Hussein, al suroeste de Darfur, a unos 971 kilómetros al oeste de Khartum, tiene un área minera de unos 20 kilómetros cuadrados y más de 10 mil áreas de exploración, y es una encrucijada importante en el conflicto por los recursos de Sudán.
Viven en esa región dos tribus árabes, los Rizeigat y Bani Hussein; estas dos tribus se enfrentaron en una guerra sangrienta cuando se descubrió el oro en Jebel Amir en 2012; pero con la invasión de muchos no sudaneses hacia el área, las dos tribus se unieron por medio de una mediación del ejército para tratar de repeler a los forasteros y sus ataques en contra de los habitantes de la región.
De hecho, la actividad minera predominante en esa zona era de pequeña escala (individuos o pequeños grupos de artesanos); según muchas estadísticas, si a la producción oficial le sumamos la producción minera artesanal y de pequeña escala, Sudán fue en 2016 el mayor productor de oro del continente tras Sudáfrica y Ghana, y el segundo exportador a Emiratos Árabes Unidos a precios muy por debajo que el precio promedio anual del oro, y también por debajo del precio mínimo del oro.
Con la escalada del conflicto, las Fuerzas de Apoyo Rápido (antes Janjaweed) -una mezcla de milicias étnicas, proyectos comerciales globalizados y mercenarios de diferentes países – bajo el mando de Hamidati, tomaron el control de toda la región y comenzaron a extraer el oro de forma exhaustiva, lo cual convirtió la exploración asociada a bandas armadas en la forma dominante de la exploración minera en la zona.
La milicia de Apoyo Rápido, tiene un brazo en el ámbito de la inversión, y es la compañía Al Junaid, con su oro y su actividad mercenaria autorizada oficialmente, la compañía Al Junaid se ha convertido en un vasto conglomerado cuyos ámbitos abarcan desde la minería, al hierro y el acero hasta la inversión y el transporte.
Muchos de los informes indican que la compañía Al Junaid vendía oro a la empresa emiratí Rossella y que las transacciones financieras se realizaban a través del First Abu Dhabi Bank; el informe del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Sudán muestra que alrededor de cuarenta y ocho toneladas de oro de Darfur fueron contrabandeadas a los Emiratos Árabes Unidos durante el período comprendido entre 2010 y 2014.
En marzo pasado, el ministerio de Energía y Minería de Sudán anunció la reanudación de la producción de oro de Jebel Amir; esto se produjo después de que la compañía Al Junaid se retirara del campo de exploración de oro en el lugar, de hecho, las Fuerzas de Apoyo Rápido acababa de comenzar los arreglos para entregar las áreas de extracción de oro en Jebel Amir, pero nada se había anunciado oficialmente.
Los Emiratos en Sudán… el oro primero
Hamidati y al Burhan alguna vez fueron aliados incondicionales que forjaron un vínculo a través de una guerra y dos golpes de estado; sin embargo, se volvieron el uno en contra el otro, e iniciaron una difícil batalla por el control del país; cada uno de ellos trabaja a su manera a favor del capital internacional, mientras se pierden decenas de vidas, miles de personas se quedan sin hogar y millones se sumergen por debajo del umbral de la pobreza, solo por el hecho de controlar y obtener ganancias.
Según las estadísticas oficiales de los Emiratos Árabes Unidos, el oro superó las importaciones de los Emiratos desde Sudán en el período comprendido entre 2006 y 2021, excepto en 2008, cuando ocupó el segundo lugar después de los desechos y restos de metales preciosos – por ejemplo, en 2006, las importaciones de los Emiratos del oro sudanés representaron el 95,43% de sus importaciones totales desde Sudán, y 98,44 por ciento en 2010, y 95,90 por ciento en 2017, y 97,20 por ciento en 2021; las mercancías registradas oficialmente en Sudán se transportan a los Emiratos principalmente a través de Port Sudan (unos 675 km al noreste de Khartum, en la costa occidental del Mar Rojo).
Entonces, los Emiratos Árabes Unidos adquieren la mayor proporción de oro sudanés y, de hecho, la diferencia entre los datos oficiales de Sudán y los datos oficiales de los EAU – o sea las cantidades que se contrabandean a los Emiratos, oscila entre el 25 por ciento en 2018) y el 60 por ciento (en 2021) o el 80 por ciento (según estimaciones de expertos), en relación con el volumen de las exportaciones sudanesas oficiales; más bien, estas cantidades – así como la mayor parte de las cantidades oficiales – se venden a menudo a precios inferiores al precio medio mundial.
Se observa de todos estos números, que hay operaciones grandes de contrabando hacia los países que bordean a Sudán, especialmente a Libia y Chad, y de allí hacia otros países, por supuesto; de hecho, las estadísticas disponibles sobre el contrabando de oro sudanés no pueden determinar con precisión la cantidad de oro contrabandeado cada año, varios factores esenciales niegan la posibilidad de limitar las cantidades de oro de contrabando, como la guerra de calles que está ocurriendo ahora en Jartum, y la prolongada crisis económica, social y política, las crisis sociales y humanitarias, y el predominio de la forma de exploración vinculada a las bandas armadas.
*Investigador y periodista de origen egipcio.
Notas y comentarios
·El valor se convierte de acuerdo el promedio del tipo de cambio del dirham de los Emiratos Árabes Unidos con respecto al dólar estadounidense en cada año, según el sitio web (www.exchangerates.org).
·Cabe señalar que el 2019 es el único año en el que los datos pueden ser correctos hasta cierto punto, ya que el valor de las importaciones de oro sudanés a los Emirato Árabes Unidos fueron menores (según la fuente emiratí) que el valor de sus exportaciones (según la fuente sudanesa) en un pequeño porcentaje; principalmente, la razón fue la situación política y los cambios en el poder en ese momento.
·Para determinar el precio global promedio del oro para cada año, el investigador también utilizó los datos del sitio web de Statista (www.statista.com) después de convertir la unidad de peso de onzas a kilogramos.
·Carta con fecha del 22 de septiembre de 2016 dirigida al presidente del Consejo de Seguridad por el presidente del Comité del Consejo de Seguridad establecido en virtud de la resolución 1591 (2005) relativa al Sudán: https://digitallibrary.un.org/record/842638/files/ S_2016_805-ES.pdf
·Informes de comercio exterior no petrolero emitidos por el ministerio de Economía de los Emiratos Árabes Unidos para el período 2006-2021.
Fuente: Al Mayadeen